La oposición en Ceuta reclama la retirada de los vestigios franquistas que quedan en las calles
No erradicar esos restos supone «una vergonzosa y vergonzante exaltación de la sanguinaria dictadura franquista»
EUROPA PRESS | CEUTA
El primer grupo de la oposición en la Asamblea de Ceuta, la coalición Caballas, ha criticado este domingo que tres años después de «asumir el compromiso y la responsabilidad» de retirar los sÃmbolos franquistas de los espacios públicos el Gobierno local que preside Juan Vivas (PP) siga manteniendo, «a pesar de contravenir la legislación vigente», vestigios de la dictadura en espacios públicos como el monumento del Llano Amarillo.
A juicio de la formación que lidera Mohamed Ali, no erradicar esos restos supone «una vergonzosa y vergonzante exaltación de la sanguinaria dictadura franquista» en una ciudad en la que, en 2010, el Ministerio de Defensa tapó los denominados ‘pies de Franco’, las supuestas huellas del dictador en un mirador local.
Según se añade, el Llano Amarillo es el más llamativo de los monumentos franquistas que quedan en Ceuta sin ningún tipo de placa que contextualice su historia. Inaugurado en 1940 en Ketama (Marruecos) y trasladado pieza a pieza a la ciudad autónoma, de su estructura se ha retirado el apellido Franco.
«El Ejecutivo local del PP se comprometió en 2010 a desproveer al monolito de todo vestigio de simbologÃa franquista pero, sin embargo, la querencia natural que muestra en demasiadas ocasiones le ha llevado a conservar lo que supone una ignominia para todos los demócratas», ha criticado el primer grupo de la oposición en la Asamblea en un comunicado de prensa.
Los localistas creen que el Gobierno ceutà «no puede alegar problemas económicos para eludir su responsabilidad» porque es «una burda coartada». «Sin ir más lejos», han ejemplificado, «podrÃan destinar los fondos previstos a conmemorar una masacre a través de la Fundación 2015 –creada para celebrar el sexto centenario de la llegada de los portugueses a la ciudad– a acabar de una vez por todas con esa pesada lacra que sufrimos los ceutÃes de que se nos vincule al franquismo».
«La Ceuta del siglo XXI no debe tener vocación de reliquia ni puede servir para regocijo de nostálgicos fascistas anacrónicos», defiende Caballas, que considera que «la decencia democrática» exige la retirada «inmediata y sin más excusas» de los sÃmbolos franquistas «que aún nos abochornan».