Ian Gibson: La derecha no quiere saber de los crÃmenes franquistas»
Lorca marcó la vida de este irlandés que hoy es español
JUAN CRUZ 10 FEB 2012 –
Convertido en reconocido historiador e hispanista, ahora publica su obra magna sobre el poeta granadino
Ian Gibson nació en DublÃn hace 71 años y vive en Lavapiés, Madrid. Es irlandés, como Beckett o como Joyce, esos irlandeses que se estaban yendo siempre, de su paÃs, de su lengua. Y es español por amor a Lorca. Su indagación en el asesinato del gran poeta supuso aquÃ, en 1971, cuando los asesinos vivÃan aún bajo el amparo del franquismo, una enorme conmoción. Al fin alguien se atrevÃa a aventar uno de los más oprobiosos crÃmenes de aquella guerra de la que Lorca fue vÃctima después de que la maledicencia lo fuera señalando: era maricón y espÃa ruso. Poco a poco, Gibson se fue haciendo con un currÃculo sentimental netamente español y de izquierdas; de su pasión por Lorca hubo derivaciones: escribió sobre José Antonio, sobre Calvo Sotelo, «porque supe de ellos y tenÃa que hacer también trabajados historiográficos alimenticios, como mi admirado Buñuel hizo pelÃculas alimenticias». Pero siempre volvÃa a la raÃz que representó enla Repúblicay después la figura de Lorca. Escribió sobre Salvador DalÃ, y ahora anda metido en el recuento minucioso de la vida de Luis Buñuel. Mientras tanto, CrÃtica ha publicado un voluminoso libro (cerca de 1.400 páginas) con el trayecto completo de su pesquisa lorquiana, Federico GarcÃa Lorca. Ese amor por Lorca es lo más grande que tiene Gibson. Sobre la mesa de nuestra entrevista, el volumen sobre el poeta granadino, que es como el resultado más serio y tangible de su amor español.
¿Qué le ha dado la vida?
No sé qué me ha dado la vida porque soy una persona que no se conoce bien. Nacà dentro de una pequeñÃsima minorÃa metodista dentro de la minorÃa protestante del sur a la que nunca tuve la sensación de pertenecer, rodeado de católicos por todos lados. Fue una infancia privilegiada, por un lado. Mi padre tenÃa una fábrica de papel. No era un hombre rico en absoluto, pero sà acomodado, y nos pudo pagar una formación y una educación. Pero, por otro lado, era un matrimonio infeliz en un enclave protestante más liberal, aunque la nuestra era más puritana. Todo esto me ha marcado muchÃsimo.
¿Cómo le ha marcado?
Con una timidez difÃcil de superar, con unos padres que realmente ni se tocaban ni se besaban, terrible. Un matrimonio infeliz. Claro que me ha marcado. Lo veo por los sueños y las pesadillas que tengo.
¿Cómo convivÃa con eso? Con mucha dificultad. Yo no vi ternura en mi familia porque era un matrimonio mal avenido y muy triste. Y sin salida, porque en aquella Irlanda no habÃa divorcio; era, como dijo el Papa en Valencia, «la maravilla del matrimonio indisoluble». Maravilla para él, que no está casado y no tiene problema. AllÃ, un matrimonio equivocado era el infierno hasta la muerte.
¿Cómo era la relación con sus padres?
Muy difÃcil. Mi padre era timidÃsimo. Su matrimonio nació mal. Allà no vivÃan juntos antes del matrimonio, y este constituÃa un riesgo porque no conocÃas a la persona con la que te unÃas. Hoy todo ha cambiado. Me siento un poco envidioso. Pero, antes, follar era casi imposible. No para la clase alta, ellos vivÃan muy bien. Pero nosotros no, no tenÃamos dónde ir. Luego llegó el coche, la versión británica del 600, y ya fue un poco más fácil.La Españacontemporánea no se entiende sin Lorca. Es un hombre esencial
¿Cuándo decide liberarse de esa atmósfera?
No me he liberado, pero primero me fui fÃsicamente a Belfast, y luego, a Londres. Me querÃa hacer un psicoanálisis y no habÃa ni un solo psicoanalista en Irlanda. HabÃa leÃdo mucho sobre Freud, y para tener un poco de ayuda decidà que la única solución para mà era el traslado a Londres. Me dieron un puesto en el departamento de español del Bert College, lo que me permitió liberarme de Irlanda y poder empezar a ver a un psicoanalista.
¿Le curó? No, en absoluto, no hay cura. Me ayudó a ver algunas cosas con más claridad, eso sÃ. Mi posible creatividad, en la que yo no creÃa.
¿El encuentro con Lorca le ayudó también? Fue fundamental… Yo ya sabÃa francés. Para ingresar en el Trinity College tenÃas que tener el bachillerato y un idioma y podÃas elegir un segundo idioma desde cero. El segundo año me dieron El romancero gitano. HabÃa algo familiar y algo nuevo a la vez. Lorca conocÃa una obra importante de Irlanda, Jinetes hacia la mar, de John Millington Synge. Él habÃa leÃdo la traducción de Juan Ramón de esta obra de Synge. Es una obra del oeste de Irlanda con metáforas que parecen salidas de El romancero gitano. Años después, Lorca habló de Irlanda y dijo que Galicia e Irlanda tenÃan algo de común, y lo refleja en su libro. Era consciente de que habÃa recibido influencias de la literatura celta.
¿Cuál fue para usted el enigma Lorca? Fui a Granada en 1965 para hacer una tesis doctoral sobre las raÃces rurales de la obra lorquiana. Pasé tres meses enla Vegagrabando a campesinos. Me hablaban del asesinato de Lorca y de todo lo que habÃa ocurrido en Granada. La gente tenÃa mucho miedo al principio, pero gracias a algunos contactos pude ir entrando en aquel grupo de republicanos represaliados, algunos de los cuales habÃan conocido personalmente a Lorca.
Si ahora tuviera que hacer una entrada breve para una eventual enciclopedia que resumiera su conclusión de ese asesinato, ¿cuáles serÃan los datos fundamentales? DirÃa que es un crimen no resuelto del todo todavÃa, del que sabemos la estructura, pero en el que faltan muchos datos, empezando por los restos del cuerpo. LamentarÃa, porque me duele profundamente, que el Estado español no haya buscado esos restos. Lorca es una referencia mundial, casi cósmica. No se puede mencionar a España sin que surja. Es un genio total asesinado por el fascismo. Nadie entiende fuera que no se hayan buscado y encontrado sus restos. Es un mal momento porque ahora está el PP, con lo cual la memoria histórica va a volver hacia atrás y van a morir muchos ancianos, a los que ya les quedan pocos años, sin poder recuperar los restos de sus seres queridos. 130.000 cadáveres todavÃa en cunetas. Esto es impresentable, impensable y terriblemente cruel. DirÃa quela Españacontemporánea no se entiende sin Lorca, un hombre esencial para leer y conocer.
Para la derecha, este paÃs le pertenece. Y los otros son usurpadores
¿Por qué tiene tanto interés en que se encuentre el cuerpo?, ¿no es suficiente con reivindicar su memoria, con leerle?
No. Para mà no es suficiente. Creo que es malo para la familia, para él, para todos los españoles que no sepamos por qué hay tantas presiones. ¿Dónde está este cuerpo? Se supone que en algún lugar, unos dicen que en la cripta de la catedral de Granada; otros, que en la huerta de San Vicente, la finca de la familia; otros, que en Nerja. Eso es malo porque crea dudas, y ahora lo que están diciendo es que no hace falta saber, que con leer la obra ya basta, porque hay que pensar en el presente y en el futuro y no en el pasado. Es el mensaje del PP de Granada: lo que hay que hacer es pensar en el presente y en el futuro. Federico vive. No quieren que se encuentren los restos porque, si se encuentran, la atención del mundo se fija enla Guerra Civilno resuelta. Creo que es importantÃsimo saber dónde está. Quiero saber cómo lo mataron y si lo torturaron (yo creo que sÃ), para que se sepa de una vez por todas.
