El historiador Dionisio Pereira participó ayer en la charla sobre la ‘Xeografía da represión’

 

ANA BAENA. VIGO –

Investigador y coordinador del proyecto ‘Nomes e voces’, Dionisio Pereira, que estudia la represión franquista en Galicia, valoró ayer en Vigo las consecuencias que la última sentencia al juez Baltasar Garzón tendrá en labores de Recuperación Histórica: ‘Si por un lado supuso un alivio para el propio sistema judicial español, también supone una noticia muy grave al afianzar la impunidad de los verdugos y asesinos de la dictadura’.

Para Pereira, la vía judicial está muerta con respecto a los crímenes cometidos antes de 1977, ‘supone una ley de punto final y la única salida es concienciar a la ciudadanía para que presione para derogarla’.

Mientras el historiador apuesta por seguir trabajando para ‘echar por tierra los mitos creados por el franquismo y sacar a luz la verdadera historia de los represaliados’. Precisamente Pereira se encontraba ayer en Vigo para presentar junto a Lourenzo Fernández y Chus Martínez un nuevo monográfico basado en las investigaciones, ‘Xeografía da represión en Galicia’, donde sitúan el número de linchamientos por localidades. ‘En los dos primeros años del inicio de la contienda, Vigo es uno de los lugares que presenta mayor intensidad de represión’. El carácter industrial de la ciudad, la fuerte actividad sindical en Bouzas y O Berbés, así como el arraigo del partido socialista en Cabral son las causas que detonaron esta persecución. Junto al ya desaparecido cementerio de Canido (Ferrol), Pereiró es el camposantos con más fusilados de Galicia, 343. ‘Pero además de ser un sitio de enterramientos, era un lugar de muerte, ya que delante de sus tapias se fusilaron a muchos’, apunta Pereira, para quien el asesinato de Heraclio Botana, ante estas paredes, fue especialmente cruel: ‘Ya estaba jubilado y nunca había hecho daño a nadie, pero era un símbolo del socialismo gallego’. Reconoce mucho odio en esa acción, pero Pereira rechaza la teoría de las enemistades para explicar muchos de los ajusticiamientos. ‘Los paseos y los asesinatos son consecuencia de una persecución ideológica y es el propio franquismo quien crea esa teoría de las enemistades familiares para despolitizar los asesinatos; algo que después de varios trabajos de investigación ya se ha superado’.

Los muertos de la Porta do Sol, donde la máxima autoridad militar en Vigo, Felipe Sánchez, manda abrir fuego sobre la gente, y los caídos en las trincheras de Valladares son los episodios más negros de la historia local ‘por los que alguien debería pedir perdón’, afirma Pereira.

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