Memoria / Comandante
De Luis, amigo que quiere y admira a Ronda, recibo un recordatorio de nuestro para siempre Comandante RÃos
Luis GarcÃa Bravo fue uno de los organizadores de la Caravana de la Memoria Histórica que en el 2002 recorrió pueblos de las sierras de Málaga y Cádiz donde hubo actividad guerrillera. Esa caravana estuvo en Ronda para hacer el primer homenaje en las fosas a nuestros republicanos asesinados por los rebeldes militares. En esa caravana junto con otros guerrilleros y resistentes antifascistas estaba José Murillo, el Comandante RÃos, que acaba de fallecer a los 88 años.
De Luis, amigo que quiere y admira a Ronda, recibo un recordatorio de nuestro para siempre Comandante RÃos:
Conocà a mi gran amigo y camarada José Murillo un sábado frÃo del mes de diciembre de 2001, en su pueblo natal, El Viso (Córdoba), donde recibÃa un merecido homenaje, apoyado por sus compañeros y compañeras guerrilleros. Fue allà donde escuché por primera vez la historia de aquel joven de 17 años que decidió marchar a la sierra para unirse a los guerrilleros antifascistas de Sierra Morena y acogerse a los ideales comunistas del P.C.E.
Pero el destino me tenÃa preparada la sorpresa de que esa historia, la del Comandante RÃos, yo tendrÃa el honor de contarla muchas veces y que disfrutarÃa no solo de su amistad y la camaraderÃa de José Murillo, también de su cariño, el mismo que yo siento por él. Amistad que se consolidaba para siempre tras encontrarnos y fundirnos en un entrañable abrazo, un bonito dÃa 12 de abril de 2001, dÃa de mi cumpleaños, en el que su abrazo sincero y entrañable fue uno de mis mejores regalos de cumpleaños. Desde entonces vivimos muchas anécdotas y momentos inolvidables de emoción, de lágrimas, alegrÃas y risas.
Momentos en que hoy, Camarada Comandante RÃos, cuando has decidido vadear y cruzar por última vez el rÃo de tu vida; hoy, cuando hasta las aguas de los rÃos han cesado sus turbulencias y guardan silencio; hoy, cuando las jaras aún sin flor, aquellas que salvaron tu vida, están quietas y mustias, donde ni el viento de la sierra las mueve; hoy, cuando todo en la sierra es silencio y paz, yo siempre tendré en mis recuerdos esos momentos vividos junto a ti.
Hoy, cuando todos lloramos y nos invade la tristeza, por la partida del guerrillero, aguantando mis lagrimas, quiero recordarte en una noche malagueña del mes de octubre, de las que alargan el verano, cuando a la orilla de la playa sentado en una silla con los pantalones remangados a media pierna y los pies acariciados por pequeñas olas que llegaban a la orilla, charlábamos junto a nuestra querida amiga Dolores.
Y creo que fue en un momento de la conversación cuando te pregunté algo sorprendido: «¿pero tú habÃas visto ya el mar, no?», y con esa sonrisa picarona me contestaste: «yo creo que sû, y comenzamos los tres a reÃr. Ese momento alegre de tus carcajadas quiero que sea hoy mi recuerdo, para no llorar. Solo te quiero imaginar hoy cruzando tu último rÃo y con esa carcajada diciéndome desde la otro orilla con el puño en alto hasta siempre, camarada. Y yo cerrando mi puño derecho muy fuerte para guardar en él y que no se me escapen tus recuerdo, amistad y cariño, y levantándolo contestarte: «Hasta siempre, camarada, te veré en la otra orilla».
Para saber más sobre la vida y hazañas del Comandante RÃos:
http://www.memoriahistoricamalaga.org/detalle-actualidad.php?idactualidad=132
Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda