Palencia: Un libro recopila las 1.322 vÃctimas de la Guerra Civil en la provincia
La sÃntesis del profesor y miembro de la ARMH de Palencia Pablo GarcÃa Colmenares habla del Cerrato y Campos como las zonas de más lucha
R. S. RICO | PALENCIA
A un céntimo de euro, poco más, sale cada una de las 884 páginas de ‘VÃctimas de la Guerra Civil en la provincia de Palencia (1936-1945)’, el libro que ha escrito Pablo GarcÃa Colmenares, doctor en Historia Contemporánea, profesor de la Universidad de Valladolid y hasta hace dÃas presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, y que ayer fue presentado en la Casa Junco. Y esos 10 euros que cuesta irán destinados a sufragar gastos del colectivo. Insignificante dinero para el vasto compendio de información en él recogido sobre la represión en la provincia tras el conflicto bélico español.
«El libro nace con ese deseo de sÃntesis, de resumir y asumir todos esos trabajos previos y hacer un planteamiento de análisis provincial que hasta ahora no se habÃa hecho y que es el método de trabajo para cerrar definitivamente un estudio de la provincia. En Castilla y León, solo hay tres provincias que tengan estos estudios provinciales: Soria, Segovia y ahora en Palencia. Por lo tanto, es todavÃa un tema sin cerrar en la región, las otras seis provincias tienen estudios parciales y esta metodologÃa del estudio provincial es una metodologÃa básica para poder abordar luego una sÃntesis superior», hace hincapié Pablo GarcÃa Colmenares al referirse al germen de un libro para el que se ha usado «toda la bibliografÃa y todas las fuentes documentales básicas, desde archivos locales, militares, penitenciarios, judiciales, fuentes orales… Se trata de una metodologÃa cientÃfica, hay1.676 piesde páginas o citas de autor, que señalan que lo que se dice está fundamentado».
Hay datos y números en ese libro que son reveladores. «Manejo una cifra de 1.322 vÃctimas mortales, de las que 867 son ‘paseados’, 348 son fusilados y 107, muertos en prisión. A esas vÃctimas de la represión de los sublevados hay que sumar otras 19 vÃctimas del bando republicano en la zona de Villanueva de Henares, Canduela…, en esos pueblos del lÃmite con Santander que quedaron bajo influencia republicana», hace hincapié el historiador palentino, que también ha hecho un estudio de las vÃctimas por zonas: Cerrato, Tierra de Campos, centro provincial y la zona norte. La diferencia viene dada por la estructura de la propiedad y por la existencia de colectivos obreros asentados y numerosos. Donde hay más jornaleros y, por tanto, organizaciones sindicales obreras, la violencia es mayor. La lucha sindical y laboral más clara y marcada se dio sobre todo en la zona de Tierra de Campos y el Cerrato. Los jornaleros, cargos sindicales… pensaban que no tenÃan nada que temer y que no les iba a pasar nada, porque en la zona norte se produjo una fuga masiva de los obreros. Localidades como Barruelo quedaron despobladas, huyeron al temer que pudiera producirse el mismo efecto que en la revolución de octubre de 1934. El mayor número de vÃctimas se da en la zona sur, en el Cerrato y Campos, aunque en Barruelo se dice que mataron hasta al sifonero, un hombre que vendÃa gaseosas…», apostilla Pablo GarcÃa Colmenares, antes de hablar de la estructura del libro.
«Primero están las explicaciones del golpe de Estado; después, las consecuencias; luego la violencia inmediata; después, el análisis por zonas, primero la capital y luego los pueblos, y al final hay un estudio del mundo penitenciario. El libro va hasta 1945 porque la Guerra y las consecuencias no se acaban en 1939», apunta el historiador, que incide en cómo surgió este libro, que ha editado la ARMH de Palencia y el Ministerio de la Presidencia.
«Estaba trabajando con equipos de investigación universitaria y en 2000 empezaba la Universidad a trabajar estos temas. Al crearse la asociación en el año 2003, de alguna manera era una obligación. Era un tema que estaba sin hacer y, para Palencia, significa dar por zanjada la lÃnea de investigación», abunda GarcÃa Colmenares, que se refiere al libro, que tiene un poso de seis años, como un trabajo «totalmente profesional, no tengo un referente familiar».