Franquismo, Pinochetismo hoy siguen persiguiendo a los luchadores por los derechos humanos
Los seguidores de ambos han imitado sus métodos para impedir los juicios de sus crímenes
No sólo Pinochet fue inspirado por Francisco Franco: los seguidores de ambos han imitado sus métodos para impedir los juicios de sus crímenes, su obsolescencia merecida (aunque no se busque el olvido por tratarse de crímenes contra la humanidad). La persecución de quienes enjuicien o enjuiciaron a sus ídolos dictatoriales se repite hoy en el juicio contra el Juez Baltasar Garzón. Su condena será apelada pero, de todos modos, es una vergüenza contra el pueblo español y los DDHH’s en el mundo.
Corre el año 1936 en España. Se escuchó un grito infame en el aula de la Universidad de Salamanca: ¡“Muera la Inteligencia…Viva la Muerte”! Lo lanzaba el tristemente célebre José Millán-Astray y Terreros, fanático seguidor del “Caudillo español” y Procurador de las Cortes españolas n los primeros años del gobierno franquista. Lo dice ante la mujer de Franco y cómplices. Pero había un testigo histórico, Miguel de Unamuno, Premio Nóbel de Literatura y filósofo de la Catedral de Salamanca. Este es sensible y denuncia: “hay momentos en los que callarse, es mentir” (además de cobardía y colusión…
Esto último, proceso muy conocido en la historia reciente de Chile) Pinochet, desde el momento inicial del golpe, indicaba, como si fueran chistes, que al Presidente Allende “lo suben a un avión (supuestamente para sacarlo del país) pero el avión se cae” (con risas que aún se escuchan en el material audio de la época en el que el dictador hablaba con sus cómplices) También dijo anunciando el crimen de Allende que se venía “ se mata la perra y se acaba la leva”. Lo escuchamos nuevamente, hace unos meses, durante las luchas estudiantiles apoyadas por el pueblo chileno y que, entre otros, dirigía Camila Vallejo. Lo dijo, nada menos que una importante administradora del Ministerio de la Cultura de Chile. Era la misma intención y bajeza moral. En otro momento, Pinochet, celebraba grotescamente el haber colocado a dos personas desparecidas o asesinadas por ataúd…
En cuanto a las leyes de Amnistía por crímenes de lesa humanidad, característica de ambos regímenes, dictadas por ambas dictaduras y llevadas a cabo por las colusiones post dictatoriales, el pinochetismo y sus seguidores nacionales (y otros coludidos de los gobiernos post Pinochet), hicieron innovaciones. Al fin del franquismo el movimiento por los DDHH’s era débil y España no se enfrentó con la marea que caracterizó las décadas más recientes. Los juicios que hoy se hacen contra el Juez Baltasar Garzón son una oposición, por todos los medios, a que la historia y la justicia avancen en relación a esos crímenes. Garzón, quien fuera un factor importantísimo en la denuncia y detención de Pinochet sufre la venganza del fascismo histórico. Pinochet viajaba a Londres a hacer negociados –con enormes ventajas personales- en la compra de armamentos de manos de su defensora y agresiva “amiga” Margaret Thatcher. La Primera Ministro inglesa, que ya tenía rounds de violencia y violación de los derechos del pueblo irlandés y de los detenidos de la IRA (Ejército Revolucionario Irlandés que desarrollaron huelgas de hambre que estremecían al mundo en los años 80) fue muy sensible a los lamentos de inocencia y de pretendidas violaciones de los DDHH’s de Pinochet. (Pinochet la apoyó antes, en la guerra de Las Malvinas, contra Argentina) Se necesita un bandido para que reconozca a otro”, dice el dicho. Eran almas gemelas… Cómo Pinochet lo fuera de Franco. Curiosamente, el hoy Presidente Piñera, durante los días “de cautiverio en Londres” del dictador chileno, también se desgañitaba “para que fuera devuelto”. Indicaba que se estaban violando sus derechos humanos… (No es por nada que el dictador fue su protector cuando se ordenó su detención por un fraude de US$250 millones cuando estaba en el Banco de Talca) Su silencio y actitud represiva durante los crímenes contra estudiantes, pueblo mapuche y otros chilenos que claman por sus derechos humanos, confirma su pertenencia a grupos muy similares a los españoles que persiguen a Garzón. La ausencia completa de defensa de los derechos fundamentales de los chilenos y su silencio oportunista por la no negociación de las tierras del despojo al pueblo mapuche, que él mismo detenta hoy en día, corresponde las de quienes atacan a Garzón, hoy día, en España. Jamás un especulador pasaría por alto la oportunidad de comprar tierras mapuche en Tantauco (Chiloé) donde es “dueño de115.000 hectáreas. (Que Piñera compró por 25.000 la hectárea) Y, como buen especulador y adorador del lucro como verdad superior, tampoco acepta devolverlas ni “negociarlas” sin ganancias.
