La Junta entrega al juez los restos óseos hallados en VÃznar
Argumenta la necesidad de que el juez se dé por enterado y, si procede, intervenga en lo que es una «evidente muestra de violencia generada por un poder público de forma sistemática»
Las catas arqueológicas llevadas a cabo en el conocido como barranco de VÃznar (Granada) han permitido la delimitación de cinco fosas comunes que han dejado al descubierto restos óseos humanos y de armas de fuego, de lo que la Junta de AndalucÃa ha dado traslado al juez para que investigue si procede.
Según ha explicado en rueda de prensa Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática, dependiente de la Junta de AndalucÃa, se trata de la primera vez que un «Estado democrático», en alusión al Gobierno andaluz, pone en conocimiento de la justicia el hallazgo de evidencias de «posibles crÃmenes» durante la Guerra Civil y el franquismo.
En su comunicación, remitida al decanato de los juzgados de Granada para su reparto, la Junta, basándose en el marco de la jurisprudencia internacional, argumenta la necesidad de que el juez se dé por enterado y, si procede, intervenga en lo que es una «evidente muestra de violencia generada por un poder público de forma sistemática» durante el golpe franquista, según Naranjo.
CorresponderÃa al juez, en todo caso, impulsar una posible exhumación si lo estima oportuno tras el resultado de este trabajo de campo que no incluÃa exhumaciones y que respondÃa a un doble objetivo: la fundamentación histórica de lo que ocurrió en la zona y la localización y delimitación de fosas y posteriores catas.
La zona en la que desde el pasado 18 de junio se ha llevado a cabo esta actuación, promovida por el Ayuntamiento de VÃznar con el apoyo de la Dirección General de Memoria Histórica de AndalucÃa, se sitúa a unos 800 metros del entorno en el que algunos investigadores situaron el enterramiento de Federico GarcÃa Lorca y que ya fue excavado sin éxito por la Junta en el 2009 a petición de familiares de dos de los supuestamente fusilados junto al poeta granadino.
Aunque los promotores de esta intervención en el barranco de VÃznar son conscientes de su carácter simbólico, desde el primer momento han querido desvincularla de la figura de Lorca porque el objetivo fundamental es recuperar la memoria y reconstruir el relato de lo que ocurrió en la zona, ha incidido Naranjo, para quien «Del Lorca somos todos hemos pasado al VÃznar somos todos».
El equipo de trabajo, coordinado por Iván Sánchez, ha hallado restos óseos y del empleo de armas de fuego en cinco de las once zonas en las que intervinieron tras su delimitación por tratarse de posibles enterramientos (finalmente solo cinco eran fosas comunes).
Aunque los responsables del trabajo de campo no se atreven a dar una cifra del número de personas que pudieron ser fusiladas en el barranco de VÃznar fundamentalmente en los primeros dÃas de la Guerra Civil, hay historiadores que hablan de hasta unas 2.000.
Apenas hay documentación sobre las personas que fueron fusiladas, aunque el equipo encargado de reconstruir la historia de lo ocurrido en VÃznar ha encontrado indicios de algunas de ellas siguiendo la pista de los expedientes de incautación de bienes que se abrÃan por cada fusilado.
Según la historia, basada en fuentes bibliográficas y el testimonio de familiares, Granada quedó aislada del resto de la zona sublevada, motivo por el que se ordenó al capitán José MarÃa Nestares Cuéllar que se pusiera al mando de una columna de soldados y falangistas para detener ese avance enemigo.
Esa columna fue recorriendo pueblos como Pulianas y NÃvar hasta la ocupación de Deifontes, y se trasladó después a la zona de Alfacar y El Fargue, de modo que se fue constituyendo un sector militar que comprenderÃa, entre otros, al pueblo de VÃznar.
AllÃ, en el Palacio de Cuzco, se estableció el cuartel general donde convergerÃan todas las actividades del sector militar al mando del capitán Nestares.
Otro lugar de importancia fue el conocido como edificio de Las Colonias, donde solÃan ir a veranear escolares granadinos que, el 1 de agosto de 1936, fueron desalojados para utilizar el inmueble como prisión provisional adonde eran trasladados los presos.
En la planta baja de ese edificio pasaban unas horas hasta ser trasladados en diversos vehÃculos para su fusilamiento.
Todo apunta a que los primeros enterramiento se hicieron en la zona de Puerto Lobo, más tarde se trasladaron a ciertas áreas de Alfacar como la cañada del Colmenar, el Caracolar y las inmediaciones del campo de las Pepinas, y finalmente al barranco de VÃznar, donde, según coinciden todas las fuentes, se produjo el mayor número de fusilamientos y enterramientos en fosas comunes.
La Junta de AndalucÃa seguirá poniendo en conocimiento de la justicia cada hallazgo de este tipo que se produzca en la comunidad.