Tres represaliados relatan el horror de su reclusión en el penal
Le detuvieron junto a otros 10 jóvenes y una mujer
Le detuvieron junto a otros 10 jóvenes y una mujer. Todos por el mismo expediente: la explosión de una bomba en el Valle de los CaÃdos que no provocó ni daños. Décadas después los verdaderos autores confesaron. Pero ya nada pudo hacer José MartÃn, Pepe, que con 28 años y un trabajo como maestro de calidad en Barreiros ingresó en noviembre de 1962 en el penal de Burgos, lugar de triste recuerdo pero emblemático de la lucha antifranquista. De su tiempo entre rejas esboza recuerdos, casi todos dolorosos, y confiesa que lo peor era saberse encerrado, más que las torturas o las vejaciones.
Llegó con 22 años al penal de Burgos y el terror se apoderó de él al descubrir que tenÃa como compañeros de celda a reclusos que llevaban casi dos décadas encerrados. Pensar que podÃa seguir ese camino le llenó de dolor y miedo. Era prácticamente un niño con toda la vida por delante cuyo futuro se tambaleaba.
Los recuerdos son dolorosos y desea pasar de puntillas por ellos. Hace cuatro años, cuando se realizó el último homenaje a los represaliados del penal de Burgos, entró en el recinto y su recuerdo aún le produce escalofrÃos. «Se me abrÃan las carnes», confiesa, «no podÃa respirar».