¿Por qué cree que parte de este paÃs es tan reticente para cumplir con los dictados de la memoria histórica?
Porque el gran problema de este paÃs es que la derecha que tenemos es incapaz de asumir la criminalidad del régimen franquista, responsable no solo de lo que pasó durante la guerra, en la retaguardia, sino de las ejecuciones de la posguerra, que siguieron y siguieron… El gran problema de este paÃs, en el que me incluyo porque tengo la nacionalidad española, es la derecha, esta derecha inmisericorde que no perdona, que no aplica la caridad que dice que es su religión, el amor al prójimo. Cuando he visto los insultos en el hemiciclo, inadmisibles en cualquier paÃs de Europa, esa es la derecha que tenemos. Insultando al presidente del Gobierno, llamándole mentiroso en el hemiciclo… La izquierda reconoce sus errores, incluso las matanzas se afrontan y se reconocen. La derecha se niega a llamar criminal al régimen de Franco. ¿Cómo se puede avanzar con gente asÃ, que no está dispuesta a dialogar? ¿Cómo se va a realizar un paÃs dividido en dos bloques y donde la derecha se niega a dialogar y a reconocer errores? Me parece que es el gran problema. Y Lorca simboliza todo eso.
Ahora es de Lavapiés. Bueno, siempre he sido madrileño, no reniego de nada de mi pasado, ni en DublÃn ni en Granada, pero en el fondo me siento madrileño. Me siento muy bien, pero polÃticamente estoy preocupado. Y ahora que has tocado el tema de los otros, ¿por qué cuando el PSOE tuvo la mayorÃa y pudo hacerse la limpieza de sÃmbolos fascistas, por ejemplo, en todo el paÃs, no se hizo? Hubo falta de valentÃa o prudencia. Yo creo que hubo un poco de cobardÃa, porque con el matón enfrente, hay que hacerle frente. Cuando te han votado y tienes una mayorÃa muy grande hay que actuar en consecuencia. Ahora, ver que el PP llega con mayorÃa absoluta me preocupa profundamente porque vamos a tener a Franco en el Valle de los CaÃdos in saecula saeculorum, a Lorca no se le buscará nunca, por lo menos a lo largo de cuatro años, mucho tiempo, porque mucha gente va a morir. Y lo que veo es una división radical. Yo me pregunto si lo que viene va a ser el cuatrienio negro. Y me duele.
¿Qué ha aprendido en esa excursión por los universos de los amigos de Lorca, Buñuel, DalÅ?
Lorca es un universo. Estaba en todo, en la música, en la poesÃa, en la dramaturgia, en la polÃtica. Un niño afortunado que por ser homosexual tenÃa graves problemas. Toca el piano, sabe quién es Verlaine o Flaubert y luego va a Estados Unidos. Y la gente que tiene alrededor… Hay trabajo para biógrafos durante siglos. DalÃ, Lorca, Buñuel, aquel trÃo tampoco vive aislado, estaban rodeados de gente increÃble enla Residenciade Estudiantes, conocen a todo dios. Y no son apolÃticos en absoluto, están en todo. Cuando llegala Repúblicaes la eclosión de la cultura, es el momento que todos están esperando. Y se produce lo que se produce. Llega la tragedia, aquel experimento no pudo ser y llega el desastre. Para mÃ, haber entrado ahà a través de Lorca, empezando por él, pero luego pasando a otros, es un enriquecimiento diario. Y el dolor de lo que se perdió y el de la situación actual, por volver a eso. Entre todos hay que ir buscando, recuperando lo que se pueda recuperar sin recriminaciones. Y no se está haciendo porque el paÃs no está unido. Es una tragedia.
¿Se querÃan los tres?
Se querÃan el lunes a las diez, y el lunes a la una y media habÃa algún conflicto o algún problema y uno se iba. No estaban siempre juntos, pero cuando lo estaban lo vivÃan con una intensidad feroz. Ahà están las huellas de uno en el otro. Y la gente que habÃa alrededor, aquel mundo fantástico.
