Pilar, nuestra madre
Antonio Cruz González - 23-12-2004
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=9185
Observé la intervención de Pilar Manjón en uno de los programas informativos de las cadenas televisivas. No seguí su intervención total. Pero en ese corto espacio de las noticias, ya observé algo distinto, algo diferente. Alguien hablaba en “nuestro" Parlamento y los políticos callaban. No despreciaban al interlocutor como nos tienen acostumbrados, no se reían, no se atrevían a levantar la vista, algunos, se tapaban la cara, otros. ¿Qué estaba pasando? Empecé a investigar leyéndome la intervención en la Prensa, comentando con la gente habitual que tengo a mi lado. Una madre con vestidos negros, de luto, que firmemente reclamaba respeto por los muertos, por los que cayeron víctimas de un terrorismo desatado por la estupidez de otros, una madre que no hablaba en términos políticos, que se la entendía todo lo que decía, y que repartía sus quejas y reclamaciones para todos. Por que los que nos tenían que representar pierden su tiempo habitualmente, hablando del sexo de los ángel es, como los gobiernos de Constantinopla, que no llegaron a saber si éstos eran machos o hembras, porque, mientras en estas difíciles disquisiciones estaban, entraron los invasores y les cortaron la cabeza.
Ahora hay algo, hay alguien, más que invasores. Somos los ciudadanos. Los ciudadanos que salimos a la calle diciendo que faltaban 200, que NO a la guerra, que se ayudase a las familias de las víctimas, que se gobernase para el pueblo, tenemos ahora nuestro representante verdadero. Así Pilar con una entereza que la honra y dignifica, ha luchado por ser escuchada, por levantar la voz, en público, no en un rincón o a puerta cerrada, como querían aquellos que no quieren la verdad, ha luchado por su hijo, por los otros hijos, y por todos nosotros.
Pilar lo dijo bien claro, no nos merecemos esto. Hemos sido y seguimos siendo demócratas, hemos ido a votar con nuestro dolor de madrileños, de huérfanos, de viudas y viudos, de ciudadanas y ciudadanos golpeados por el terrorismo, sí, pero también por la incompetencia, la ruindad, la mentira, el oportunismo. De políticos que no nos han representado, de instituciones, de poderes, de medios, que han fallado. Tal cómo dijo Pilar. Hasta de niñatos chillones que no aguantarían uno a uno, la mirada del dolor, atreviéndose a insultar en plena calle, en la impunidad de la masa.
Si todos fuimos víctimas, ahora yo quiero ir más lejos, quiero ser hijo, de esa mujer que a pesar de su dolor, con una integridad extraordinaria, sin levantar la voz , pero con una verdad, una justicia y una representatividad, que yo al menos la otorgo, dejó las cosas bien claras, hasta las de que el proceso sería largo, y hasta las de que no venía a reclamar dinero. ¡No hay dinero, señores neoliberales, para pagar la dignidad y la integridad!. Sí queremos, si quiero, una madre como Pilar.
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