Avilés. Descubriendo la historia. Dos jóvenes castrillonenses trabajan en la recuperación de archivos de la II República, la Guerra Civil y la dictadura
La Voz de Avilés - 3 de septiembre de 2004

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MARÍA DÍAZ/AVILÉS
«Quienes perdieron la Guerra Civil siguieron siendo los perdedores porque nunca se contó su verdadera historia». Es la opinión de Pablo Martínez y Rubén Chimeno, dos jóvenes que intentan recuperar la verdadera historia de Castrillón, centrada en la época de la II República, la Guerra Civil y principios de la dictadura de Franco.

Después de cursar las carreras de Historia y Filología hispánica, respectivamente, Martínez y Chimeno decidieron aceptar una beca de estudios históricos que el Ayuntamiento de Castrillón ofrece todos los años. Realizaron la solicitud y el jurado, formado por un representante de cada partido político, aceptó por mayoría la concesión de la beca. A pesar de que el tema ya les gustaba desde el instituto, reconocen que «se nos va a quedar corto, ya que es algo que se debía haber planteado desde hace 20 años».

Llevan desde febrero trabajando en este proyecto, aunque aseguran que «nuestra mayor satisfacción no es descubrir cosas, porque todo lo que estamos viendo es nuevo. Lo que más nos gusta es el contacto con la gente mayor». Reconocen que relacionarse con las personas que vivieron ese momento histórico, es lo que más datos les aporta, «saber cómo vivieron, cuáles eran sus costumbres, cómo se divertían...». Incluso con todos estos datos van a realizar «un archivo digital de audio, para que otras personas también lo puedan consultar».

Los aspectos a los que más atención les van a dedicar en el libro van a ser «a las mujeres, la represión, las fosas comunes... intentando tratar los aspectos demográficos, sociológicos, económicos y culturales».

A pesar del aparente carácter de enciclopedia que pueda tener el proyecto, aseguran que «no queremos hablar de que existió algo, sino de por qué llegó a existir. Es decir, siempre desde el punto de vista humano».

Los archivos que están consultando proceden de diferentes partes, no sólo de Castrillón, sino también de Avilés, de Asturiana de Zinc y de Salamanca, «porque, aunque se nos quede un poco grande, pretendemos no recuperar sólo la historia de Castrillón, también abarcar un poco el ámbito nacional». Por esta razón rechazan que los archivos históricos se encuentren sólo en Salamanca «ya que dificultan mucho la tarea de investigación, no sólo a nosotros, sino a personas de diferentes lugares». De esta manera se suman a la protesta, cada día mayor, de la separación de archivos para las diferentes regiones.

Miedo a recordar

«Aunque ya hayan pasado casi 70 años, la gente sigue teniendo miedo al recuerdo de esa época». Pablo y Rubén afirman que en su recorrido por las casas de Castrillón «a pesar de que nos han tratado bien, siempre hay gente que se niega a hablar». Aseguran que ese miedo a hablar es porque, para ellos, es algo que todavía está reciente, «no tienen rencor, ni ansias de venganza, pero a muchos todavía les duele lo que ocurrió».

Los jóvenes investigadores dicen que el respeto y el temor de aquella época es mucho mayor que su interés por recuperar la historia perdida. «Mucha gente que participó en la guerra ya está muerta, pero todavía quedan sus hijos, sus nietos..., la gente no quiere que el nombre de su familia salga a la luz».

Sin embargo, aseguran que ellos nunca pretenden acusar a nadie, simplemente recuperar algo que está ahí y nadie quiere reconocer.