Santa Coloma pide la retirada del yugo y las flechas de 140 fincas
El Periódico de Catalunya - 14/11/2004
 Una placa con el yugo y las flechas falangistas, en el número 13 del pasaje de Queralt de Santa Coloma. Foto: SERGIO LAINZ
La solicitud está dirigida a viviendas protegidas levantadas durante el franquismo
La mayoría de los vecinos acoge con indiferencia la demanda municipal
MANUEL CABELLO SANTA COLOMA DE GRAMENET
El Ayuntamiento de Santa Coloma ha enviado 140 cartas a otras tantas comunidades de vecinos de edificios de protección oficial construidos durante la dictadura del general Franco para que retiren las placas con el emblema falangista del yugo y las flechas. La petición, que no es de obligado cumplimiento, ha sido acogida con indiferencia por la mayoría de vecinos de los bloques afectados. El pleno consistorial aprobó el pasado mes de enero una moción para retirar las chapas del franquista Instituto Nacional de la Vivienda. Desde entonces, los servicios municipales han detectado que en Santa Coloma quedan todavía unos 140 bloques de viviendas con la placa instalada en la entrada y ya han empezado a pedir a las comunidades de vecinos, por medio de cartas, que las retiren de forma voluntaria. El ayuntamiento reclamó primero a la Generalitat que se encargase de la sustitución a través de la empresa pública Adigsa, pero al no obtener respuesta ha optado por dirigirse directamente a los vecinos.
SIN IMPORTANCIA La mayoría de estos edificios fueron construidos hace 35 años y están repartidos por todo el municipio, aunque la mayor parte se concentra en algunas calles de barrios como Singuerlín. Una de estas vías es, por ejemplo, el pasaje de Queralt. Los números 3, 13, 15 y 17 todavía exhiben la placa. "Sí hemos recibido la carta, pero de momento la placa sigue ahí. ¡Qué más da! Hay otras cosas más importantes que resolver", decía ayer María del Mar Fernández, vecina del número 3.
REUNIONES PARA DECIDIR En el bloque 5, sin embargo, la placa ya no está. "El presidente de la comunidad recibió una carta del ayuntamiento y la ha quitado, pero no creo que tenga importancia", dice Jerónimo Martínez, vecino del inmueble. En otras comunidades se realizarán en breve reuniones para debatir la cuestión. "Lo decidiremos entre todos, pero no creo que haya problemas. Si deciden quitarla, la retiraremos, y si piden dejarla, lo haremos", apunta María Ortí, presidenta de una de las comunidades afectadas. La mayoría de los vecinos consultados se muestran indiferentes, aunque hay bastantes que aprueban la sustitución: "Cuantos menos símbolos franquistas queden, mejor. Ya sufrimos mucho durante la dictadura", asevera Esteban Martínez. "Si por mí fuera, la placa ya la habría quitado hace 20 años. Viví los bombardeos franquistas, en los que murieron familiares míos, de modo que estoy a favor de la retirada. Pero lo debatiremos en una reunión y no sé qué decidiremos. Hay gente de todos los colores", asegura Jerónimo Ródenas, un hombre de 73 años que preside actualmente la comunidad de vecinos del número 51 de la avenida de Catalunya.
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