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Franco, una renuncia por dinero. A inicios de 1975 la CIA informó de negociaciones económicas con la familia Franco para que forzase la marcha del dictador
EDUARDO MARTÍN DE POZUELO - 01/09/2005 - La Vanguardia


LA INTELIGENCIA DE EE. UU. aclaró que el trato con la familia estaba en punto muerto por cuestiones económicas y por un indulto

Son dos notas de la CIA, concretamente de la Central Intelligence Agency de su base de Europa Occidental y están fechadas en enero y febrero de 1975. Naturalmente, están catalogadas máximo secreto y su lectura abre la puerta a una extraña historia de renuncia al poder de un Franco enfermo y de supuestas negociaciones económicas con la familia del dictador con el fin de que ayudase a presionar al Caudillo para que abandonara el poder. Las notas de la CIA ocultan aún hoy, más de 30 años después, los nombres de los informantes del espionaje norteamericano, pero en cambio citan a Franco, Fraga o el mismo Rey de España.

CIA. 17 de enero. "Se informa de iniciativas entre bastidores para apremiar a Franco a que renuncie". Con este enunciado comienza la primera de las dos notas que abordan este asunto. "Informes procedentes de Madrid indican que el príncipe Juan Carlos, elegido sucesor de Franco a la Jefatura del Estado, considera la posibilidad de solicitar su renuncia al anciano mandatario. Es plausible que los debates sobre la cuestión provengan, en mayor medida, de conversaciones entre sus personas de confianza, que se expresan con mayor espontaneidad al respecto, que de instrucciones concretas en este sentido procedentes del propio Juan Carlos y destinadas a promover tales conversaciones en su nombre. El Príncipe es persona prudente y cauto por naturaleza, perfectamente consciente de los riesgos que entraña explorar semejante cuestión", informaban los servicios secretos.

Pero la CIA aportaba más datos sobre el asunto: "Una persona de confianza del embajador español en Londres, Manuel Fraga Iribarne, informa de que el Príncipe desearía que Fraga sondeara a varios políticos y diplomáticos experimentados, durante su visita a España la semana próxima, acerca de si apoyarían a Juan Carlos en el caso de que éste comenzara a presionar a Franco para que renuncie. La misma fuente -sigue textualmente la nota- afirmó asimismo que el Príncipe desea debatir con discreción con Fraga los planes tendentes a nombrarle presidente una vez que Juan Carlos asuma el poder. Dado que esta información procede de una persona de confianza de Fraga, parece tratarse de una información sesgada o interesada", matizaban y añadían algo que podría interpretarse como la primera noticia sobre la creación de Alianza Popular (que acabaría dando paso al Partido Popular): "Fraga, ex ministro de Información, persona con ambición y moderado desde el punto de vista político, propugna un cierto grado de liberalización del régimen actual y sopesa actualmente la posibilidad de constituir una asociación o movimiento político, de acuerdo con la normativa de un decreto de asociación que establece la legalidad de estas formaciones políticas".

"Existe actualmente en Madrid -escribieron-el criterio extendido de que este tipo de conversaciones entre personas de confianza podrían perfectamente proseguir en lo sucesivo aunque, no obstante, afloran dudas de que Juan Carlos personalmente esté comprometido con el plan, de que la cúpula militar dé su respaldo a una iniciativa de esta naturaleza y de que Juan Carlos quiera realmente reemplazar al presidente Arias Navarro".

"Se ha tenido conocimiento -igualmente en Madrid-de informaciones aún más llamativas, en el sentido de que Juan Carlos ha confirmado que mantiene conversaciones con la familia de Franco acerca de su renuncia, y que éstas se hallan en punto muerto en el lo referente al acuerdo económico y a la concesión de indulto susceptible de aplicar a la familia en el momento de la renuncia de Franco. Según estas informaciones, Juan Carlos mantendría en el cargo de presidente a Arias Navarro. En cualquier caso, las negociaciones entre Juan Carlos y la familia de Franco en este momento no deberían en absoluto contemplarse a la luz de la oposición de la familia a la asunción provisional del poder por parte de Juan Carlos durante la enfermedad de Franco el verano pasado", revelaba la nota de la inteligencia norteamericana.

