Será difÃcil olvidar la historia
En la España de 2016 un alto cargo y dos alcaldes del PP son premiados por la Fundación Francisco Franco
GERARDO TECÉ
En noviembre de 1939, un carpintero alemán llamado Georg Elser atentaba sin éxito contra Hitler en Múnich. El nazismo acababa de invadir Polonia y la xenofobia, el odio y la locura eran trending topic en Alemania. Cada año en la misma fecha, los gerifaltes de la esvástica se reunÃan en una cervecerÃa muniquesa para conmemorar el aniversario de un intento de golpe de Estado años atrás. Durante meses, el joven opositor al nazismo construyó en solitario, pieza a pieza, una bomba de relojerÃa incrustada en una columna de la cervecerÃa en la que Hitler darÃa ante los suyos su discurso anual. La bomba explotó a la hora planeada por Elser, pero Hitler se habÃa ido de la cervecerÃa diez minutos antes de lo previsto. Asuntos de guerra. Diez minutos que hubieran cambiado la historia, pero que no lo hicieron. Hoy, en el lugar de aquella explosión, una placa incrustada en la pared no homenajea a los ocho muertos causados por la bomba, sino a Elser, detenido y ajusticiado años después de aquello en un campo de concentración en Dachau, al sur de Alemania. En otro punto de la ciudad, el callejero muniqués le agradece al carpintero el intento de acabar con la cúpula del nazismo con la Georg Elser Platz.
En la España de 2016, mientras las cunetas siguen de bote en bote y contar el chiste de Carrero y Sergei Bubka sigue acarreando una probable visita a la Audiencia Nacional, un alto cargo y dos alcaldes del PP son premiados por la Fundación Francisco Franco. El mérito, honrar desde sus cargos institucionales la memoria del dictador negándose a aplicar la ley que exige la retirada de la vÃa pública de placas, monumentos y calles que hacen apologÃa del fascismo. Al tiempo que los miembros del Partido Popular explican que son demócratas de siempre, pero que en sus ratos libres cada uno se deja homenajear por quien le da la gana, a 400 kilómetros, en Callosa de Segura (Alicante), un grupo de vecinos intercala rezos y saludos fascistas mientras hacen guardia ante la cruz que homenajea a los franquistas fallecidos durante la Guerra Civil. El recién nombrado alcalde socialista del municipio explica abrumado en televisión con señal nacional que a ver si la ha liado parda y que su intención era hacer cumplir la ley, pero que, ante el follón que se ha montado, se estudiarán soluciones menos drásticas, como, por ejemplo, paralizar la retirada de momento.
El campo de concentración de Dachau es hoy un museo conmemorativo que rinde homenaje a quienes, como Elser, estuvieron allà recluidos y fueron asesinados. El objetivo es subsanar el daño hecho a las vÃctimas y recordar la negra historia, para que nunca vuelva a repetirse. En España podemos estar tranquilos en ese aspecto, lo de olvidar la historia negra será complicado porque nunca ha dejado de ser presente.
http://ctxt.es/es/20161214/Firmas/10068/Gerardo-Tece-Hitler-Guerra-Civil-Franco.htm