Homenatge de Barcelona a Pierre Vilar
De lo social - 10-09-2004

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El historiador francés Pierre Vilar estuvo estrechamente ligado a Barcelona y Cataluña. Nacido cerca de Montpeller el año 1906 en el seno de una familia de maestros, estudio geografía en la Sorbona. Escogió el área industrial de Barcelona como tema de su tesis. Su llegada a nuestra ciudad, en el año 1927, le hizo cambiar la perspectiva. Su encuentro con la realidad política, social y cultural catalana, en plena efervescencia contra la dictadura de Primo de Rivera, le forzó a buscar en la historia, más allá de la geografía, los elementos que explicasen el hecho nacional catalán.

En 1931 se instaló en Barcelona, donde vivió la proclamación de la República y, posteriormente, el Seis de Octubre. El estallido de la Guerra Civil le obligó, a él y a su mujer, la archivera Grabielle Berrogain, a volver a Francia. Cincuenta años después reflexionó sobre las causas del conflicto en el libro La Guerra Civil Española, donde mostró sus dotes para sintetizar los grandes problemas históricos. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como oficial del ejercito francés, y fue hecho prisionero por los alemanes e internado en el campo de concentración, donde pasó cinco años (1940-1945). De allí, surgió una breve Historia de España, un libro que fue muy leído en España, aunque estaba prohibido por la censura franquista.

Acabada la Guerra Mundial, volvió a Barcelona, donde fue acogido por Agustí Durán i Sempere. Fue una estancia más corta de lo que había previsto, porque el clima de la guerra fría le impidió seguir en el Instituto Francés, y tubo que establecerse nuevamente en París. Así y todo, siguió viniendo periódicamente a Cataluña para continuar su investigación, que había de culminar en 1962 con su tesis doctoral, Cataluña en la España moderna, obra que ha devenido un clásico de la historiografía.

El impacto de su obra, traducida rápidamente al catalán, fue inmediato y perdurable, y ha influido poderosamente en diversas generaciones de historiadores. Su simpatía por la figura de Ferran Soldevila y las fructíferas relaciones que mantuvo con Vicens Vives y sus discípulos le convirtieron en un punto de referencia de la historiografía catalana desde mediados del años sesenta. Su presencia constante en Cataluña, invitado a hacer cursos y conferencias, la traducción inmediata de sus obras, el uso de sus conceptos por lideres políticos de todas las tendencias y la frecuencia de las citaciones de su obra testimonia lo amplia y difundida influencia que ha tenido en la historiografía catalana, acompañada de una considerable proyección catalana.

Discípulo de Ernest Labrouse - al que sucedió en 1965 como catedrático de historia económica en la Sorbona -, Vilar derivó hacia el marxismo, que le subministró la base teórica para enmarcar el análisis de las estructuras sociales y para dar cuerpo a un programa de historia total, relacionado con lo que llevará a término entonces la escuela de los Annales. Su programa historiográfico ultrapaso los perfiles de Cataluña - aunque el caso catalán continuo siendo la materia primera de sus investigaciones y reflexiones -, como lo demuestra su preocupación por las cuestiones de metodología y vocabulario históricos.