Xavier Vernetta describe la ambición las clases dirigentes del franquismo en su nueva novela
‘PaÃs de llops’ dibuja el odio latente, la impunidad, el papel de las fuerzas cÃvicas y el deseo de poder en los años 60
Â
Barcelona. (EUROPA PRESS). – El escritor Xavier Vernetta ha presentado este miércoles en Barcelona su nueva novela PaÃs de llops (‘PaÃs de lobos’ de la Editorial Proa), ambientada en los años 60, donde ha retratado la ambición y el ansia de poder de los dirigentes de la época.
Los personajes principales son un empresario industrial, un militar, un periodista afÃn al régimen y un exlegionario que habÃa luchado en a Guerra Civil. A través de sus histórias, Vernetta ha diseccionado la ambición humana llevada a lÃmites extremos.
El odio latente, la impunidad, el papel de las fuerzas cÃvicas y el deseo de poder son los temas centrales de esta novela. «Me interesaba tratar –ha afirmado el autor en rueda de prensa– a la clase dirigente, ya que en esa época habÃa un cierrto descontrol y unos lÃmites bastante desdibujados».
Ha señalado, que en los años 60, el gobierno franquista inició una etapa ligeramente aperturista por lo que habÃa muchas posibilidades de ganar dinero y muchos «espacios de poder que se debÃan cubrir».
En ese entorno ha descrito personajes que, para poder llegar a donde desean, no dudan en hacer cosas fuera de la ley o, incluso, fuera de la lógica humana. Barcelona, donde se ambienta la novela, es la «protagonista imprevista».
Con el retrato de esa ciudad, Vernetta intenta mostrar una sociedad que, pese a los problemas, siempre consigue superar los problemas. El autor se ha documentado a través de periódicos y de sus propios recuerdos para retratar el ambiente cotidiano de la ciudad: los bares, las redacciones o las comisarÃas.
El editor de ‘PaÃs de llops’, Josep Lluch, ha afirmado que esta es una obra donde los personajes son fundamentales ya que son «muy complejos y con una psicologÃa nada simplista».
Según Lluch, la novela tiene un «estilo cinematográfico». En ella aparecen muchos narradores y muchos puntos de vista y ha intentado reproducir «la forma fragmentada en que el lector vive la realidad».