Durante estos días, cruzando la Patagonia chilena, luego de haber entrado a Chile desde Argentina por Futaleufú, llegué al caserío La Junta (nombre que corresponde a la junta de unos ríos pero que hoy parece más bien un recuerdo a los criminales de la Junta militar chilena, que el mundo desprecia). En efecto, es un “memorial” del Ejército que indica: “CARRETERA AUSTRAL – GENERAL AUGUSTO PINOCHET U.” Como estos “recuerdos” de marras los hubo muchos. Por todos lados y en los medios de comunicaciones oficiales. Mucho dinero usado en la mantención y honor de criminales de lesa humanidad. Nada de extrañarse que el Alcalde de Providencia, Labbé, y otros cavernarios políticos de hoy hagan homenajes a connotados criminales de derechos humanos como el General Krasnoff. 36 años después de la muerte de Franco en España, la organización franquista “Manos Limpias” (si no lo dicen ellos nadie los llamaría así) ataca a Garzón con furia. El único argumento es de que Garzón habría prevaricado intentando hacer justicia cuando existe una Ley de Amnistía por todos los crímenes del Franquismo (más de 115.000 desparecidos y sobre un millón de muertos en la guerra civil española, fuera de los varios millones de exiliados al establecimiento de la dictadura fascista española) Un record difícil de imitar. Pinochet, con la Constitución “que nos legara” intentó imitar a Franco en muchos aspectos. Impunidad y amnistía han ido de la mano también en Chile. Sus seguidores hacen lo mismo. El “memorial de marras”, allá escondido en el pueblito La Junta, no es, claro está, el fastuoso mausoleo y centro de admiración al franquismo del Valle de los Caídos, cerca de Madrid. Recordando y asociando historias de infamia y justicia, el escupitajo reivindicativo en la urna de Pinochet, el día de su funeral, que el nieto cuyo abuelo fuera asesinado por el dictador chileno, fue una forma de validar la historia. Y los cantos de los republicanos españoles que decían: “si el hijuna de Franco se llegase a morir, cuando pases por su tumba, no te olvides de escupir” fue recordado entonces.
A nivel mundial, el juicio al Juez de los Derechos Humanos, Baltasar Garzón, es identificado como el esfuerzo eterno de lavar la cara a los asesinos de lesa humanidad. Y, al mismo tiempo, acusar a las víctimas y a sus defensores. Quienes han agredido e insultado, detenido, torturado, asesinado y promovido la criminalización de las luchas por los derechos humanos siguen silenciosos haciendo lo suyo: mantener el régimen de inequidad e injusticias sociales, pretender que la Constitución es legítima aunque injusta en todas sus intenciones. Los pueblos lo saben y lo recuerdan. Los familiares de los desaparecidos en España recuerdan aún los suyos y el juicio de “Manos Limpias” no logra impedir que se mencionen a los millares de asesinados del franquismo. Es decir, el franquismo de hoy gana una victoria pírrica, es decir, es un desastre histórico. Como debe de ser.
Pero… ¿y que pasa con ese homenaje al dictador chileno, en el pueblito de la Junta, en la Patagonia chilena? ¿Se lo deja allí como un insulto a la Memoria histórica que los gobiernos post dictadura tratan de acallar e impedir que se exprese? ¿Dónde está la promesa de justicia y reparación que todo proceso de limpieza moral de dictaduras como la nuestra deben implementar? Una nueva Constitución, legítima y democrática, que desmienta las declaraciones de los Secretarios de Gobierno (para nombrar los más recientes) como Vidal, Carolina Tohá, Ena von Baer y el actual Ministro Secretario General de Gobierno. Andrés Chadwick Piñera (quien, además que ha denigrado a muchos luchadores por los derechos humanos en Chile) aseguran que “la ley debe ser obedecida, guste o no guste”, se hace necesaria. Eso permitirá que se haga justicia y también los memoriales que permitan recordar los crímenes que debemos prevenir “para que nunca más” tengamos dictaduras y crímenes como los de España y Chile. Hay leyes y leyes: su origen y quienes las usen cambian totalmente la validez de las mismas.
Dr. José Venturelli, Vocero CECT-Secretariado Europeo
