La unidad e integridad del Archivo de la Guerra civil no están en peligro
27 de mayo del 2004 - José Luis de las Heras. Profesor Titular Universidad de Salamanca.

http://www.rebelion.org/spain/040527uni.htm

Contrariamente a lo que opina el alcalde Lanzarote la unidad e integridad del Archivo de la Guerra Civil no están en peligro, lo que se está cuestionando es la continuidad indefinida de una injusticia histórica. Entre los muchos atropellos que cometió el régimen de Franco se incluye la incautación por la fuerza de todo tipo de archivos públicos y privados. De este modo, el general liberticida se garantizó la información necesaria para liquidar a sus oponentes políticos. Para Franco la documentación era un medio y no un fin. Su objetivo era exterminar el sistema de libertades estructurado por la Segunda República y dado que la intención de la Dictadura era acabar con todos los partidos, sindicatos y colectivos sociales, nunca se planteó la posibilidad de devolver documentos a unos dueños a los que ni siquiera reconocía existencia legal.

La cuestión debería haberse enfocado de otra manera desde el momento que todas las entidades políticas, sociales a institucionales volvían a tener vida legal. No obstante, las complejidades de la transición española obligaron a ser cautos con todo lo referente a la Guerra Civil para no provocar intervenciones indeseadas de un ejército que todavía se sentía administrador de la victoria de Franco. Con esto hemos llegado a la situación actual en la que 65 años después de terminada la Guerra tenemos demasiadas cosas pendientes: símbolos laudatorios de la dictadura en lugares públicos destacadísimos, cadáveres de fusilados mal enterrados en las cunetas, víctimas sin indemnizar y sin reconocer, patrimonios incautados nunca devueltos, etc. Estos son los asuntos a los que debemos encontrar soluciones razonables para que los fantasmas de la historia no invadan continuamente el presente.

La preocupación de Julián Lanzarote por los archivos y la cultura resulta poco sincera desde el momento que tiene el archivo municipal en un estado lamentable, el Museo de la Casa de Lis y el Centro de Arte apenas si pueden abrir sus puertas por falta de presupuesto. Realmente nunca se ha preocupado de impulsar un debate serio sobre el Archivo de la Guerra Civil para que la población salmantina conozca a fondo la problemática de dicho centro archivístico.

El alcalde Lanzarote habla de unidad e integridad del Archivo, lo cual sería razonable si no fuera porque previamente se produjo la destrucción de la unidad de otros muchos archivos públicos y privados que actualmente están esperando la aplicación del principio archivístico invocado por el propio alcalde. En términos técnicos se entiende la unidad documental como la formada por un conjunto de documentos generados por una determinada oficina productora, por ejemplo la Generalitat de Cataluña que los generó en su día y que hoy está plenamente reconocida y facultada para conservarlos, si es que se le devuelven.

Invoca también el alcalde de Salamanca la protección de la UNESCO, personalmente creo que el asunto es de naturaleza política, es un lastre que nos ha dejado el franquismo y corresponde a los políticos solucionarlo. Para ello deben abandonar su tendencia natural a la politiquería y al oportunismo, deben pensar mejor las cosas y ofrecer a la sociedad soluciones justas y viables, porque en estos momentos no se sabe cuál es la postura del Partido Popular sobre la devolución de los documentos a sus legítimos propietarios. En Cataluña y Valencia dicen una cosa y en Salamanca la contraria. ¿Cada organización territorial del PP va a llevar su propia postura ante la UNESCO? ¿No parece ridículo esto? ¿Acaso la UNESCO ha amparado alguna vez el secuestro de documentación pública o privada?

La recogida de firmas a favor de una supuesta unidad del Archivo de la Guerra Civil le va a venir muy bien al alcalde Lanzarote para desgastar a un PSOE salmantino que enfocó mal el tema en el año 1995 y que ahora es demasiado timorato y no se atreve a enfrentar sus argumentos a los de un PP que se presenta a sí mismo como el mejor defensor de los intereses locales. Discrepo de quienes consideran que los intereses de la ciudad están depositados en el Archivo de la calle Gibraltar. En ese archivo no hay ni un solo documento relacionado con Salamanca por eso difícilmente podemos referirnos a él como nuestro archivo. El que verdaderamente es nuestro archivo, el que contiene la historia de la ciudad, es el Archivo Municipal que lleva años disperso y desunido porque nunca hemos recogido firmas para que el Ayuntamiento construya un edificio adecuado.

Siento que la unidad del archivo no está amenazada, que la devolución de los documentos a sus legítimos propietarios -después de digitalizarlos- es viable, es justa, es necesaria y es democrática. Nadie me va a manipular para que firme escritos encaminados a enfrentar a pueblos unidos por una historia de tantos siglos. Se habla mucho del problema separatista en el Estado Español, el cual es muy relativo en esta Unión Europea en la que nos hallamos.

Personalmente me parece más peligrosa la actitud de los políticos separadores, los cuales están dispuestos a enfrentarnos con Cataluña o con quien haga falta.