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Manifiesto leído en el Homenaje a las víctimas del franquismo

Foro por la Memoria de Andalucía, | 11 octubre 2011

Jornadas de Memoria Histórica de Carmona (Sevilla). 9 de Octubre de 2011

 

HOMENAJE

El día 20 de Julio se produce una reunión en el ayuntamiento de Carmona en la que se decide enfrentarse a las fuerzas sublevadas. Ese mismo día y el siguiente se construyen barricadas en las calles de Carmona, con las que rechazan el primer intento por parte de las fuerzas golpistas de entrar. Al día siguiente (22 de julio) y con fuerzas ya más numerosas de Regulares y Legionarios, toman Carmona.

Francisco Eslava y Antonio Lería relatan que: “El  22 de julio de 1936, cuatro días después del levantamiento de Francisco Franco cuatro columnas de artillería bombardeaban un reducto republicano a punto de caer y centenares de militantes de Carmona huyeron hacia otros pueblos de la provincia de Sevilla, mientras otros corrieron peor suerte y cayeron víctimas del metal de los fusiles del bando de los que se hacían llamar nacional. (…) El aterrizaje de los regulares, los soldados de la colonia de Marruecos, que ahora apuntaban a todo español que no oliera a pro franquista, puso este punto final a la Carmona republicana, en la que sus ciudadanos tomaron activa militancia desde que se instaurase la República el 14 de abril de 1931″.

Al día siguiente de la toma (23 de Julio) comienzan las sacas que duran hasta diciembre. Sobre las cifras de fusilados en la localidad existe cierta discrepancia por parte de las personas y entidades que han recabado información al respecto. José Mª García Márquez apunta 381 personas fusiladas de Carmona y desde otros ámbitos se eleva incluso esta cifra. El historiador Antonio Lería ha hecho pública una relación exhaustiva con nombres y apellidos de las 203 personas fusiladas en la localidad, como resultado de un trabajo de investigación de cinco años.

Se sabe que el Comité de defensa de Carmona estuvo compuesto por:

Manuel Gómez Montes. Dirigente de Unión Republicana y Jefe de la Policía Municipal de Carmona. Fue fusilado el 22 /09/36

Antonio García Lería. Dirigente del Partido Socialista Obrero Español. Jefe de la Oficina Social del Ayuntamiento de Carmona. Sufrió prisión y destierro.

José Sabín Pérez. Dirigente comarcal de la Confederación Nacional del Trabajo. Bracero y operario de vías y obras. Jefe de División del Ejército Republicano. Sufrió cárcel y destierro.

Manuel Rodríguez Mallado. Dirigente del Partido Comunista de España y de la Unión General de Trabajadores. Albañil. Desaparecido en el frente de Málaga (1937)

De estos cuatro hombres tenemos calle en nuestro pueblo, pero todo homenaje es poco para personas que dieron su vida por la democracia y la libertad. Así dicho, en abstracto, puede que muchos me llamen exagerado, pero pensemos en alguien que, hoy día, sea capaz de no escapar y afrontar a un ejército que viene matando y arrasando a todo el que no piense como ellos.

Hay autores que cifran incluso ese número de asesinatos en cada localidad. Es sospechoso, como poco, que en toda ciudad, pueblo o barrio de España fueran fusiladas cerca de un 10% de personas, de cuyo 10% aproximado, a su vez, eran mujeres (lo hemos visto muy claramente en la película “Fuentes de Andalucía”. Están claras, con ello, las intenciones e instrucciones del ejército sublevado: “matar como perros” a todo el que no piense como ellos, en palabras del propio Queipo de Llano. El mismo que a esta hora y en este día, descansa “a los pies de la Macarena”entre honores.

Todavía se escuchan frases como “lo mataron por envidia” o “eran rencillas entre los del pueblo”… No fue así. Meses antes ya tenían planeada la guerra y cómo la iban a hacer, en forma de matanzas y “razzias”. Como dice Jiménez Cubero: «Tras la toma y ocupación de las localidades comenzó la represión. Imperó la táctica de la razzia, (ejecuciones sumarias en calles y cunetas, tiros en la nuca, violaciones, saqueos), esto es, una violencia extrema de las tropas mercenarias y rebeldes permitida, amparada y alentada por las soflamas y bandos dictados por los militares al mando.»

Por todo ello estamos aquí reunidos, para denunciar que la impunidad sigue siendo hoy en día pedestal sobre el que se sustentan los actuales poderes fácticos en nuestro país, ya que son directos herederos de los anteriores y dispuestos a que la Historia siga siendo un espacio en el que ellos deciden las “reglas del juego”, las cambian a su antojo cuando no les son favorables y no dudan en cometer los crímenes más execrables en nombre de cualquier causa aparentemente noble. Nunca se suelen sentar en el banquillo de los acusados y suelen ser siempre los abanderados de “reconciliaciones” y “modélicas transiciones”.

En los últimos años hemos visto como se procesaba a criminales contra la Humanidad de todo el planeta pero los de aquí –gracias a “la modélica transición”- iban muriéndose en la cama con obituarios que nos contaban su intachable historial “democrático”. El franquismo duro varias generaciones –es más, podríamos atrevernos a decir que todavía existe, al menos en el terreno ideológico- y ni los que torturaban y mataban “por Dios y por España” en los años treinta y cuarenta, ni los que lo hicieron en las décadas siguientes fueron nunca procesados. Esto ya es, de por sí, muy grave, pero si hay algo más grave aún es la falta de reconocimiento jurídico de sus víctimas. La justicia española, aplicando criterios de extraterritorialidad, lleva años procesando a autores y responsables de crímenes contra la Humanidad en países del Cono Sur americano. Nos permitimos recordar que coincidiendo con los años de máximo rigor de la represión en Argentina o Chile, por ejemplo, en el Estado Español se torturaba a los antifranquistas en la Dirección General de la Seguridad de la Puerta del Sol y en muchos otros cuartelillos y comisarías; se fusilaba mediante sentencias emitidas por consejos de guerra ilegítimos, sin que se respetasen las más elementales garantías procesales, sustentándose en pruebas y testimonios obtenidos por medio de la tortura; se cometían crímenes de estado como los de Montejurra y Vitoria. Todos estos casos deben considerarse como crímenes de lesa humanidad, y por esta naturaleza, jamás prescriben.

La Legislación Penal Internacional se basa en tres derechos: el Derecho a la Verdad, el Derecho a la Justicia y el Derecho a la Reparación. Tal como hemos visto a lo largo de los años, la falta de voluntad política y la pervivencia en numerosas instituciones del estado –en especial, en la judicatura, en las fuerzas armadas y en las de orden público- de verdaderos herederos ideológicos del franquismo -con la bendición de la jerarquía de la Iglesia Católica, por supuesto- están impidiendo que ninguno de estos tres derechos se haga efectivo. No quieren que se haga justicia con las víctimas de la ilegal -y condenada por la ONU, por su carácter fascista- dictadura del general Franco.

Ha llegado el momento de solicitar abiertamente la declaración de nulidad de la Ley de Amnistía de 1977 para que ningún juez o autoridad administrativa vuelva a citarla como válida y eficaz. Corresponde al Gobierno de España iniciar la tramitación de esa declaración y sobre él pesará no hacerlo. También corresponde al Gobierno impulsar el procesamiento de los criminales franquistas y a la Fiscalía llevar a efecto las diversas acusaciones.

Convocamos a todo el movimiento memorialista y a las fuerzas políticas democráticas a que, de forma conjunta y coordinada, denuncien la nulidad de la Ley de Amnistía y exijan el cumplimiento de los tres principios del Derecho Internacional.

También queremos denunciar que por muchos años que hayan pasado, no es de un país que se autodenomina democrático, mantener símbolos de enaltecimiento del fascismo, golpes de estados o apologías del exterminio, asesinato y segregación. Siempre será una cuestión del presente la manera de definirnos como ciudadanos y qué Estado elegimos tener; si uno que permanezca impasible ante los restos de más de cien mil personas bajo tierra, o uno que sienta que es deber de justicia investigar esos crímenes y actúe de acuerdo a ello.

También es del presente la herida de las víctimas, incluso los de segunda generación. También los nietos y nietas carecen de una explicación, una lógica de la historia de sus ascendentes, un conocimiento próximo e íntimo de las injusticias y sus consecuencias. La herida de los supervivientes de la represión, de la censura, de la restricción de libertades, es una herida no cerrada. Para que cierre necesita Verdad, Justicia y Reparación. Mientras, será una pregunta sin respuesta, un dolor sin cicatriz; la confirmación de vivir en un entorno donde los crímenes de Lesa Humanidad son olvidados y tapados bajo fosas a las afueras de los pueblos, o en las cunetas o en el silencio de una anciana.

Es cuestión de todos y todas, es cuestión del presente, forjarnos un país mejor; sin injusticias, ni silencios ni desigualdades. Porque los crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen franquista deben recibir el mismo tratamiento que los crímenes contra la humanidad perpetrados por el nazismo.

Por tanto, de cara a las próximas elecciones generales, exigimos a las formaciones políticas democráticas, un compromiso expreso con políticas públicas de memoria en sus ámbitos respectivos:

– La anulación de todos los actos jurídicos del franquismo, incluidos todos los procedimientos sumariales (militares y civiles) y administrativos (depuraciones e incautaciones de bienes) instruidos por este régimen contra los opositores políticos.

– Eliminación inmediata y completa de la simbología de homenaje y reconocimiento a la dictadura, al golpe de estado del 18 de julio, y a la colaboración del franquismo con el régimen nacionalsocialista en la guerra mundial.

– Aplicación de la normativa internacional sobre Derechos Humanos (crímenes de guerra, de lesa Humanidad, desapariciones forzadas, inhumaciones ilegales, etc.), partiendo por la anulación de la Ley de Amnistía de 1977, tal y como hizo el Parlamento de Argentina con sus leyes de Punto Final y de Obediencia Debida.

– Desarrollo de políticas públicas activas de memoria orientadas al reconocimiento social, la explicación histórica y la socialización de los valores de los defensores de la legalidad democrática republicana y los resistentes antifranquistas. Así como su inclusión en los libros de historia de primaria y secundaria.

– Establecimiento de marcos de interlocución y colaboración permanentes entre las instituciones y las asociaciones de víctimas, de derechos humanos y de recuperación de la memoria histórica democrática.

Consideramos que este compromiso no sólo debe formar parte de programas electorales; también tiene que incluirse en la negociación de pactos y programas de gobierno tras las elecciones, estableciéndose garantías de su cumplimiento íntegro en la legislatura que comienza.

Por un país que no permita que las atrocidades sean olvidadas. Por el reconocimiento de la lucha por la democracia y las libertades. Por la vida destrozada de muchas personas. Por el silencio de otras tantas. Para que las injusticias sean sentidas como una cuestión de todos y todas. Porque no cedemos en la esperanza de un mundo mejor:

VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN