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Guadalajareños en la IIª guerra mundial. Víctimas de la deportación a los campos nazis

Foro por la Memoria de Guadalajara, | 6 mayo 2013

tanque-guEl Foro por la Memoria de Guadalajara reivindica un espacio público en la que se homenajee a estos guadalajareños

 

 

 

En el 68 aniversario de la Liberación de Europa.

Mayo es el mes en el que toda Europa celebra la victoria sobre el nazismo, en el que se recuerda a las víctimas del fascismo. Guadalajara tiene la verguenza de ser una de las primeras ciudades europeas bombardeadas por la aviación nazi. La luftwaffe alemana bombardeó la ciudad no menos de 12 veces a lo largo de la contienda civil, entre los años 1936 y 1938. Muchos de los aviadores nazis o italianos que lucharon en la II guerra mundial, habían atacado y bombardeado previamente sitios como Brihuega, Peñalver o Guadalajara, desde aeródromos en los altos de Baraona (Soria) o desde Escalona (Toledo).

En el 68 aniversario de la contienda más sangrienta y brutal de la historia de la humanidad, en la que se calcula que fallecieron unos 60 millones de personas, desde el Foro por la Memoria queremos recordar a aquellos guadalajareños que lucharon por liberar a Europa del nazismo.

Triángulo Azul.

Vencida la resistencia del pueblo español frente al fascismo, más de 7000 guadalajareños fueron víctimas directas de la represión franquista en nuestra provincia, sufriendo cárcel o muerte. Otros tuvieron que exiliarse a México, Francia u otros países. Entre ellos, muchos fueron combatientes en la II guerra mundial, y un buen número de ellos, 119 concretamente, acabaron siendo víctimas de la deportación a los campos de concentración nazis, de los cuales fallecieron 85, según listas oficiales del tribunal de Nuremberg.

Este 5 de mayo se cumple el 68 aniversario de la liberación de los tristemente célebres campos de concentración de Mauthausen y Gusen, donde miles de republicanos españoles dejaron sus vidas trabajando sin descanso en su cantera o en su “escalera de la muerte”. Pero también en Buchenwald, Majdanek, Auschwitz, Dachau, Ravensbrük, Sachsenhausen

El sacedoniense Manuel Razola Romo, nacido en 1909, figura entre los 1.500 supervivientes del horror de estos campos donde se dejaron la vida 6.000 españoles, legándonos este estremecedor relato en su libro “Triángulo Azul”, escrito conjuntamente con el también superviviente Mariano Constante. El triángulo azul era el distintivo que los verdugos nazis habían colocado a los españoles en su pijama a rayas, por ser este el símbolo de los “apátridas” ya que el gobierno franquista español se desentendió de ellos. Y no sólo eso, sino que Falange Exterior tenía una oficina en el propio campo. El triángulo azul estaba rematado con una S, de “Spanier”, (español), para distinguir a los españoles de otros “apátridas”. Razola además tiene a cuatro familiares entre los 62 fusilados en posguerra naturales de Sacedón. Su único delito, ser de izquierdas. Su viuda vive actuamente en Toulouse.

Los republicanos españoles fueron los primeros prisioneros que se organizaron y lucharon clandestinamente en los propios campos nazis para resistir. Al fomentar la solidaridad y la resistencia, sus verdugos fracasaron en uno de sus objetivos: deshumanizarlos. Según palabras del propio Razola “Nuestra dignidad de combatientes de una causa justa nos impedía ceder”. Razola perteneció desde su creación al comité clandestino de Mauthausen organizado fundamentalmente por miembros del PCE. Este campo fue liberado por los propios presos españoles unos días antes de la llegada de las tropas aliadas, a las que recibieron con una enorme pancarta en español, colocada sobre las puertas del campo. “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”. Tras la guerra, Razola fue además uno de los organizadores y fundadores de la Asociación de Deportados Internados Españoles Antifascistas, y posteriormente del Amical Mauthausen, asociación creada para reconocer los derechos de los españoles víctimas de la deportación a los campos de exterminio nazi. Desde su fundación, fue vicepresidente de la Federación Internacional de Deportados y no encontró pocas dificultades, incluso entre los propios vencedores de la II Guerra Mundial.

El Foro por la Memoria de Guadalajara reivindica un espacio público en la ciudad de Guadalajara en la que se homenajee a estos guadalajareños que perdieron la vida de manera tan dolorosa. No hay equidistancia ni imparcialidad posible ante esta discriminación, no se puede ser imparcial cuando se trata de homenajear a personas que murieron defendiendo la democracia y la libertad, frente a los que quisieron esclavizar a Europa.

Un humanense famoso.

El alcarreño que alcanzó mayor rango militar en el bando aliado en la II Guerra Mundial fue el teniente coronel Pedro Mateo Merino, natural de Humanes, al que muchos recuerdan paseando o tomando un café en Guadalajara hace no demasiados años, donde falleció el 19 de noviembre del 2000. Pedro Mateo era hijo de campesinos, pero gracias a su tenacidad logró estudiar el bachillerato en Madrid e ingresar en la Universidad Central. Militó en la Federación Universitaria Escolar y su compromiso le ocasionó encarcelamientos durante la República. Cuando le faltaba un curso para acabar la carrera de Ciencias, estalló la Guerra Civil, marchando al frente de Somosierra para frenar la columna que sobre Madrid envía el general Mola desde Burgos.Este humanense fue subiendo poco a poco de rango militar, pasando de simple miliciano a teniente coronel, estando muy bien considerado por su superior, Manuel Tagüeña.

En mayo de 1938 fue nombrado comandante de la 35ª División del Ejército Popular de la República, compuesta por tres Brigadas Internacionales, mandando la 35ª División del Ebro, un batallón en el Jarama, y la 101ª Brigada en Brunete. Mateo Merino tuvo que exilarse a Francia, y de ahí a la URSS, donde se graduó en Ciencias Económicas y participó en la guerra contra el nazismo. Después de la Segunda Guerra Mundial vivió en Yugoslavia, Checoslovaquia y Cuba, donde trabajó como técnico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En 1970, la nostalgia le impulsa a solicitar el regreso a España. Pese a la primera negativa de las autoridades (por “ser coronel del Ejército soviético e instructor del Ejército cubano”) logra su retorno. Sus últimos años los dedica a escribir sus memorias, “Por vuestra libertad y la nuestra”, un lema de las Brigadas Internacionales. Le concedieron las medallas del Valor y la de la Libertad.

Otro residente en Guadalajara, aunque de origen canario, que luchó en la resistencia francesa tras su exilio a Argelia, fue el militante socialista Juan Tavira Golas, condecorado con la Medalla de la Resistencia. Tavira había sido teniente de Milicias en Guadalajara durante la Guerra Civil. Y en la 9ª Compañía de Leclerc combatió un alcarreño del pueblo de Bustares, Amador Garrido Palancar, que exiliado a Francia tras la Guerra Civil, luchó en la resistencia y se alistó en la Legión Francesa, yendo después a Argelia. Murió en Francia.

Como vemos, Guadalajara no fue ajena al descalabro de la II Guerra Mundial, y aunque España se declaró neutral, muchos voluntarios se alistaron en las fuerzas que lucharon por la libertad.

“Guadalajara”, el primero en París.

Nuestra provincia ya de por sí tiene su nombre escrito con letras de oro en la historia mundial, ya que el primer camión blindado aliado que entró en París se llamaba “Guadalajara”, en honor a la Batalla de Guadalajara, que tuvo lugar en Brihuega en 1937, por ser considerada la primera derrota del fascismo en campos de batalla. Se trataba de un vehículo “halftrack” (semi-oruga) de la II División de Leclerc, conducido por una tripulación de republicanos extremeños y mandados por el teniente Amado Granell, que aunque era natural de Burriana (Castellón), había sido mayor de milicias en la 49 Brigada Mixta republicana en la guerra civil en nuestra provincia. Otros semi-orugas famosos se llamaron “Madrid”, “Don Quijote”, “España cañí”, “Teruel”, “Belchite”, “Brunete”, o “Ebro” y fueron tambien tripulados por republicanos españoles. Hay que tener en cuenta que para los combatientes españoles y los brigadistas internacionales, la Guerra Civil española fue en realidad el preludio de la II Guerra Mundial y el comienzo de la lucha antifascista, y así lo reivindicaron siempre.

Alberto Casaus, militante socialista y miembro de la resistencia francesa, nació en Madrid, pero vivió casi 50 años en Guadalajara. Alberto fue miembro de la resistencia francesa y participó en el apoyo maquis al mítico desembarco de Normandía el 5 de junio de 1944, el desembarco por mar más importante de la historia. Alberto se infiltraba en las filas alemanas llevando a cabo labores de sabotaje. En cierta ocasión, se enfrentó a 6 soldados de las SS que estaban abusando de dos jóvenes francesas, acabando con ellos con ayuda de una bolsa de granadas de mano, sin que las muchachas resultaran dañadas en la acción. Gracias a ello, Alberto Casaus ganó la Legión de Honor.

“León”, un héroe de Piqueras.

En Piqueras nació Emiliano Martínez-López, quien había sido uno de los miles de exiliados españoles llamados para formar parte de los Grupos de Trabajadores Extranjeros, (GTE), en los que el gobierno Dadalier alistó forzosamente mediante un decreto en 1939 a 55.000 republicanos españoles para diversas tareas agrícolas, como leñadores o construyendo la línea Maginot, regulador por un estatuto semi militar.

Emiliano Martínez-López sería reclutado en el GTE de Saint Antoine, cerca de Brive (en la Corrèze, suroeste de Francia) en tareas agrícolas en la zona. En marzo de 1942, republicanos españoles de diferentes GTE de la zona y escapados de estos grupos de trabajo, se reagruparon militarmente para enfrentarse clandestinamente a la ocupación nazi, y adoptaron el nombre de 14 Cuerpo de Guerrilleros, que correspondía al de una gloriosa formación guerrillera del ejército republicano español. En el 14 Cuerpo de Guerrilleros francés, Emiliano, quien desde entonces adoptó el nombre clandestino de “León”, mandará una unidad de 6 hombres en la zona de Brive-la-Gaillarde, que se convertiría en la “capital regional de la Resistencia” del Limousín.

En mayo de 1942, el grupo mandado por León tratará de sabotear la línea de ferrocarril entre Donezac y Allasac, cuando el mariscal Pétain viajaba en tren a Brive. Pero la operación fracasó. León siguió realizando acciones de sabotaje hasta el final de la guerra mundial, pasando desde julio de 1943 a formar parte de la escuela de mandos de FTP (Franc Tireurs et Partisans), principal brazo armado de la resistencia francesa, creado por el Partido Comunista Francés.

Miles de republicanos españoles organizaron y lucharon por la libertad de Francia, organizados en las FFI (Forze Française de l’Interiur) donde tuvieron especial protagonismo héroes como León, Cristino García o comandante Robert. Placas en toda Francia recuerdan sus nombres, pero en la España democrática todavía son ignorados e invisibles. Sirvan estas palabras para su reconocimiento.

http://articulosmemoriaguadalajara.wordpress.com/2013/05/05/homenaje-a-los-guadalajarenos-en-la-ii-guerra-mundial/