Se realizan trabajos en Castuera, Puebla de Alcocer, Fregenal, Castilblanco y Mérida

 

En Valencia de Alcántara, los arqueólogos están pendientes del permiso de los dueños de una finca para abrir una nueva fosa, mientras se realizan trabajos en Castuera, Puebla de Alcocer, Fregenal, Castilblanco y Mérida

Ahora es en Arroyo de San Serván, ayer fue en Calamonte y mañana será en Valencia de Alcántara. En puntos de estas tres localidades y otros 150 más de toda la región se buscan respuestas debajo de las piedras. Los testigos directos de la barbarie van enmudeciendo con los años, pero sus atroces relatos permanecen vivos en sus descendientes, que claman justicia y quieren recuperar la dignidad de los suyos. Es lo que lleva haciendo Aniceto Asensio durante los últimos diez años y ahora está a punto de dormir en paz si entre los restos aparecidos en Arroyo de San Serván se identificara a su tio Juan.

Su satisfacción no sería posible sin el trabajo que desde hace una década desarrolla la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura. Diez años después de iniciar su lucha en la región y con casi 180 fosas fichadas, el colectivo mantiene el mismo espíritu. «Mientras haya una familia que necesite nuestra ayuda la atenderemos, con apoyo gubernamental o sin él», señala su presidente, José Manuel Corbacho.

Y es que queda mucho por hacer, señala. Mientras se analiza al detalle la última fosa abierta en Arroyo de San Serván, la asociación está pendiente de iniciar un nuevo proyecto, también aprobado y subvencionado por el Ministerio de Presidencia, que permitirá realizar excavaciones en otro punto caliente de Valencia de Alcántara. Vuelven a ser claves los estudios técnicos y los testigos, que aseguran que en una fosa de esta localidad cacereña hay otras doce vidas sesgadas por la represión de la guerra. Entre las víctimas podría encontrarse el último alcalde republicano de Valencia de Alcántara. Los trabajos deberían haber comenzado ya en julio, puesto que el proyecto está aprobado, subvencionado y listo para comenzar. Pero falta un escollo por sortear: «los propietarios del terreno en el que hay que buscar no dan su consentimiento». La solución solo la tiene la Junta de Extremadura, que tal y como está previsto en el artículo 14 de la Ley para la Recuperación de la Memoria Histórica, tiene que instruir un expediente de ocupación forzosa, que no acaba de llegar. «Esperemos que no se demore mucho más tiempo, porque ya deberíamos estar trabajando en esta fosa».

Es lo que espera también el Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica, que está realizando excavaciones en Castilblanco, donde los testimonios indican que fueron enterradas seis personas tras su fusilamiento. También trabajan en dos fosas de Puebla de Alcocer para la exhumación de fusilados en mayo de 1939; en Fregenal de la Sierra, donde se excavan ahora varias fosas localizadas en el cementerio en el 2010; en Mérida y están realizando sondeos en los cementerios de Castuera. En esta localidad, la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera, sacó a la luz el año pasado los restos de 18 represaliados.

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/excavando-en-memoria_675578.html