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Cazarabet conversa con Julián Vadillo

Cazarabet, | 14 noviembre 2013

jvAutor de “Abriendo brecha. Los inicios de la lucha de la mujer por su emancipación. El ejemplo de Soledad Gustavo”

 

 

Volapük Ediciones es otra de esas editoriales tan pequeñas como entrañables que nos trae libros más que interesantes desde plumas, muy a menudo desconocidas, pero de una calidad más que desconcertante….Volapük  es, a la vez, una lengua universal, la que precedió a la más conocida “esperanto”….y que fue “acuñada” por el guadalajareño Fernández Iparraguirre que llegó, incluso, a publicar su gramática, invirtiendo horas y horas como propagador de sus valores. Hoy Volapük es una editorial, como decíamos, que crece con la motivación de rescatar contenidos y autores de más que indudable interés, aunque, muchas veces, tristemente ignorados porque son incómodos. Y desde estas páginas se nos acerca a ABRIENDO BRECHA.LOS INICIOS DE LA LUCHA DE LAS MUJERES POR SU EMANCIPACIÓN.EL EJEMPLO DE SOLEDAD GUSTAVO. Lo hace con la pluma de Julián Vadillo , un historiador especializado en el obrerismo libertario y con el prólogo, muy recomendable, de otra  historiadora Laura Vicente que también acaba de sacar a la luz, desde otra editorial en este caso La Catarata, HISTORIA DEL ANARQUISMO EN ESPAÑA y que, también, les recomendamos …..Pero en el caso que nos atañe Laura Vicente se aplica un prólogo muy, muy atractivo y que vale la pena leerlo y que nos acerca al autor, pero también al mundo de aquellas primeras mujeres que pusieron los primeros cimientos hacia la lucha por la igualdad y la dignidad….Después, el libro en sí, ¿qué deciros?, vale mucho la pena porque la pluma de Julián Vadillo es buena y se explica muy bien. Hay calidad y claridad y eso se agradece. Julián lo enriquece con una especie de “ternura encubierta” y eso se nota palabra a palabra…..si la persona que lee el libro es mujer, lo agradecerá y se dignificará en la lucha diaria que todavía nos toca llevar a cabo todos los días ; y si es hombre le abrirá los ojos ante el potencial que hay en una mujer…quizás en la que le está sirviendo un excelente café con leche, para relajarse, en una cafetería entre tanto barullo y lo hace con una sonrisa , además de con una dignidad más que ganada a pulso…

-¿Qué precio tuvo que pagar la mujer para adentrarse dentro del espacio público, político y social?

-Todas las sociedades habían postergado a las clases bajas. Y la sociedad industrial hizo esas diferencias mucho mayores. Pero dentro incluso de cada clase social las mujeres tuvieron un papel de inferioridad. En el interior de la clase obrera las diferencias eran múltiples.

Las mujeres tuvieron que romper muchos moldes para poder acceder a los espacios públicos y a la vida social y política. Tuvieron que nadar a contracorriente en un entorno que le era hostil. Contaron con la incomprensión de muchos y el rechazo tácito de otros. Pero eran conscientes de que tenían que romper moldes. Esos rechazos fueron superados por ellas mismas. Crearon sus organismos, pusieron sus luchas en primera línea, contaron con las organizaciones de clase a las que se integraron, fundaron sus propios sindicatos y sus organizaciones. Todo en un entorno hostil en muchos aspectos, lo que hace de su lucha algo realmente trascendental.

-Julián, en tu primer capítulo hablas de la conciencia y de la organización de la mujer…con la herencia de la Revolución Francesa y hasta el siglo XIX. Pero, aquí en España, en que el tiempo siempre parece que haya ido más lentamente, ¿cómo lo analizarías?

-España tiene una doble salvedad que le diferencia de otros países europeos. Lo primero que su revolución liberal fue inconclusa. Eso generó una situación de anormalidad respecto a otros países europeos. Las deficiencias generadas por un proceso revolucionario que no finalizó como en otros países (léase Francia, Inglaterra o Alemania) le llevó a tener una evolución distinta en muchas cuestiones. Un segundo aspecto es el poder que siempre atesoró en España la Iglesia católica que siempre tuvo una visión de la mujer sesgada, de inferioridad respecto al varón y condenándola al ostracismo.

Pero aun así hubo muchos paralelismo entre España y el resto de los países europeos. Incluso diferencias que hacen de España un referente para el resto de Europa. La evolución del movimiento obrero español fue fundamental en este sentido. España tuvo una estructura de su obrerismo similar a otros países o incluso más poderosa. La influencia que el anarquismo tuvo en España no tiene parangón en otros países europeos. Incluso alguna de las conquistas más importantes para las mujeres se produjeron en España antes que en otros países. Por ejemplo el propio voto femenino fue conquistado en España con la Segunda República en 1931, mientras que en países como Francia no se conquistó hasta 1944. El problema fue que la Guerra Civil y el franquismo truncaron esa evolución

¿Cuándo la mujer toma conciencia y cuándo se plantea la organización, de una forma estructurada y seria?

-La toma de conciencia de las mujeres se produce con la llegada a España de las corrientes del socialismo y de liberalismo más radical, si bien hubo ejemplos anteriores pero aislados. Destacaríamos en este punto la pionera figura de Margarita Pérez de Celis y sus artículos en el periódico El pensil de Iberia.

A nivel organizativo en las asociaciones combativas habría que esperar a la llegada y estructuración del movimiento obrero. Ya el congreso de la de la Federación Regional Española en 1870 se abordó el tema de la explotación de la mujer. Luego incluso se llegaron a impulsar sindicatos propios como la Agrupación de Trabajadoras de Barcelona de 1891 impulsada por Teresa Claramunt. Con el siglo XX la vinculación de la mujer al movimiento obrero socialista y anarquista se extiende. Otras mujeres optaron por modelos organizativos distintos a los obreros para reivindicar mejoras del tipo de inclusión de la mujer en el ámbito académico o la petición del voto femenino.

Ambas vertientes fueron fundamentales cuando se proclamó la Segunda República en 1931.

-¿Qué papel tiene, a tu parecer, la mujer en el movimiento anarquista y libertario?

-La mujer en el movimiento anarquista tiene un papel fundamental. Como decía anteriormente ya desde los orígenes de la Primera Internacional se consideró que la situación de la mujer era lamentable y que el movimiento obrero tenía que abordar este tema con prioridad haciendo a la mujer partícipe de su lucha. Esto es así porque la mayoría del movimiento obrero español se inclinó por las tesis de Bakunin que tenía muy claro las reivindicaciones de la mujer. Además las mujeres en España ya tenían reflejo de otras mujeres en otros ámbitos europeos.

Pero a medida que avanzaba el movimiento obrero vemos la importancia de esas mujeres en el anarquismo. Los nombres de Teresa Claramunt, Soledad Gustavo, Belén Sárraga, Libertad Ródenas, Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada, Federica Montseny, Amparo Poch Gascón, etc., se convierten en referencias para la lucha obrera y anarquista. Pero no contentas con ello también organizaron sus propias estructuras. Desde sindicatos como los que impulsó Teresa Claramunt hasta Mujeres Libres ya en la Segunda República, pasando por una pléyade de acontecimientos donde la mujer, muchas de ellas anarquistas, tuvieron una participación fundamental (huelga de La Constacia de 1913, Huelga de Mujeres de Barcelona de 1918, etc.)

El movimiento libertario español no se puede entender sin la participación de la mujer.

-Julián, ¿qué papel tiene Teresa Mañé o Soledad Gustavo en el devenir de la mujer en aquellos tiempos?; ¿Y qué huella han ido dejando entre nosotros?

-Teresa Mañé (o Soledad Gustavo) es una de las pioneras de lo que hoy entenderíamos como feminismo. Lo primero por su propia vida. Una mujer que rompe los moldes de la sociedad del momento. Maestra, librepensadora, se vincula a movimientos revolucionarios desde muy temprano. Y ejerce su profesión de maestra en escuelas laicas, que en aquellos momentos eran rompedoras respecto a una escuela oficial muy destartalada y una educación en manos de la Iglesia. Sus escritos también marcan esa tendencia. Incluso en su unión matrimonial con Juan Montseny (Federico Urales) escriben un texto que se titula Dos cartas donde no solo es una declaración mutua de amor en la pareja (textos que regalaron a los invitados a su boda) sino una manera distinta de entender la relación entre hombre-mujer. Algo que era revolucionario en la época.

