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El desfile de la "victoria"
Emilio Sales Almazán, Talavera 20 de abril de 2004.




Realmente estoy decepcionado. El cambio y el cumplimiento de ciertas promesas, que parecen que se atisban, no han sido acompañados de otras actitudes. Un detalle que ha pasado desapercibido y que tiene su importancia ha sido la promesa o juramento de la Constitución. No voy a entrar en el detalle de que el expresidente castellanomanchego haya jurado, mientras los demás miembros del gabinete prometieran la Carta Magna, es las referencias contradictorias que rodeaban al ejemplar donde los nuevos gobernantes declaraban solemnemente su compromiso constitucional: una Biblia y un Crucifijo. ¿Estoy equivocado si nuestra máxima norma de convivencia marca claramente la aconfesionalidad del Estado?.

Pero ya en el colmo de la parafernalia nuestro flamante nuevo Ministro de Defensa, no tiene suficiente con hacer el acto protocolario de traspaso de la cartera ministerial, que se monta un desfile y presentación castrense para solaz y coronación de su ego. ¿Dónde se había visto en otra?. Sí. Quizás cuando entrego la medalla que otorgó a D. Marcelo, aquel flamante arzobispo “culminación de las más hondas raíces democráticas" (sobre todo cuando paseaba bajo palio a Franco). En aquella ocasión y en el acto de besamanos del prelado el embeleso era algo indescriptible.

También nos deleitó cuando, para asumir su último mandato como Presidente de la Junta de Comunidades, hizo la recepción digna de un emirato, y obsequió y se homenajeó en un cigarral de la capital regional a todo los más granado de la jet set.

Ahora debía probar lo que se siente ante el desfile de las tropas. Pero no satisfecho de ese acto, se tomó la molestia de invitar a los más granado de la sociedad civil. Los líderes sindicales (que me expliquen que hacían allí). Aguantan que el Señor Bono en plena fiebre patriótica les expusiera que no tienen nada que rascar en las llamadas fuerzas de seguridad del Estado versión militar. O sea, que de democratizar la Guardia Civil, de la búsqueda de una futura desmilitarización del cuerpo, nada de nada. Ya le recordaban que se leyera el compromiso electoral de su partido donde según el programa preveía la regulación del derecho de asociación profesional de los miembros de la Guardia Civil de acuerdo con la Constitución para la representación y la promoción de las condiciones profesionales de sus agentes. ¿Ha escuchado las quejas que los familiares de los miembros de la benemérita han hecho en sus manifestaciones en Toledo?. Los muros del Palacio de Fuensalida son demasiado gruesos para oír ciertas cosas.

Como no también tenían que estar esos artistas e intelectuales que tanto le han acompañado en sus tiempos por tierras castellanas y manchegas. Tengo que reconocer que D. Antonio Gala me ha dado la puntilla. Hoy hacía un cántico (espiritual) a las bonanzas del nuevo ministro. Y en esa loa llevaba la clave: “...José Bono ha pronunciado un discurso perfecto. No ha podido quedar mal ni con tirios ni troyanos, a no ser que estuviesen poseídos por la rabia o en posesión de la verdad, lo que suele ser muy parecido". Esta alabanza es lo más parecido a la adulación de la que dice huir el prócer albaceteño. No dude que el ministro le invitará a las giras que patrocinará dando desfiles por la ancha geografía patria. Pero precisamente ahí está el problema, dado a decir una cosa y la contraria al mismo tiempo. No se puede contentar a todo el mundo. Eso tiene un nombre: mentira.

Claro que en un discurso tan largo y ya en pleno éxtasis no es de extrañar que se liara. Hizo el cántico de las bonanzas del falangismo de su padre. Espero que el abuelo de nuestro presidente, Sr. Rodríguez Zapatero, asesinado durante la guerra civil, no haya tenido punzadas en su tumba. Ahora voy cayendo en la cuenta de cómo desde la presidencia del gobierno que hasta la fecha ha dirigido no se ha tenido la más mínima sensibilidad ante las peticiones sobre la recuperación de la memoria histórica y las reivindicaciones de los que fueron asesinados, perseguidos y encarcelados por el levantamiento militar fascista. Propaganda, mucha. Hechos, ninguno.