La CIA sostenía que "según el propio Arias Navarro, cuatro de los doce capitanes generales del país le han dicho individualmente y por separado que en su opinión Franco debería jubilarse. Lo que no significa, sin embargo, que piensen ir tan lejos como para apremiarle a retirarse. Estas informaciones parecen tener su origen en la actividad política consiguiente a la promulgación del Decreto ley de asociaciones políticas y pueden, asimismo, dar cuenta cabal de la decepción de ciertos círculos a propósito de la reasunción de los poderes propios de la Jefatura del Estado por parte de Franco en el mes de septiembre".

El 7 de febrero de 1975 la CIA completó la nota anterior con otra que tituló "Franco prepara su renuncia a la Jefatura del Estado español". Decía así: "El general Franco ha estado realizando preparativos desde finales de enero para traspasar su cargo como jefe del Estado al príncipe Juan Carlos, sucesor designado por él. Juan Carlos ha estado asistiendo a sesiones informativas de Franco para el traspaso de poder. Tal previsión dejaría en manos de Franco únicamente el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas". Y, a partir de esa información inicial la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. enmarcaba la cuestión: "Desde el momento de recobrar sus funciones el pasado mes de septiembre tras una enfermedad estival, han circulado rumores en Madrid que apuntaban la posibilidad de una renuncia de Franco". Una fuente tan secreta que en la nota la identifican con dos asteríscos "sostiene que Franco no está gravemente enfermo. Su enfermedad se complica, sin embargo, por el hecho de que la medicación utilizada para tratar su mal de Parkinson no es compatible con el tratamiento que recibe para la flebitis". Según los agentes estadounidenses, "el delicado estado de salud de Franco ha generado una inusual excitación en círculos políticos en los últimos meses".

La misma fuente, secreta aún hoy y de la que solo sabemos que estaba en Madrid, les dijo que "Juan Carlos ha estado hablando con la familia de Franco acerca de la renuncia del General, pero que las conversaciones están en un punto muerto en lo concerniente a los términos de la disposiciones económicas y demás aspectos a acordar con la familia cuando Franco renuncie", es decir, casi lo mismo que en el caso del comunicado anterior, pero en el fondo una confirmación del mismo. También en línea de su comunicación de enero, la CIA insistía en que Fraga seguía explorando la posibilidad de crear una asociación política y que el post franquismo estaba cerca.

Investigación: Eduardo Martín de Pozuelo
Edición: Iñaki Ellakuría
Documentación: C. Salmurri, F. Martínez

LOS PROBLEMAS DEL FUTURO REY
"Deberá establecer su independencia de Franco"

IÑAKI ELLACURÍA - 01/09/2005

Los movimientos -con alguna turbulencia que otra- acontecidos durante el ocaso del dictador español fueron objeto de estudio por la Casa Blanca. Una nota de la CIA fechada en febrero de 1975 se hacía eco de los intentos de algunos miembros del régimen -en este caso Fraga Iribarne- para situarse en primera línea en la carrera por la sucesión, además de analizar los problemas que podría encontrase don Juan Carlos si ocupara el trono de España.

"Hay informaciones que versan sobre la visita a Madrid el mes pasado del ambicioso político Manuel Fraga Iribarne, embajador de España en Londres, según las cuales Fraga trata de explorar las posibilidades de crear una asociación política para promover su carrera política.

Juan Carlos pidió a Fraga que sondeara a políticos de relieve españoles sobre si estos apoyarían al Príncipe en caso de que comenzara a presionar a Franco para que renunciara".

Para EE.UU. muchos sectores en España esperaban la marcha del dictador, excepto los ultraderechistas, los mismos que "le convencieron para que volviera el pasado otoño" y que "harán todo lo posible para animarle a que se quede tanto como pueda". Según la CIA, si don Juan Carlos "jura el cargo, su problema inmediato, aparte de la animadversión de la extrema derecha, será establecer su independencia de Francisco Franco. Se darán fuertes inclinaciones y tentativas, mientras el dictador opere con cierta capacidad, para remitirle a él la adopción de decisiones vitales".