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De las Azores al Cara al Sol
Malali Labrac - 13 de abril del 2004

http://www.rebelion.org/spain/040413mal.htm




Muerte, destrucción, miedo, terror y sangre de inocentes. Estos son los frutos malditos que han producido los tres de las Azores desde que lanzaron sus tropas imperiales contra el pueblo de Mesopotamia hace ya más de un año.

Han sembrado la patria de la humanidad, la tierra donde nació la civilización, de cadáveres y de dolor porque un buen día al complejo industrial-militar del Imperio se le ocurrió eliminar a los enemigos de Israel en el Oriente Próximo. La junta imperial de Bush, los halcones y las palomas, los neoconservadores, los fascistas de nuevo cuño, han arrastrado al mundo a una orgía de violencia y terror, para apoderarse del petróleo irakí y para remodelar el mapa político en donde está enclavado el estado sionista. Y miserables cómo Blair, Aznar o Berlusconi les han ayudado en su empeño.

Fueron las tropas de ocupación españolas las que prendieron la mecha de la revuelta chií al disparar contra manifestantes en su mayoría desarmados que protestaban por la detención de un colaborador del clérigo Moqtada el Sadr.

En los días posteriores sunitas y chiítas se unieron contra los invasores, levantándose en armas en distintas ciudades del centro y sur del país. Las legiones imperiales del Cuarto Reich cercaron la ciudad de Faluya provocando la muerte de 600 irakíes en sólo una semana. Pocas jornadas antes siete terroristas se inmolaban en Leganés tras intentar volar el AVE.

El Trío Azoriano  es responsable de estos 600 muertos de Irak, de los miles que han fallecido desde el inicio de la invasión, de los muertos de Casablanca y de los asesinados en Atocha. El eslabón más débil de los conjurados azorianos, el falangista converso al constitucionalismo borbónico fue desalojado del poder monclovita tras el 11-M, y ahora recibe cómo recompensa a su destacada colaboración en la infamia un puesto de profesor asociado en la universidad de Georgetown. El chacal vallisoletano ha derramado tanta sangre obrera para impartir lecciones de marrullería y manipulación en la capital imperial.

Y aún así, después de tanto mentir y  de destruir tantas vidas, su delfín barbado recibe cerca de 10 millones de votos. Cómo decía el otro día Ramón Pérez de Almodóvar, muchos de ellos votos de auténticos fascistas, que presagian un futuro complicado para la convivencia en el Estado Español, y que representarán  un grave escollo para el movimiento republicano y transformador. Los años de caudillaje aznarista han fortalecido el franquismo sociológico que heredamos de la Santa Transición, jaleado por fascistas mediáticos cómo Losantos y Savater.

En pocos días se constituirá el gobierno social-liberal de ZP, repleto de felipistas y neoliberales, que está intentando por todos los métodos que las Naciones Unidas se encarguen del avispero irakí para no tener que cumplir la promesa electoral de hacer regresar las tropas españolas de ocupación. Por ello se ha convocado una concentración frente al Congreso de los Diputados el día de la investidura de Zapatero para exigirle al nuevo Gobierno que cumpla su promesa. Espero ver allí a algunos de los progres de visa oro, que añoraban  el paraíso pesoísta de los Gal y los Roldán (Una versión más descafeinada de la tiranía aznarista). A Pilar Bardem ya la vimos el otro día en la manifestación de Leganés, clamando dignamente contra la guerra y contra el terrorismo que ésta provoca. Los muchachos de Polanco se soliviantaron y expresaron su malestar a través de un editorial de su diario independiente de la mañana. No debemos olvidarnos que en febrero de 2003 ya justificaron la guerra en varios artículos cómo siempre recuerda el gaditano Antonio Maira.

Los chicos de la gaviota abandonan el Gobierno y llegan los chavalines del puño y la rosa, pero para muchos las cosas no cambian. El profesor universitario vasco Alfonso Martínez Lizarduikoa es secuestrado legalmente por las fuerzas represoras del Estado mandadas por SuperGarzón por el único delito de ser abertzale, mientras cuatro jóvenes navarros son excarcelados después de sufrir multitud de vejaciones y torturas. Y lo peor es que millones de personas en esta España Post Franquista que nos impusieron están de acuerdo con esas acciones encaminadas a destruir la voluntad independentista de muchas gentes en Euskal Herria. Eso es lo que han conseguido combinados la violencia de ETA y la gran mentira de la Constitución, crear el caldo de cultivo para la expansión del fascismo violento en las conciencias de muchos de nuestros conciudadanos.

En unos días celebraremos el aniversario de la Segunda República Española, luchando por la Tercera, que deberá de ser una República federal y popular, en donde estén garantizados los derechos sociales de los trabajadores, el laicismo del Estado y el derecho de autodeterminación de los pueblos. La gran disyuntiva de la humanidad se plantea de nuevo: socialismo o barbarie. Y debemos escoger bien si no queremos  que vuelvan las banderas victoriosas de la hidra fascista a lomos de la democracia burguesa y la globalización neoliberal.