23 octubre 05. Homenaje a la Guerrilla antifranquista en Santa Cruz de Moya
Asociaciones de Guerrilleros y Guerrilleras - 06/10/2005

Hace tan solo unos años nadie se acordaba de nosotros. Nos extinguíamos, nos íbamos haciendo viejos y los hombres y mujeres que luchamos en la resistencia de laguerrilla antifranquista entrábamos a formar parte de ese espeso olvido que la dictadura, primero, y después la transición política a la democracia se encargaron de extender entre la ciudadanía. Era como si a nadie le interesara nuestra historia. El franquismo prohibió nuestra memoria y luego tampoco la izquierda quiso saber demasiado que la guerrilla había estado ahí resistiendo en el monte, colaborando en aquellos años a mantener el espíritu de libertad y democracia que la II República había representado. Pero nosotros seguimos dando testimonio de nuestra existencia y desde el año 1987 organizamos desde nuestras asociaciones de guerrilleros, en colaboración con personas que desde su papel social, político e intelectual ayudaban en el proyecto, las Jornadas de Santa Cruz de Moya. Al principio éramos solo un puñado y, poco a poco, el panorama fue cambiando. Y fue cambiando no sólo en cuanto a la asistencia a Santa Cruz de Moya sino que en toda España la memoria histórica iba ocupando un lugar muy importante allá donde mirásemos: las asociaciones en torno a la recuperación de la memoria surgían en muchos lugares del país, las universidades se sumaban a los trabajos de investigación sobre aquella época, los ciudadanos y ciudadanas acudían cada vez más masivamente a los actos y homenajes que, como el de Santa Cruz y tantos otros, empezaban a proliferar por todas partes, sumando y formando ya parte de algo más fuerte contra el olvido. La cita en Santa Cruz de Moya se estableció, hace ya bastantes años, por los supervivientes de la guerrilla y sus asociaciones en el primer domingo de octubre. Allí está ubicado el monumento a la guerrilla porque allí, en sus proximidades del Cerro Moreno, cayeron en una emboscada que les costo la vida un numeroso grupo de camaradas en 1949. Cada vez acudía más gente a la convocatoria del acto que organizábamos con esfuerzo voluntarista las asociaciones de guerrilleros. Ya íbamos quedando pocos de nosotros pero nos sentíamos confortados por la asistencia masiva, una asistencia que ya no era sólo de personas mayores, sino que cada vez más se trataba de jóvenes que mostraban un gran entusiasmo por nuestra historia de viejos luchadores por la libertad y la democracia, por lo que hoy nuestra memoria significaba para ellos y su futuro. Era una honda satisfacción ver tantas voluntades juntas, tantas banderas republicanas, tanto espíritu vindicativo reunido allí para dar testimonio de que lo que hicimos entonces algún valor tuvo para conseguir la democracia que hoy tenemos. Porque el acto de homenaje a la guerrilla en Santa Cruz de Moya era sobre todo eso, la puesta al día de los valores republicanos, la necesidad de que esa cita no fuera sólo un acercamiento sentimental, nostálgico, a lo que fuimos. Los sentimientos, la nostalgia, no son más que un poso, quizás una parte –desde luego no la más importante- de lo que pretendimos desde aquellas primeras reuniones ante el monumento. Lo principal era -sigue siendo- lo que ese día de octubre tenía -debe de seguir teniendo- de acto republicano, de afirmación de que aquel tiempo puede, debería, volver a ser posible. Y también, claro que también, de reivindicación de nuestras exigencias como viejos luchadores contra el fascismo: que se nos reconozcan los derechos que otros ya tienen, derechos de todo tipo, políticos, económicos, de dignidad ideológica, de esa dignidad que en algunos archivos y pensamientos de la derecha aún sigue estando escrita bajo el mal nombre de bandoleros. Pero el 3 de septiembre de 2004, la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), que solía organizar en su mayor medida el acto de homenaje, recibió una carta del Ayuntamiento de Santa Cruz de Moya en que -sin saber nadie en qué derecho se amparaba- se hacía constar un acuerdo del pleno municipal en relación con la convocatoria del homenaje. A partir de ese acuerdo, AGLA dejaría de organizar dicho acto y esa organización correría a cargo del propio ayuntamiento. La institucionalización del acto, despojarlo de su carácter reivindicativo, de su contenido republicano, para abordarlo sólo desde el espíritu conciliatorio de la transición, eran los argumentos que se esgrimían más o menos veladamente para ordenar el cambio de rumbo del homenaje a la guerrilla. El año pasado, quienes asistimos al mismo, ya observamos ese cambio de rumbo. Para el próximo primer domingo de octubre, AGLA y otras asociaciones de guerrilleros intentamos llegar a acuerdos con el Ayuntamiento de Santa Cruz. Pensamos -y así se lo hicimos saber a través de nuestras cartas y de muchísimas otras de carácter estrictamente personal- que el homenaje debería de seguir manteniendo el carácter vindicativo de nuestra dignidad y derechos, de nuestra memoria todavía maltratada, de lo que representa para muchos de nosotros y nosotras y para muchísima gente el espíritu de la II República. No hubo manera de llegar a ningún acuerdo. Por eso, este año, los abajo firmantes, pertenecientes todos ellos a diversas Asociaciones de Guerrilleros y Guerrilleras, vamos a organizar nuestro acto de homenaje a la guerrilla en Santa Cruz de Moya el domingo 23 de octubre, a las 12 de la mañana. No queremos interferir en el acto que pueda tener lugar en la fecha en que veníamos celebrándolo convocado ahora por el Ayuntamiento. Sabemos que las divisiones no son buenas para casi nada, que de la confrontación puede salir dañada nuestra memoria y eso es lo contrario de lo que pretendemos. Pero la manera de resguardar esa memoria insatisfecha que es la nuestra no casa con las maneras oficialistas, extremadamente oficialistas, del ayuntamiento de Santa Cruz de Moya. No somos exaltados, a nuestra edad la exaltación ya es algo fuera de lugar. Pero no nos conformamos con algunas iniciativas que se acercan a nosotros como si fuéramos objetos que ya no valen nada. Estamos vivos, bastante vivos aún para los años que tenemos. Y por eso estaremos en Santa Cruz de Moya el próximo día 23 de octubre, para rendir homenaje a lo que fue aquel tiempo de la II República, a los valores que representaba, y por los que aún hoy seguimos luchando con las muchas o pocas fuerzas que nos quedan. No negamos los actos organizados por el Ayuntamiento del pueblo, está en su derecho de organizar las actividades que crea conveniente. Seguramente, todos y todas hacemos falta, ellos y nosotros, su acto y el nuestro. Quizás el próximo año podamos confluir todos, los unos y los otros, en ese homenaje único y reivindicativo que nuestra memoria viva se merece. Firmado por: Florián García Velasco. Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) Remedios Montero. Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) Esperanza Marínez. Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) Amada Martínez. Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) Mariano Bejar Toro. Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) José Murillo Murillo. Agrupación Guerrillera de Sierra Morena, Córdoba. Francisco Martínez López. Agrupación Guerrillera de León-Galicia. Jesús de Cos Borbolla. Agrupación Guerrillera Cántabro-Astur Felipe Matarranz. Agrupación Guerrillera Cántabro-Astur Gerardo Antón Garrido. Agrupación Guerrillera de Extremadura. Cáceres José Moreno Salazar. Agrupación Guerrillera de Los Jubiles, Córdoba Miguel Padial. Agrupación Guerrillera de Granada Julián Antonio Ramírez. Miembro de la Resistencia en Francia
|