Sobre que huella a dejado Teresa Mañé, habría que decir que mucha. Pero nunca reconocida. Muchas de las propuestas que ella planteaba en sus textos en aquella época hoy son aceptadas de forma común. Pero otras muchas cuestiones no. Aun todavía se vive en un entorno patriarcal. Por eso muchos textos y acciones de Teresa Mañé aun hoy son vigentes de conquistar. Parafraseando a mi amigo e historiador Juan Pablo Calero cuando le hizo una biografía a otra mujer, la maestra en Atienza Isabel Muñoz Carvaca, este tipo de mujeres son de un siglo que aun no ha llegado.

Háblanos un poco de la Revista blanca y de su importancia entre toda la población ,pero sobretodo entre la mujer.

-La Revista Blanca es uno de los proyectos editoriales y de prensa más importantes que ha tenido este país. Una revista impulsada por anarquistas y donde escribieron las plumas más importantes del momento. No solo anarquistas rellenaron sus páginas. También intelectuales de la talla de Miguel de Unamuno, Manuel Bartolomé Cossío y un largo etcétera. Y Teresa Mañé es una persona fundamental para este proyecto. Más incluso que el propio Juan Montseny.

Aunque hay que tener en cuenta que La Revista Blanca tuvo dos épocas. La primera entre 1898 y 1905 y la segunda entre 1924 y 1936. Guardaron muchas similitudes pero también diferencias entre una etapa y otra. La importancia es que fue el medio donde las plumas más reputadas del anarquismo internacional tuvieron cabida.

A nivel de mujeres muchos de los artículos que se escribieron en La Revista Blanca hicieron un defensa tácita de la lucha de la mujer. En sus páginas escribieron militantes anarquistas (y no anarquistas) que lucharon por esos derechos. Junto a La Revista Blanca hubo proyectos como los de Generación Consciente, Estudios o, incluso, La Pentalfa, donde se habló abiertamente del neomalthusianismo (cosa que el anarquismo vino hablando desde inicios del siglo XX), el control de la natalidad y los medios anticonceptivos, etc. Todos estos proyectos fueron fundamentales para estas cuestiones pioneras en la historia de España.

Para acercarse un poco más a la historia de La Revista Blanca recomiendo los textos de Javier Valle-Inclán o los de Antonio Prado.

– Teresa Mañé o Soledad Gustavo ¿fueron la punta de lanza de parte del feminismo que se derivó en el siglo XX, entre la mujer que “se formó” en este pasado siglo?

– Lo primero que habría que aclarar es que Soledad Gustavo, como tal, no se declaraba feminista. Para los anarquistas el feminismo era considerado un movimiento de carácter burgués que volcaba sus esfuerzos en asuntos como la petición del voto y similares.

Pero haciendo un ejercicio anacrónico se puede afirmar que Soledad Gustavo era feminista por lo temas que abordaba. Y es evidente la influencia que sus ideas tuvieron en la formación del feminismo posterior. Sería difícil delimitar si fue ella particularmente quien las influyó, teniendo en cuenta que Soledad Gustavo fue casi desconocida para generaciones posteriores a la Guerra Civil española. Pero las ideas que trasmitió, que era la de otras muchas, si que tuvieron una impronta fundamental para tal desarrollo. Los conceptos de la participación de la mujer en el mundo del trabajo, el concepto de amor libre como base de relación de la pareja, etc., son ideas que Soledad Gustavo trasmitió de forma precisa y que fueron ideas-fuerza de las posteriores oleadas de feminismos.

– Háblanos de la influencia de Mañé-Gustavo en la etapa trascendental de La II República y la Guerra Civil

– La influencia de Soledad Gustavo durante la Segunda República y la Guerra Civil fue muy discreta. El núcleo fuerte de su contribución se concentró entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.

Aun así Soledad Gustavo participó activamente escribiendo en La Revista Blanca durante la Segunda República y en los proyectos editoriales de “La Novela ideal”, lo que tampoco fue poco. La Guerra Civil sorprendió a una Soledad Gustavo ya avejentada y enferma con lo cual su participación fue escasa por no decir nula.

Lo que si que se mantuvo fueron esas ideas que había trasmitido con anterioridad y que sirvieron para generar los ricos debates que el anarquismo planteó en aquellos momento sobre la conveniencia o no de ir a una organización específica de la mujer así como los temas para la liberación de la mujer que se habían planteado en el pasado.

– Con el Paso del tiempo, después de la dictadura ¿qué quedó de aquella semilla que plantó la Mañé?

