Una capilla laica homenajeará a los represaliados del franquismo en León. El Foro por la Memoria almacena ya más de un millar de nombres para colocar en su interior
Diario de León - 14/07/2005

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El proyecto de Óscar García Luna podría inaugurarse el 14 de abril del próximo año

A. Caballero

El homenaje a los represaliados por el franquismo se plasmará en una capilla laica, enmarcada por dos muros de hormigón de 35 metros, primero paralelos y luego convergentes, que configurarán un espacio íntimo de meditación y recuerdo. Con esas dos características, que sintetizan el monumento y el espíritu con el que nace el reconocimiento, se levantará en el cementerio de Puente Castro -sobre la fosa común donde quedaron sepultados los cuerpos de las víctimas de las tropas nacionales- el testimonio del pueblo de León hacia «aquellos hombres y mujeres que perdieron la vida por defender la legalidad democrática», como reza el texto de la moción aprobada en el Ayuntamiento.

El consistorio cuenta ya sobre su mesa con el proyecto, redactado por el arquitecto Óscar García Luna, que solicitaron al Foro por la Memoria de León y que ha recibido el beneplácito de los responsables de la administración municipal, que ahora deberá poner fecha al comienzo de unas obras que no deberían extenderse más allá de los seis meses de duración. El cumplimiento de los plazos posibilitará que se resuelva la inauguración el próximo año en coincidencia con el día planteado por los gestores de la idea, el 14 de abril, pronunciamiento de la II República.

En esa fecha estará finalizado el cuerpo del exterior del muro de la fachada, jalonado por las siluetas en acero inoxidable, separadas ligeramente del hormigón, como recuerdo de los represaliados frente a su último destino, que irán primero sobre la superficie verde del césped para introducirse poco a poco en un suelo hostil de piedra que simboliza la fosa común en la que estuvieron.

El hilo conductor del recuerdo, según la concepción de García Luna, emerge en el interior del proyecto rescatado por las familias. En los muros laterales de ese espacio se instalarán las placas individualizadas de cada uno de los represaliados -que ya ascienden a más de un millar según la nómina abierta por el Foro por la Memoria-, en las que se detallarán su nombre y circunstancias personales. La capilla laica, en la que habrá tres bancos de hormigón, se centrará en una escultura, en el lado opuesto a la entrada, realizada en barras de metacrilato transparente -tres de ellas con los colores de la bandera republicana como homenaje a las ideas por las que murieron- que superarán la altura de los muros. De la tierra al recuerdo.


Un sitio ideado para la cabida de todos

La idea promovida por el Foro por la Memoria de León ha encontrado después de casi un año asiento sobre el papel. Los responsables de la organización trabajan ya con más de un millar de nombres de represaliados, más una decena de restos sin identificar que entrarán también en el homenaje.

Espacio para 2.000 placas

El interior de la capilla mantiene espacio para 2.000 placas, la mitad en cada muro. La idea principal es que cada familia pueda colocar de forma individual la reseña de su represaliado y conservar un espacio de recogimiento y recuerdo de su memoria, tanto tiempo sepultada. Una veintena de estas placas se colocarán el día de la inauguración.

Sin parangón

Los homenajes existentes en España están diseñados sólo como murales o monolitos. García Luna ha querido innovar en este campo y componer un proyecto que, con el respeto más escrupuloso a las distintas sensibilidades, sirva de memorial a la sociedad.

Sobre la fosa común

Los muros de 35 metros de longitud, que parten paralelos y luego convergen, se situarán en la fosa común del cementerio de Puente Castro, casi en su zona central, no muy lejos del monumento a los caídos de la Falange. El homenaje cobra mayor representatividad en este emplazamiento del osario.


... era un diario en 1936

Tres centenares de reproducciones del ejemplar que el periódico que dirigía Miguel Castaño sacó a la calle el día del alzamiento nacional se repartirán en el homenaje

Hay unos versos sueltos que afirman que La Verdad ya sólo es un periódico de Murcia. En 1936, La Democracia era un diario vespertino de León. Y en eso se quedó cuatro décadas, sobre las linotipias del medio impreso que dirigía Miguel Castaño, a quien el plomo -qué paradoja- le dio muerte en los fusilamientos del mes de julio por ser alcalde de un ayuntamiento en cuyo balcón colgaba una bandera de España con tres colores: rojo, gualda y morado. Setenta años después de aquellos sueños de plomo, que pese al peso llegaron a volar, la inauguración del monumento a los represaliados, prevista inicialmente para el 14 de abril del 2006, rescatará 300 reproducciones del ejemplar que La Democracia sacó a la calle el sábado 18 de julio de 1936. En León, se glosaba el desastre de la calle Ordoño II, cuyo pavimento se había levantado en su primer tramo, frente a la antigua farmacia de Peña; el lamentable estado de la carretera de Puente Villarente a Boñar; el anuncio de la obra La viuda alegre en el teatro Alfageme; y los nuevos modelos de herramientas para el campo. El «Dragón Rapide» ya estaba en tierra y sólo un artículo de Indalecio Prieto barruntaba la guerra: «La temperatura febril que padece España la está aniquilando. ¿No hay modo de hacerla remitir?».

León todavía seguía al pie de la letra la democracia, que días después no cumpliría la definición de Churchill. Si llamaban a las 6 de la mañana a la puerta, no era el lechero.