Cuencas. Norma, entre Hillary y el SOMA. La bisnieta de Manuel Llaneza, natural de Los Ángeles, recuerda en Mieres al sindicalista y ex alcalde del concejo
La Nueva España - 22/05/2005

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Norma Dehnadi, bisnieta de Manuel Llaneza, junto a varios libros y fotografías del líder sindical mierense.

Mieres del Camino,
David MONTAÑÉS
Manuel Llaneza fundó en 1910 el Sindicato Obrero de la Minería Asturiana (SOMA). Ocho años después logró un triunfo histórico para el socialismo al acceder a la Alcaldía de Mieres. Más tarde ocuparía un escaño en Madrid, y a su muerte, en 1931, más de 40.000 personas se manifestaron en señal de duelo y respeto. Estos datos biográficos dibujan a grandes rasgos el semblante del Manuel Llaneza político, pero no aportan demasiada información sobre el hombre. Para indagar en lo personal hay que picar en otras puertas, que en casos como el de Norma Dehnadi parecen totalmente ajenas a las raíces mineras de las Cuencas. Bisnieta del recordado sindicalista, ha vivido toda su vida en Los Ángeles (EE UU). Allí, a orillas de apacible y soleado océano Pacífico, lejos de las minas, del verde y del encorajinado mar Cantábrico, ha levantado un pequeño templo en honor a su antepasado. «Tengo toda la casa llena de recuerdos, libros y fotografías, estamos muy orgullosos de nuestro origen».

Norma Dehnadi es nieta de Arístides, uno de los cinco hijos de Manuel Llaneza. Casada con un iraní asentado en Estados Unidos, sus apellidos de soltera delatan su origen: Ríos Llaneza. «En Los Ángeles aún estamos un poco atrasados en ciertas cosas y las mujeres todavía adoptan el apellido de sus maridos», explica. A sus 47 años, trabaja como secretaria en un despacho de abogados y cada cierto tiempo acude a Mieres de visita. Estos días se encuentra en el concejo: «Nos encanta toda la zona, la calidad de vida es fantástica y no entiendo cómo haya gente que se marche sin motivo; mi intención es jubilarme aquí».

Para Norma, emocionarse al escuchar el apellido Llaneza es inevitable. «En mi casa siempre se ha hablado mucho de lo que hizo mi bisabuelo y de su entrega a los problemas de los demás, era un hombre bueno», afirma. No obstante, un rápido repaso a la historia de la familia demuestra que el legado político de Manuel Llaneza ha tenido un alto precio, pagado por sus descendientes. «Mi abuelo, después de la muerte de su padre, tuvo que escapar al monte». Al término de la guerra civil, los dos hijos mayores del ex alcalde de Mieres vivieron 12 años en los campos huyendo de la represión franquista. «Mi abuela y otras mujeres preparaban grandes cantidades de comida y, a escondidas, la subían a las montañas». La trágica aventura acabó con la familia en el exilio: Francia, México y, finalmente, Los Ángeles.

La política forma parte de la vida de Norma Dehnadi, aunque, en su caso, ha decidido ver los toros desde la barrera: «Lógicamente soy liberal, qué iban a decir sino mi abuelo y mi bisabuelo», comenta entre risas. Para ella, el debate ya no está en los pozos hulleros, está Estados Unidos. A Norma le queda más cerca el gobernador Arnold Schwarzenegger que José Ángel Fernández Villa. Cuando se le pregunta por el primero hace un gesto de rechazo, el segundo le despierta algo más de curiosidad. La musculación de sus políticas es distinta. Lo que sí tiene claro esta mierense de corazón es que los Estados Unidos están preparados para tener a una mujer en la presidencia: «Hillary es muy inteligente y lo haría muy bien». Norma y Hillary comparten un mismo destino, portan ilustres apellidos del mundo de la política.