A Lorca lo mataron, pero siguieron vivos Buñuel y DalÃ, y ambos tuvieron actitudes muy divergentes con respecto a la polÃtica y al recuerdo republicano. ¿A qué se debió esa divergencia?
Eran divergentes porque cada uno estaba haciendo su vida, cada uno tenÃa su vida anterior y sus angustias. Son diferentes. Por ejemplo, Buñuel tiene un gran problema con la homosexualidad. Lo que no menciona en sus memorias es que su hermano Alfonso era gay, y además, muy abiertamente gay justo antes de la guerra, y amigo de Federico. ¿Te imaginas? No es que Buñuel fuera gay, pero teme serlo un poco. Y Dalà también. Llega la guerra y Dalà no puede vivir lejos del Cap de Creus, es su epicentro psÃquico, y tiene que volver. De modo que se convierte en católico y dice que el surrealismo fue un error, una equivocación. Es como la oveja descarriada que vuelve a casa a hacer las paces con el régimen y se instala otra vez en Port Lligat y en Figueres. No puede vivir sin ese paisaje. En el caso de Buñuel, él no pudo volver, habrÃa sido imposible. Pero hizo Viridiana como una bomba que le entrega a Franco y a este le explota en la cara. Una obra absolutamente genial. Además, tal vez lo sabré al final, porque no he terminado el libro, pero hay en él una tremenda timidez en el fondo que compensa con su cuerpo atlético, con el boxeo y la jabalina, demostrando su virilidad. Pero dentro tiene una inseguridad radical. Eso serÃa un descubrimiento si quieres, porque la gente lo ve como el clásico macho aragonés, pero no, en absoluto, en las pelÃculas se ve que hay una angustia constante en relación con el sexo.
¿Y DalÃ? Dalà es un tÃmido patológico. Esto lo dice PepÃn Bello, gracias a él sabemos algo de estos increÃbles seres; si él no hubiera guardado la correspondencia de cada uno, no sabrÃamos de la misa la mitad. Murió hace poco con 103 años, es una de las personas que más me ayudaron. Dalà es una cebolla a la que, aunque le quites capas y capas, no llegarás nunca al final. Era un tÃmido tan tÃmido que construyó una costra, un disfraz, para ir por la vida. Como era un genio pintando y dibujando, se fue convirtiendo en exhibicionista para encubrir su propia timidez patológica. Se ruborizaba por nada, todo le daba miedo, no podÃa cruzar la calle solo.
No hemos hablado de José Antonio, ni de Calvo Sotelo…
Como siempre he estado criticando a la derecha y a la ultraderecha, mi idea era empezar a abrir algunas otras lÃneas de investigación. En el caso de Calvo Sotelo se trataba deanalizar quién lo habÃa matado. Obviamente, no fueron los falangistas, fue un asesinato llevado a cabo por el otro bando. Pensé que era un buen tema y que bien desarrollado serÃa una investigación histórica. Se podrÃa leer como una novela, pero a la vez serÃa útil para mà hablar de un asesinato llevado a cabo por la gente que teóricamente apoyo, porque yo habrÃa sido republicano. Creo que no lo hice nada mal. Lo mismo con José Antonio. Tratando de buscar la objetividad, me aproximé a un mito del fascismo español y traté de ver qué habÃa debajo y detrás. Y vi a un ser humano, José Antonio Primo de Rivera, que entra en todo aquello por lo que le hicieron a su padre. Quiere defender el buen nombre de su padre porque considera que lo han ofendido, y entra en ese tinglado, que yo creo que en el fondo no era el suyo. Investigar con toda la objetividad posible era mi idea. Y aprender mucho en el camino.
Y Paracuellos, ¿qué le enseñó, qué deberÃamos saber los españoles?
