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Sobre la astucia
BALTASAR PORCEL - 13/07/2005 - La Vanguardia


Interesante serie la que ha iniciado nuestro periódico al publicar esos "archivos desclasificados" por Washington. ¿El Franco de 1939-45, el que se mantiene en pie cuando pudo caer por varios precipicios, era muy listo y no lo parece o tuvo mucha suerte, lo que resulta curioso? El posterior tiene poco mérito, España es país fácil de llevar cuando se consigue el poder, es de los que en un par de siglos ha cambiado menos de Europa, piénsese en Francia, Alemania, Italia. Y Gran Bretaña, que tampoco lo ha hecho, ha sido porque ya cambió profundamente antes. Aunque Franco también podría haber sido astuto al máximo, esta característica suele ser poco tenida en cuenta cuando en bastante gente suple a la inteligencia y propicia la suerte.

En todo caso, a Franco lo salvó después de la Segunda Guerra Mundial su anticomunismo, se convirtió en bastión seguro para los aliados, mientras la Europa del Este caía en manos del Kremlin y Grecia e Italia parecían a punto de hacerlo. Esto está claro. Pero, ¿por qué no entró Franco en guerra junto a Hitler, sobre todo después de la ocupación de Francia y antes del desembarco de Estados Unidos? Se repite que debido a que España estaba muy agotada y que necesitaba abastecimientos que Alemania no podía asegurar, y que con ello como realidad o excusa Franco evitó sumarse al Eje. Pero no resulta convincente que nuestro dictador sufriera por el pueblo, su hieratismo en este sentido fue tremendo. Hablé mucho con un personaje clave en todo esto, Ramón Serrano Suñer, y no saqué nada en limpio, salvo una gran riqueza detallista. Serrano era un dandi inteligente, obsesivo y culto. ¿O hubo una entente subterránea y firme entre Madrid y Londres? Franco, pese a su necia admiración por Hitler, no dio la orden definitiva y acabó culpando a Serrano de la amistad con Alemania e Italia, lo que éste negaba sin precisión, pero que mucho después pareció posible al publicarse las conversaciones secretas de Hitler con sus jerarcas -por cierto, interesantes-, en las que detestaba a Serrano.

Y constituyendo la astucia un sexto sentido con la rapacidad como meta, ¿es a lo que Franco entonces obedeció? Además, tenía algo que pudo ser también decisivo: acompañaba a su astucia una visión simplona, localista, de escalafón cuartelero, y la mayoría de la gente que le rodeaba no era mejor. Así y en la península aislada geográficamente, se hallaba más a sus anchas que entre los grandes del mundo, pudo escurrirse, y ellos tampoco lo tenían muy en cuenta ni al país, era como cualquier dictador sudaca aliado. Y otro interrogante: ¿por qué al final quiso conocerlo De Gaulle, gran personalidad?