Jaén: Las abuelas rojas cuentan su resistencia
idealdigital - 23 de mayo de 2004

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ANA MOLINA. Posa junto a libros de la Guerra Civil que ha leído, porque es una de las homenajeadas.

La asamblea de IU en Jaén homenajea a las mujeres comunistas más veteranas y escucha sus vivencias como modo de animar a las jóvenes

ENRIQUE ALONSO //FOTO: ENRIQUE / LINARES

ABUELITAS comunistas, pero con mucha energía. La asamblea de IU en Jaén les da un homenaje en el VI Encuentro de Mujeres bajo el lema 'Mujeres en la resistencia: ayer y hoy'. El objetivo es reconocer su trabajo y que narren sus vivencias para que las jóvenes las escuchen y cojan fuerza ante los problemas y retos del presente y el futuro. Hay muchas, pero Ana Molina puede servir como ejemplo común de estas abuelas rojas.

Es una mujer que siempre sale en los periódicos, aunque en segundo plano, excepto hoy. La foto que la lleva a las publicaciones diarias es la del acto de homenaje en la fosa común del cementerio de Linares a los caídos republicanos en la Guerra Civil. Aparece cantando 'La Internacional' con el puño en alto. Ana Molina tiene 84 años, un humor que muchos jóvenes envidian y una lucidez extraña para su edad. Cuando llegamos estaba viendo en la televisión la boda de don Felipe y doña Letizia mientras que se lamentaba del lujo con tanta miseria en el mundo.

Bandera bordada

Ingresó en las Juventudes Comunistas antes de que estallara la Guerra Civil y una de las cosas que más le dolió fue cuando quemaron una bandera del PCE que ella había bordado. Cuenta que tras la victoria del bando de Franco fue detenida en Linares cuando se ocupaba de una guardería en la que acogían a los niños que venían de diversos puntos de España y eran refugiados. En ese momento la trasladan a Sevilla e ingresa en prisión. Su delito: pensar de manera distinta, ser comunista y no esconderse, sino presumir de su ideal político. Estuvo 10 meses y 3 días en la cárcel. Sus peores recuerdos no son los gusanos en el plato de comida o los piojos de prisión, sino los gritos de las personas que metían en los coches para fusilarlas. También guarda buenos, como un premio de 50 pesetas que le dieron por recitar una poesía en una exposición de la Virgen de la Merced. «Con 10 duros en la cárcel eras rica, incluso el gobernador preguntó qué había hecho, para dejarme salir, pero como estaba por causa militar, es decir, por ser comunista, pues me quedé encerrada», cuenta mientras ríe. Salió en octubre de 1942 en libertad provisional y en 1945 se sometió al consejo de guerra. Le pedían 18 años de prisión mayor por ser 'roja', además muy 'roja'; pero al final quedó en 12 meses de prisión menor.

Una escuela

Cuando salió se casó con su novio, al que se llevaron a la prisión de Burgos nueve días después de contraer matrimonio. Le enviaba fotografías y no regresó hasta que pasaron 20 años. El delito fue el mismo: ser comunista. Ana Molina tiene un nivel cultural importante y abrió una escuela. Cuenta que un día cuando se presentó en comisaría un policía le dijo: «Usted tiene una escuela». A lo que respondió que sí. «Me dijo que si querían me la cerraban, pero yo le contesté que la volvería a abrir porque no pensaba morirme de hambre». Ahora dice que se vive bien, aunque hay que mejorar en cultura y educación.

Se pone en todas las elecciones su pegatina de IU y va al colegio Salesianos de Linares como interventora. Un compañero del PP le dijo bromeando que le daba 100.000 pesetas si en unos comicios hacía el mismo trabajo para ellos. Contestó que ni muerta. «Tengo dos pagas y no necesito ese dinero». Comunista 100%.