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Paco Ferrándiz: «Me gustaría que el Valle de los Caídos se convirtiera en un lugar interactivo de la historia del monumento»

Público, 13/02/2019 | 14 febrero 2019

Es uno de los mayores expertos en políticas de Memoria del panorama nacional e internacionalFue uno de los miembros del Comité de Expertos para el futuro del Valle de los Caídos, creado por Zapatero en 2011.

MADRID 14/02/2019 ALEJANDRO TORRÚS

Paco Ferrándiz (Oviedo, 1963) es uno de los mayores expertos en políticas de Memoria del panorama nacional e internacional. Es antropólogo y trabaja en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Fue uno de los expertos que elaboró el informe para el futuro del Valle de los Caídos que encargó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero poco antes de convocar las elecciones generales de 2011. Ahora, con el paso de los años, asume que su posición sobre el futuro del Valle de los Caídos ha evolucionado.

A apenas un día de que el Ejecutivo apruebe la exhumación del dictador, alaba el «coraje político» de Pedro Sánchez para sacar adelante la exhumación de Franco, pero también lamenta que no haya tenido aún más coraje para especificar qué proyecto de futuro tiene para el monumento. De hecho, dice tener la sensación de que el Ejecutivo no sabe ahora mismo «qué hacer» con el Valle de los Caídos.

Ferrándiz, en cambio, sí tiene un proyecto claro en mente para el Valle de los Caídos. Quiere que se convierta, gracias a las nuevas tecnologías, en una especie de «libro de Historia en piedra». Es decir, que el visitante tenga acceso a través de su teléfono móvil a toda la historia del monumento, desde su construcción con batallones de presos políticos, al entierro del dictador presidido por el rey, pasando por el discurso de Franco el día de su inauguración. Se trataría de acabar con el oscurantismo que preside el lugar para que los ciudadanos puedan tener una opinión propia. «Creo que los estados democráticos deben promover una ciudadanía crítica y eso es lo fundamental».

¿Está cerca la exhumación de Franco o aún nos queda un largo culebrón por delante, sobre todo viendo que la familia recurrirá al Supremo?

Pues si la familia Franco recurre al Supremo, como ya ha anunciado, la clave de este asunto será si el Supremo dicta una orden de suspensión cautelar de la exhumación o no. Yo, si fuera el Gobierno, intentaría hacerlo lo más rápido posible y después ya veríamos qué dice el Supremo. Obviamente, sin saltarse ningún plazo administrativo ni nada de eso. Me parece evidente que, a estas alturas, la familia ya ha perdido la legitimidad para echar un pulso al Estado. Se trata de una exhumación de Estado en la que el Gobierno democrático debe fijar cómo será el proceso.

Entonces, la clave para ver si se alargará o no la exhumación del dictador está en la decisión que tome el Supremo.

Yo creo que sí. Esa es la clave. Luego, por lo que parece, este proceso llegará más lejos y seguramente acabe en Estrasburgo. La familia Franco dice que hay una sentencia que le favorece, que no es otra que la que dio este tribunal cuando Polonia movió los restos del expresidente Kaczynski, que falleció en un accidente de avión. En aquel momento condenaron al Estado polaco por mover el cuerpo sin pedir permiso a la familia. Las alegaciones de la familia Franco irán por ahí y, sin ser yo jurista, parece que el Supremo tiene argumentos por ahí para tratar de paralizarlo.

No dejaría de ser contradictorio ver a la familia Franco recurrir a un Tribunal de Derechos Humanos.

Sí, así es. Por lo demás, yo creo que es una cuestión de coraje político. Fíjate en lo ocurrido en Pamplona con las exhumaciones de Sanjurjo y Mola. Los dos fueron exhumados del Monumento a los Caídos y trasladados a otro lugar. La familia Sanjurjo recurrió y finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha sentenciado que la exhumación estuvo bien hecha. El recorrido jurídico puede ser muy largo, pero no hay que perder el foco. Hay que tener en cuenta que la presencia de Franco en el Valle de los Caídos es extraordinariamente perjudicial para la calidad de la democracia española. Mi posición sería la de ir adelante lo más rápido posible.

¿Por qué la presencia de Franco en el Valle es perjudicial para la democracia española?

Bueno, es perjudicial ahora y ha sido perjudicial desde el momento en el que se consolidó la democracia. Una vez se aprobó la Constitución y nos constituimos como una democracia es insólito que haya un lugar que ensalza a la dictadura franquista. Nosotros, en el informe del comité de expertos de 2011, ya dijimos que Franco debía ser exhumado y que Primo de Rivera debía ser trasladado a un lugar no preeminente.

«Tengo la sensación de que el Gobierno ahora mismo no sabe qué quiere hacer con el Valle de los Caídos»

Me parece muy interesante ver cómo ha sido la evolución del movimiento por la Memoria en España y cómo ha llegado a este tema. Se comenzó exhumando a los republicanos represaliados. Campesinos, sindicalistas… Después, evolucionó y se pasó a quitar calles, monumentos, placas y llegó una Ley de Memoria Histórica. Ahora, el movimiento ha alcanzado un punto en el que también cuestiona los enterramientos de honor de los que fueron los militares golpistas y que cometieron una larga serie de crímenes durante la Guerra. Todo está conectado. Son procesos paralelos, pero que están relacionados.

Ahora ya se ha conseguido exhumar a Mola y Sanjurjo. Se está cerca de sacar a Franco del Valle y se cuestiona el lugar donde está enterrado Queipo de Llano en la catedral de Sevilla y otros golpistas en el Alcázar de Toledo…

El Gobierno ya ha dicho que no piensa actuar en el Alcázar de Toledo.

Sí, así es. El Gobierno ha dicho que no, pero las peticiones del movimiento memorialista están encima de la mesa. La joya de la corona de todo este nuevo movimiento es sacar a Francisco Franco. Pienso que si Franco sale del Valle de los Caídos… un suspiro de alivio recorrerá el país, sobre todo para la izquierda española.

«El Valle de los Caídos no es un lugar de reconciliación ni un lugar de encuentro de las dos Españas. Es un monumento que ensalza el franquismo»

Este tema se está convirtiendo en una especie de trinchera por la cual la familia de un dictador, que no tiene más que eso, ser la familia de un dictador, se está enfrentando al Estado. El Valle de los Caídos no es un lugar de reconciliación ni un lugar de encuentro de las dos Españas. Es lo que es: un monumento que ensalza el franquismo. Solo hay que fijarse en una cosa. Cuando los benedictinos han tenido problemas… ¿a quién han recurrido? Pues a la extrema derecha. Hay que ponerse las manos en la cara para no verlo.

¿Y qué haría usted con el cadáver? ¿Dónde cree que debe estar enterrado?

El cementerio de Mingorrubio de El Pardo puede ser un buen sitio. Y, después, si resulta que allí se organiza un núcleo neofascista e incluso se convierte en lugar de peregrinaje de fascistas europeos… pues se puede volver a tomar otra decisión. Tampoco podemos anticiparnos.

Es una sepultura que pertenece a Patrimonio Nacional.

Ya, pero Patrimonio puede estar dispuesto a cedérselo a la familia. Es importante, eso sí, que no tenga un acceso de carácter público. ¿Es el lugar idóneo? Pues no lo sabemos, pero es importante abrir el foco y mirar al resto de países. En España somos mucho de ahogarnos en nuestro vasito de agua. Lo que nos pasa a nosotros está pasando en muchos países del Estado con los restos de sus dictadores comunistas. El cuerpo de Franco, como el del resto de dictadores, está lleno de significados políticos y eso no lo puedes borrar con un decreto ley. Para esto tiene que pasar tiempo.

Ahora bien, habría que encontrar fórmulas para que Patrimonio no tenga que pagar por el mantenimiento de esa tumba. Tiene que haber mecanismos que lo permiten. Ahora mismo lo importante es sacar a Franco del Valle de los Caídos y reubicarlo con la legitimidad del Estado democrático.

Y una vez que Franco esté fuera… ¿Qué hacemos con el Valle? No sé si tiene la sensación de que se está desperdiciando una nueva buena oportunidad para ir más allá.

Tengo la sensación de que el Gobierno ahora mismo no sabe qué quiere hacer con el Valle de los Caídos. El Gobierno ha demostrado coraje político con esta decisión, pero me hubiese gustado que el coraje político fuera mayor. Cuando Pedro Sánchez viajó a Chile y volvió dijo que renunciaba a hacer un monumento de reconciliación en el Valle de los Caídos… A mí me pareció que esa frase se quedaba a medias. No dijo qué quería hacer.

¿Y cuál es su propuesta?

Pues yo defiendo una postura que tiene que ver con la pedagogía. Me gustaría que el Valle de los Caídos fuera utilizado como una especie de libro de Historia de piedra. Me explico. Ahora mismo el Valle de los Caídos tiene dos memorias. Por una parte, la memoria nacional católica, que se puede categorizar como totalitaria. Por otra, está la memoria democrática, con los cuerpos de los republicanos, que ahora mismo no tiene cómo expresarse. La propuesta que defiende es expresar esa memoria democrática a través de píxeles.

¿Cómo se hace eso?

Se trata de transformar el Valle sin obras. Sería crear una Wi-Fi potente con el que la gente pueda acceder estando allí a una serie contenidos digitales, no muy dirigidos, que permitan al visitante recorrer la historia del monumento a través de imágenes del No-Do de las obras, de las visitas de Franco, del discurso de inauguración, el propio entierro de Franco presidido por el rey… Hay muchísimo material disponible. Sería tener acceso a todo lo que encierra el Valle de los Caídos en un solo click. Con esta herramienta, el ciudadano libre puede ver, por sí mismo, aquellas palabras de Franco fueron un discurso de reconciliación o no, por ejemplo.

«Se trata de transformar el Valle sin obras. Sería crear una Wi-Fi potente con el que la gente pueda acceder estando allí a una serie contenidos digitales»

Esto permitiría revertir el secretismo que hay ahora mismo en el Valle, donde no puedes sacar el móvil para hacer una fotografía. El píxel también nos permitiría ver qué hay detrás de los muros mediante técnicas de realidad ampliada. Hacerlo todo accesible. De esta manera, se puede crear un relato democrático sin necesidad de construir nuevos monumentos. Se trata de utilizar de forma inteligente las nuevas tecnologías, que son más baratas y transmiten mejor a las nuevas generaciones, que es lo que importa.

Esta sería para mí la solución. De esta manera, la memoria totalitaria quedaría en la piedra, mientras que la memoria democrática estaría en el píxel.

Usted también ha hablado de crear rutas europeas de visita a monumentos totalitarios…

Sí. Creo que es muy importante desterritorializar el Valle de los Caídos. Esto es, habría que colocarlo dentro de una ruta de monumentos totalitarios europeos que incluya a Alemania, Italia y España, y también, por qué no, Rusia y a otros países de Europa del Este donde hay monumentos totalitarios. Eso de alguna manera significa desterritorializar el monumento y convertirlo en un monumento emblemático de lo que fueron los pensamientos totalitarios de mediados del siglo XX. A veces perdermos de foco que el Valle de los Caídos es uno de estos monumentos, pero en su versión española: el nacionalcatolicismo.

Me parece que esta medida sacaría al Valle de los Caídos de su eje actual, que no es otro que un eje conservador, neofranquista de preservar el statu quo.

¿Se pondrían de acuerdo en el Congreso sobre cuál debe ser el relato democrático del Valle de los Caídos?

El relato democrático que se aporte al Valle no tiene que ser especialmente cerrado. Creo que los estados democráticos deben promover una ciudadanía crítica y eso es lo fundamental. El Valle de los Caídos se convertiría así en un lugar maravilloso para que historiadores, especialistas, antropólogos, sociólogos, politólogos, pudieran construir relato de lo que es la España democrática como contraste o en base al relato que propone ese Monumento.

Se especula mucho sobre si el Gobierno exhumará a Franco a plena luz del día y con publicidad o lo hará más a escondidas para evitar posibles incidentes, tal y como hizo Zapatero con la última estatua de Franco en Madrid. ¿Usted cómo cree que debe ser?

«Creo que los estados democráticos deben promover una ciudadanía crítica y eso es lo fundamental»

Pues en una cosa intermedia. Creo que la exhumación se tiene que documentar, se tiene que grabar y que se tiene que publicar después en forma de documental o reportaje para televisión. Pero creo que no se debe hacer de manera publicitada. Por una parte, porque podría generar disturbios. Por otra, porque se convertiría en un espectáculo televisivo con conexiones en directo y demás. No creo que sea conveniente convertir esto en un espectáculo para programas de tertulias. Sería contraproducente y sería una especie de banalización.

¿Echa de menos que no se incluya mover a Primo de Rivera en este primer paso?

Nosotros, en el documento de 2011, defendimos que Primo de Rivera puede estar en el Valle, pero no en un lugar preeminente, mientras que Franco tenía que estar fuera porque su presencia era extraña incluso para el uso que el franquismo había previsto para el monumento ya que no fue un caído de la Guerra Civil.

Creo que el Gobierno ha querido ir por partes. Empezar por Franco para después continuar con Primo de Rivera y con la entrada a las criptas donde ya hay sentencias judiciales en firme de los tribunales. Lo que pasa es que el tiempo político se le está echando encima. No obstante, creo que si consiguen sacar a Franco, todo lo que venga después será más fácil. Será mucho menos problemático.  Una vez que Franco salga, la riada se llevará a José Antonio Primo de Rivera y se podrá ver qué se hace con las criptas.

Hace unas semanas vandalizaron la placa de Yolanda González. Esta semana ha sido el turno de las tumbas de Pablo Iglesias y la Pasionaria. Parece que seguimos sin gestionar bien como sociedad la Memoria Democrática. ¿Qué nos pasa con la Memoria? Parece que se trata de un mensaje al Gobierno.

Sí, me parece evidente que se trata de un mensaje al Gobierno que viene a decir ‘si se toca a Franco no hay cuerpo que esté a salvo’. A mí parece tremendo que se hagan este tipo de cosas. Pero hay que tener en cuenta que no son nuevas. Ya sucedía antes. Hay muchísimos monumentos en todo el país que se han levantado sobre fosas que han sido vandalizados una y otra vez. Creo que forma parte de la mala digestión de la Memoria en este país. Estas acciones, junto a las dificultades para mover a Franco, nos permite hacer un diagnóstico un poco desolador sobre la calidad de la democracia en la que vivimos o, incluso, del deterioro de la calidad democrática.

https://www.publico.es/politica/exhumacion-franco-paco-ferrandiz-me-gustaria-valle-caidos-fuera-utilizado-especie-libro-historia-piedra.html