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'Caza de rojos' reconstruye la represión del comunismo. José Luis Losa enfrenta a Carrillo y Semprún por la ejecución de Grimau
El Periódico - 01/07/2005



Santiago Carrillo, en una imagen en San Sebastián, en el 2004. Foto: ARCHIVO / EFE


LUIS MARCHAL
MADRID

El periodista gallego José Luis Losa (Santiago de Compostela, 1965) vuelve al Madrid de los 50 en Caza de rojos. Un relato urbano de la clandestinidad comunista. Reconstruye las relaciones que tenían dirigentes y militantes del Partido Comunista de España (PCE) como Santiago Carrillo y Jorge Semprún. De hecho, recupera los problemas personales que existen entre los dos con el tema de fondo de la responsabilidad de la muerte de Julián Grimau, que desarrolló labores policiales en la Barcelona de la guerra civil y fue fusilado en abril de 1963.
En este debate, Semprún culpabilizó indirectamente de la muerte a Carrillo, en Autobiografía de Federico Sánchez (1977), "porque era una imprudencia enviar a España a una persona como Grimau". En cambio Carrillo responsabilizó al escritor "porque sufrió un chantaje emocional de la mujer de Jorge, que no quería que regresase a Madrid". Pero Losa insiste en que "la verdadera culpa es la dictadura de Franco".
El autor dice que ambos son vistos por la sociedad como "figuras incontestables y modelos de dignidad y ejemplo, dos seductores". Losa, miembro fundador del Colexio de Xornalistas de Galicia, recalca: "Este es un ejemplo de que la transición continúa abierta, que hay muchas luces y sombras sobre ella".
Este es un tema que los protagonistas prefieren no tratar. "La publicación del libro ha estado parada un año por la negativa de Semprún a ser entrevistado", dice Losa, que logró su propósito en la Semana de Cine de Valladolid. La reacción que espera de los personajes "es el silencio", pero no le extrañaría que "intentaran silenciar el libro si tiene éxito". Tiene claro que "sería interesante que hablaran entre ellos", y considera que "la transición ha sepultado la clandestinidad y la memoria antifranquista".
Para lograrlo, el periodista ha preferido el formato de novela para que llegue a todos los públicos, incluso "al que está saturado de estos temas". No sólo se ha apoyado en los testimonios del exsecretario general del PCE . También han hablado con Losa, entre otros, Nicolás Sartorius (que vio a Grimau el día anterior de su ejecución en la cárcel), Javier Pradera, Eduardo Haro Tecglen, Jordi Solé Tura, Jiménez de Parga y los difuntos Manuel Vázquez Montalbán y Juan Antonio Bardem. Ha entrevistado "a toda la gente que sigue viva y tenía relación con Grimau".
En la lectura, se recorren los túneles de las citas secretas, los pisos francos, las lealtades, las torturas, la cárcel y muertes en un Madrid controlado por el comisario Conesa y la Brigada Político-Social. Aparecen protagonistas de la lucha franquista, que "no tuvieron relevancia en la historia", como Francisco Romero Marín, El Tanque. Losa, que escribirá su biografía, confiesa que es su personaje favorito: "Estuvo 18 años sin que le pillaran hasta que Conesa lo atrapó en 1974". Además, recuerda a Domingo Malagón que era el falsificador de documentos para los perseguidos por antonomasia. "La clandestinidad es fascinante como vivencia. El miedo y la adrenalina están recogidos en el libro".