– El gran triunfo de la dictadura franquista no fue solo ganar en el campo de batalla la Guerra. Ni siquiera la terrible e inquisitorial represión a la que sometió a los vencidos. Su gran triunfo fue la victoria psicológica, el manto de olvido que estableció a través de una política del miedo sistematizada. Esa es la razón por la que este tipo de personajes hoy son completamente desconocidos. El franquismo los condenó al ostracismo, a ellos y sus ideas. Y no solo hizo eso, sino que enfangó esas ideas para hacerlas olvidar por disolventes.

Pero como se dice las semillas son poderosas y siempre hacen aflorar algo. Aunque el olvido haya desfigurado sus aportaciones siempre dejan rastros. Y ahí entra la importancia del historiador. El poder rescatar estas figuras en su justa medida. Ni denostándolas (como hacen muchos) ni elevándolas a los altares. Ambas opciones deforman las ideas. Pero el historiador, si de verdad lo es, tiene que ser un agente comprometido con su tiempo. A pesar de los trabajos de la dictadura y de la complicidad actual para mantener el olvido, se está pudiendo sacar adelante muchos trabajos. Con éste hemos pretendido algo así.

Haznos, mejor dicho, acércanos a los escritos, a la herencia del pensamiento escrito, que nos ha dejado Soledad Gustavo

– La obra de Soledad Gustavo no es muy amplia y se concentra en un periodo muy concreto. Entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX se produce la gran contribución literaria de Soledad Gustavo. Varias son las obras que se pueden destacar de ella. Desde la Despreocupación de los despreocupados hasta El sindicalismo y la anarquía, pasando por otros textos como Política y sociología, La sociedad futura, El amor libre o A las proletarias. Son obras normalmente cortas pero cargadas de contenido ideológico. En Política y sociología, por ejemplo, hace una interesante disertación como la política ocupó una parte importante de la historia pero en el momento que escribe el texto considera superada, siendo la sociología quien la ha sustituido. En El sindicalismo y la anarquía, Soledad Gustavo se preocupa de hacer una crítica al sindicalismo, pero siempre que este se convierta en un fin y no se mantenga como un medio.

Pero quizá, la gran aportación de Soledad Gustavo sea La sociedad futura, publicada en 1899 y donde hace un análisis de la sociedad desde una perspectiva libertaria, así como sus grandes aportaciones a la emancipación de la mujer en En amor libre y A las proletarias.

Junto a todo esto hay que destacar sus artículos y conferencias, que fueron múltiples y sirvieron de base para su pensamiento.

Y es evidente que todo este corpus tuvo un herencia fundamental en el movimiento anarquista posterior. Los debates sobre sindicalismo, sobre política, sobre anarquismo o sobre amor libre siguieron presente en el movimiento libertario. Y Soledad Gustavo contribuyó como nadie a ello.

– Por último Julián, debe marcar, a mi modo de parecer el tener una madre como Teresa Mañé…..el hecho es que tuvo una hija que también marcó un antes y un después, Federica Montseny….qué características de esta última ves o crees vislumbrar heredó de Teresa Mañé?

– Es evidente que la figura de Federica Montseny es fundamental en la historia de España por muchas cuestiones. La transcendencia que tuvo así como los distintos avatares por los que atravesó la hace una de las mujeres más importantes del siglo XX español. A pesar de que siempre se destaca el hecho de haber sido la primera mujer ministra en España (Ministerio que gestionó de forma muy óptima), Federica también fue fundamental para el desarrollo de la CNT durante la República, la Guerra Civil y el exilio.

– Y en palabras de la propia Federica la influencia de su madre fue fundamental para  ella. En su obra autobiográfica Mis primero cuarenta años así lo trasmite. Su madre, que estuvo con ella gran parte de su vida, fue un reflejo. La pasión por la lectura y por la escritura la heredó de Soledad Gustavo. Sin ir más lejos Soledad Gustavo al nacer Federica Montseny dedica gran parte de su vida a su crianza, por lo que la trabazón con la madre en aquellos primero años fue evidente.

– Sin embargo, en muchos aspectos, la obra de Soledad Gustavo, aunque corta, es mucho más avanzada que la de la propia Federica Montseny. Una cuestión, en todo caso, menor que no ensombrece a estos dos grandes mujeres de la historia contemporánea de España.

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/brecha.htm