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«Poder restituir los restos de un ser querido no se paga con nada»
Mercedes Salado-Luis Fonderbrider - Deia - 22/05/2004

http://www.deia.com/22-5-2004/22GipuzGipuz0203B.htm


Mercedes Salado-Luis Fonderbrider Antrópologos forenses con larga experiencia en la exhumación de desaparecidos y fusilados de dictaduras y guerras
 
F. O. Donostia

La madrileña Mercedes Salado forma parte de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala y alcanza una década de trabajo en América Latina. El argentino Luis Fonderbrider ha investigado en 30 países de todo el mundo. A ambos les une su experiencia desenterrando cuerpos y reconstruyendo las historias de crímenes contra la Humanidad. Ayer conocieron en Aranzadi las del franquismo.

¿Cuáles han sido las aportaciones de la antropología forense a la investigación de los desaparecidos en crímenes contra la Humanidad?.

MERCEDES: Las aportaciones han sido básicamente en la investigación de casos de desaparecidos y el aporte de pruebas, principalmente de violaciones de derechos humanos, de violaciones al derecho internacional humanitario y violencia política. Y contribuye bien para procesos de investigación penal para la búsqueda de responsables, bien en casos de restitución de restos a los familiares para identificación de las víctimas o casos de Comisiones de la Verdad, para realizar una reconstrucción histórica de los hechos.

¿Cómo recibe la familia el hallazgo de restos de los suyos?

MERCEDES: Cada familiar es un mundo y en cada lugar es diferente. Hay personas que quieren encontrar a los familiares, para que haya una muerte social y cumplirle al muerto todos los rituales. Hay otras personas que no supieron lo que pasó y lo que quieren es información de cómo los mataron. Otros sólo quieren enterrar a sus familiares dignamente. Y hay familiares que al encontrar sus restos saben que no termina su lucha y quieren seguir buscando a los responsables de esa muerte.

¿Cómo ha sido su trabajo con los desaparecidos de Argentina? ¿Qué presiones u obstáculos han tenido que salvar?

LUIS: Comenzamos trabajando en el año 84. No hemos tenido grandes obstáculos para realizar el trabajo, sino los derivados de hacer una investigación que no es encargada en su totalidad por el Estado. Es un tema muy doloroso y complejo. Hemos exhumado 600 cuerpos y ha sido posible identificar un número importante de ellos unos 150 han sido restituidos a los familiares. Su estudio de cómo murieron sirvió como pruebas para la Justicia en los diferentes procesos.

En un trabajo tan trágico, ¿hay espacio para la satisfacción?

MERCEDES: El momento en el que puedes restituir los restos de alguien no se puede pagar de ninguna forma. Es un trabajo difícil, porque estás involucrado permanentemente en la muerte, en testimonios muy duros y en procesos que casi nunca se supieron. Pero la posibilidad de que la ciencia puede ser útil en un asunto como éste es importante.

¿También se vuelcan en la reconstrucción de los hechos?

LUIS: Necesariamente tenemos que hacerla para llegar a la identificación de un cuerpo, y en muchos casos nos toma una parte importante del tiempo. Estamos en contacto muy estrecho con familiares y testigos de los hechos.

Guatemala, Honduras, Chile, Perú, ex Jugoslavia...

LUIS: He trabajado en 30 países del mundo, en la mayoría de América Latina, ex Jugoslavia, Filipinas, Sudáfrica, Zimbawe, Congo, Irak, Albania... Más presiones he sentido, por el contexto, en Colombia, Irak o el Congo, donde el conflicto es muy reciente o aún está presente. Pero la presión grande y temor es para los familiares y las comunidades que allí viven.

¿Hay algún denominador común de torturas, matanzas...?

LUIS:En cada país es un caso diferente, aunque hay algunos patrones comunes: secuestro, tortura, la ejecución de gran cantidad de personas, el ocultamiento de los cuerpos, la falta de investigación y el daño que producen a grandes sectores de la población.

En Guatemala aparecen ahora más cuerpos de la represión genocida de Ríos Montt.

MERCEDES: La fundación lleva trabajando doce años y hasta el momento van unas 300 investigaciones, que supone haber recuperado unos 2.500 cuerpos, la mayoría indígenas campesinos. Hubo un efecto de bola de nieve, y se solicitan cada vez más exhumaciones. Pero sólo han llegado cuatro casos a los tribunales.

¿El papel de los familiares?

LUIS: Son el motor de la búsqueda, no sólo para ubicar la fosa y dar datos de sus seres queridos sino también para reclamar a las autoridades. Nuestro trabajo les ayuda a mitigar la angustia.

¿Importantes también son las Comisiones de la Verdad?

LUIS: Ha sido un mecanismo útil para tener una primera imagen oficial de lo que pasó en un país, pero con pros y contras: es el Estado con todo su peso el que decide; y por otro lado, los tiempos son muy limitados y se cortan las investigaciones a partir de los informes.

¿El horror del ser humano no tiene límites?

M-L: Pareciera que no