Hay que saber la verdad. Hay que saber cómo fue, comprender cómo era la situación entonces. No hay que partir con odio, sino con deseo de comprender lo que era Madrid en aquel momento, cuando el Gobierno se habÃa marchado a Valencia creyendo que Madrid iba a caer en cualquier momento y dejando un comité de defensa detrás. Con miles de presos de derechas en la cárcel Modelo, con los moros enla Casade Campo bombardeando con aviones. En ese momento hay una purga. Y hay que saber cómo fue, quiénes la organizaron, cuánta gente murió, cómo se llevó a cabo y quiénes fueron los responsables. Es lo que hay que saber. Pero desde la derecha se tiene que entender lo que entonces era aquel momento parala Repúblicay los republicanos, que la capital iba a caer en manos del fascismo internacional, que es lo que sucedÃa, y que aquello desencadenó un odio feroz contra los responsables y sus aliados. Hay que entender que en Madrid ya se sabÃa lo que habÃa pasado en Badajoz. Se sabÃa perfectamente lo que les esperaba. Cada noche escuchaban, porque oÃan a Mola, lo que les iban a hacer. Aquello creó un pánico y un odio terrible y se llevó a cabo una matanza, probablemente organizada por los rusos. Seguro que hubo influencias de ellos porque eran los únicos que ayudaban ala República. Hayque tratar de comprender que no era solo algo llevado a cabo por unos asquerosos rojos, malvados y criminales. Hubo una situación terrible para la población de Madrid. Y los otros, además, empezaron antes con las matanzas, porque lo de Badajoz fue atroz.
¿Qué responsabilidad tuvo Carrillo?
Me dio una larga entrevista en la que me contó que él dirigÃa el orden público, que con 22 años le encargaron controlarlas checas, tratar de organizar todo aquello, y que realmente no pensaba en los presos de la cárcel Modelo. Lo que querÃa era llegar a impedir que Franco entrara en Madrid y controlar los asesinatos ilegales. Desde luego, la gran responsabilidad no la tuvo Carrillo, no iban a convertir a un chico de 22 años que estaba organizando el orden público en el ejecutor de todo aquello. Quienes mandaban y controlaban allà eran los rusos, los comunistas. Que él sabÃa, desde luego. Todo el mundo sabÃa que se llevaban a cabo ejecuciones, él habÃa nombrado a Segundo Serrano Poncela delegado de las cárceles. Pero tener la responsabilidad me parece a mà que no.
¿La envidia está en la génesis de estos asesinatos a raÃz de la contienda civil?
No creo. La raÃz de lo que pasó aquà entonces no fue eso. Odio, sÃ. La envidia se llama odio, pero también hay odio oscuro. La verdad es que, a los 10 dÃas,la Repúblicaya estaba contra la derecha yla Iglesia, desde el primer momento conspiraba. Ahà está el general Sanjurjo del año 1932 y sus constantes contactos con Mussolini y luego con Hitler. Creo que, desde el primer momento, toda la derecha estaba en contra dela República. Laselecciones de 1933 las ganala CEDA, la coalición de Gil Robles, porque la izquierda, como siempre anda desunida, no se da cuenta del peligro y no es capaz de unirse. Hay una lección de todo eso en relación con lo que está pasando ahora. Cuando la derecha gana en 1933 empieza a deshacer toda la legislación del bienio previo. No creo que la envidia esté en la génesis. Hay un odio secular. Este paÃs nunca tuvo un momento de paz, siempre ha estado a salto de mata todo el siglo XIX. Las Cortes de Cádiz, que ahora se van a celebrar, elaboraron una de las Constituciones más modernas de Europa, tal vez la más avanzada. Vuelve Fernando VII, luego tres años liberales, después ahorcan a Riego en la plaza dela Cebaday viene Fernando VII otra vez. Otros tres años de represión, después un poco de libertad y otra vez la represión. Llegala I República, dura 11 meses, vuelven los Borbones, 30 años de turno pacÃfico… En fin. ¿Cuándo ha tenido paz este paÃs? Para la derecha, este paÃs le pertenece. Y los otros son usurpadores. Lo han dicho claramente una y otra vez.
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