Intervención en el acto celebrado el Domingo 29 de septiembre en el Cementerio civil de Madrid

 

 

Intervención de Santiago Aparicio, por el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid

ULTIMOS FUSILADOS DEL FRANQUISMO

Compañeras, camaradas, amigos. Desde la Federación Estatal de Foros por la Memoria y el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, nos sentimos muy honrados participando en este acto en memoria de José Humberto, José Luis, Ramón, Juan y Ángel, los cinco últimos fusilados del franquismo el 27 de septiembre de 1975.

Franquismo que nació de un golpe militar contra el legítimo gobierno de la Segunda República y que se inspiraba en las instrucciones remitidas por Emilio Mola el 19 de julio de 1936:

“Es necesario propagar una atmósfera de terror. Tenemos que crear una impresión de dominación […]. Cualquiera que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado».

Y así, el franquismo se desarrolló tras una guerra en la que (con el apoyo de Hitler y Mussolini) se ensañó con bombardeos sobre la población civil y se consolidó con una brutal represión al finalizar la contienda con desapariciones, exilio, y campos de concentración. Represión que se mantuvo en el tiempo por la vía de la policía política y tribunales de orden público, entre otros métodos para la restricción de derechos y libertades.

La violencia del Estado franquista se ejerció durante los 40 años de dictadura sobre todas las personas que mostraran el menor atisbo de oposición ideológica al régimen, secuestrando la soberanía del pueblo español, ejercitando un terrorismo de Estado sobre el conjunto de la sociedad y aplastando el derecho de rebelión, entendido éste como el derecho a la resistencia de los pueblos para derrocar y reemplazar a sus gobernantes ilegítimos (incluso por el uso de la fuerza).

En este contexto se enmarcan los hechos que rememoramos en este acto, 44 años después. Un proceso judicial sin las debidas garantías jurídicas y, que a pesar del clamor en contra de tantos organismos y opinión pública internacionales, acabó con el fusilamiento, o más bien asesinato, de los 5 militantes antifascistas, en lo que a la postre sería el último y violento estertor de la sanguinaria dictadura franquista.

Pero con la muerte del dictador, apenas un par de meses después de estas ejecuciones, no desaparecería el rastro de la criminal dictadura. El Estado español ha optado por subrayar la continuidad legal entre el Estado franquista y el pretendidamente democrático actual, mediante lo que dio en “mal-llamarse” modélica transición, que no ha hecho sino conducir a que 40 años después, los torturadores y asesinos de aquel régimen, mantengan el reconocimiento y honores ofrecidos por el Estado, mientras éstos son negados a los luchadores por la democracia y las libertades.

Así las cosas, este acto no puede sino convertirse en una oportunidad más para reivindicar Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo.

Pero no habrá Verdad, Justicia y Reparación

• mientras el Parlamento no apruebe una Declaración de nulidad de la Ley de Amnistía de 1977, pilar central de lo que organismos internacionales de derechos humanos han dado en llamar “modelo español de impunidad”.2
• y mientras no se promulgue una Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del franquismo: 3

◦           que establezca la condena del mismo como régimen criminal, condene lo que supuso su atentado y golpe de estado a la II República española, y que condene la guerra, la dictadura franquista y la represión continuada de los derechos humanos.

◦           que garantice a las víctimas del franquismo, del nazismo y de la transición política española, el reconocimiento jurídico de todos sus derechos en los términos exigidos en los tratados y acuerdos internacionales firmados por el Estado español.

◦           que declare la nulidad de pleno derecho de todas las acciones legales de carácter represivo del régimen franquista, así como de toda aquella legislación que mantenga la impunidad de los crímenes franquistas,

◦           y que permita eliminar definitivamente todas las formas de exaltación del franquismo; calles, monumentos y honores.

Cuando todo esto se consiga, estaremos más cerca de la Tercera.

¡Salud y República!

1          Thomas, Hugh. (1976), La Guerra Civil Española Vol. I. Ediciones Grijalbo. Barcelona