«Hemos estado olvidados toda la vida»
Represaliados del franquismo explican en el Tribunal Supremo que no han tenido ayuda de la Administración para buscar a sus seres queridos
PEDRO JIMÉNEZ
Representantes de las asociaciones de memoria histórica de Navarra, Aguilar de la Frontera, Cataluña y Valladolid han contado al tribunal que juzga a Baltasar Garzón por haber investigado los crÃmenes del franquismo el calvario que tuvieron que pasar durante la Guerra Civil. Olga se ha preguntado por qué mataron a su abuelo y casi sin darse cuenta se ha respondido ella misma «le mataron porque decÃan que era una persona peligrosa».
Olga Alcega, representante de la Asociación de la Mameoria Histórica de Navarra ha sido la primera en prestar declaración. Desde el salón de plenos del Tribunal Supremo ha rendido homenaje a su abuelo. Era el cartero pero fue relevado del servicio durante la guerra. La Guardia Civil se lo llevó al Ayuntamiento y allà fue apaleado. Después, le trasladaron a un municipio cercano donde le mataron de un tiro en la cabeza. La testigo ha contado que «mi abuelo murió de un hemitórax izquierdo porque recibió muchos golpes y por un orificio de bala que le entró por el lado izquierdo y le salió por el derecho». Olga lo puede asegurar porque hace dos años que exhumaron los restos de la fosa donde estaba su familiar junto a otras 80 personas. Ahora sólo quiere que se sepa la verdad para que su abuelo «quede limpio» porque «le mataron por pensar diferente», según consta en los documentos a los que ha podido acceder.
El último mensaje de la representante navarra de las vÃctimas del franquismo ha sido para la Administración. Según sus palabras, en esa región hay 3.452 desaparecidos pero las Instituciones Públicas no les han ayudado, les han dado la espalda. «Ha habido mucho miedo, hemos estado olvidados toda la vida y no hay derecho porque somos personas y ellos (las vÃctimas) eran personas» Estas vÃcitmas, ha concluido Olga, «no estaban en una guerra, estaban en sus casas… mi abuelo no pasó por una cárcel, se lo llevaron y lo hicieron desparecer, ¿por qué?.»
Después ha sido el turno de Rafael Espino que pertenece a la Asociación de Aguilar de la Frontera, en Córdoba. Allà tienen documentados 11 desaparecidos repartidos en nueve fosas. Rafael tienen enterrados allà a siete familiares directos. La aventura de esta asociación, ha explicado el testigo, recibió un impulso hace poco tiempo cuando localizaron a un testigo directo de las ejecuciones «que aún vive» y que está a punto de llegar a los 100 años.
Manuel Perona, de la Asociación de Cataluña ha declarado en tercer lugar. El censo de desaparecidos de esa asociación roza las 2.000 personas. El último turno ha sido para la Asociación de la Memoria Histórica de Valladolid. Pedro Fausto Canales ha relatado como se llevaron a su padre, cuando él tenÃa 2 años, junto a otras personas y dejaron a 50 niños «en la pobreza, a mendigar» y subsistieron gracias a la caridad de la gente. Ahora piden justicia porque es la única forma de que las vÃctimas se sientan reparadas.
Editorial en ‘The New York Times’
La vista se retoma con el eco aún del editorial que este fin de semana publicaba The New York Times, bajo el tÃtulo Una injusticia en España. El diario más prestigioso de Estados Unidos calificaba de «injusto» su procesamiento y afirmaba que «los verdaderos delitos son las desapariciones y no la investigación» del juez español.
«El juez más conocido de España, Baltasar Garzón, está siendo procesado por una causa polÃticamente motivada que tendrÃa que haber sido rechazada en el tribunal», agregaba el diario neoyorquino, que destacaba que la demanda fue impulsada por «dos grupos de extrema derecha que temen una investigación»