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El 'Trabajo de Dios', según EE.UU.. Ante la posibilidad de un gobierno monocolor del Opus Dei en España, la inteligencia de EE. UU. estudió la obra de Escrivá
EDUARDO MARTÍN DE POZUELO - 16/08/2005


SERÍA UNA simplificación excesiva clasificar al Opus Dei como una sociedad secreta aunque no publican sus actividades"

En mayo de 1969 los mentideros políticos españoles iban llenos de especulaciones a media voz sobre una probable reorganización gubernamental en la que Franco incluiría a varios miembros del Opus Dei. La posibilidad, que resultaría cierta el 29 de octubre de aquel año con la formación de un nuevo gobierno vicepresidido por el ultra católico almirante Carrero Blanco, inquietaba a todos los interesados en España entre los que se encontraba el del Director de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado de EE. UU. que encargó un estudio sobre la naturaleza del Opus. El trabajo de investigación se culminó el 27 de mayo de 1969 y contenía todo lo que los americanos querían saber sobre "la sociedad católica secular Opus Dei o Trabajo de Dios",como tradujeron el nombre para mejor conocimiento del gobierno del presidente Richard Nixon.

"Los rumores recientes referentes a una posible reorganización del Gobierno español en un futuro cercano incluyen especulaciones de que dicha reorganización podría conllevar a un aumento de la influencia de la sociedad católica secular, Opus Dei (Trabajo de Dios). Este documento resume la información histórica disponible sobre esta sociedad, evalúa su impacto en la España de hoy, y hace una estimación de sus posibilidades de influencia en el futuro", anuncia el primer párrafo del informe que como condición adicional a la tradicional confidencialidad estaba prohibido sacarlo fuera del territorio de EE. UU.

Para los investigadores norteamericanos de finales de los años sesenta, la valoración de la naturaleza y el poder del Opus Dei era difícil de evaluar y variaba ampliamente en función de las fuentes a las que acudían. Por una parte, "los representantes de este instituto católico secular mantienen que simplemente buscan infundir principios cristianos en el día a día. Por otra parte, diversos observadores de fuera de la organización han indicado que buscan el control político, económico y educacional de España".

Por otra parte, fuentes que definían como "miembros de los grupos rivales dentro de la Iglesia, así como los críticos fuera de la Iglesia" no aceptaban la renuncia del Opus Dei de su interés por el poder y "señalan a sus intereses en periódicos y en bancos, su control de la Universidad de Navarra, su habilidad para mantener a sus oponentes fuera de las principales posiciones en los campos de la educación y de la cultura, y su penetración en los niveles más altos del gobierno".

En cuanto a la organización, escribieron que "fue fundada en 1928 por el padre Josemaría Escrivá" y que había sido reconocida por el Papa en 1943. "En la actualidad - añadían- tiene sucursales en unas 40 o 50 naciones o más (incluyendo al menos 5 en EE. UU.), aunque el número de miembros más numeroso e importante, con diferencia, se encuentra en España".

Más adelante señalaban que había obtenido "considerable publicidad el gobierno de febrero de 1957", indicando que el miembro de mayor rango del Opus Dei en el gobierno "Laureano López Rodó llevó a cabo una extensa reorganización del mismo y que dos prominentes miembros del Opus Dei; Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio, fueron nombrados ministros de Comercio y de Finanzas, respectivamente".

Los informadores de 1969 consideraban que "los rumores de que el Opus Dei podría, en el caso no improbable de que se produjera una reorganización del gobierno en el futuro próximo, ganar más influencia en el gobierno - quizás con la incorporación de uno o dos cargos más- son plausibles. Por otra parte, creemos que es extremadamente improbable el informe de que el aumento de la influencia podría ser de tal magnitud que el resultado fuera un gobierno del Opus Dei". Argumentaban esta circunstancia alegando que Franco "siempre ha mantenido un equilibrio dentro de sus gobiernos, con representación de los militares, la Iglesia, la comunidad empresarial y el Movimiento Nacional (Falange)", y en esta etapa del régimen no esperaban que se fuera a producir un abandono de dicho enfoque político. No obstante, la realidad es que el nuevo gobierno, del que saltó Manuel Fraga, se caracterizó por la presencia destacada de miembros del Opus.

Tal vez con la intención de no dejar cabos sueltos, el futuro del Opus sin Franco también fue objeto de estudio. "Creemos que en el caso de un cambio rápido hacia un tipo de gobierno menos autoritario, sin duda se pedirían cuentas a la organización por sus muchos vínculos con el régimen franquista y por el hecho de que normalmente se la tiene por colaboracionista, por ejemplo, con los distintos grupos democristianos. Creemos probable, no obstante, que los gobiernos posteriores a Franco serán básicamente autoritarios durante al menos varios años, evolucionando como máximo con precaución en la dirección de un sistema más libre. En ese caso, no parece que haya razones por las que la sociedad no siga prosperando".

Tras el análisis político y de futuro, el informe profundizaba en las interioridades de la organización religiosa. "No existe una clasificación oficial de pertenencia al Opus Dei. Se sabe, no obstante, que se hace una gran distinción entre los miembros de pleno derecho, y el resto".

"Una categoría, llamada en ocasiones Numeraría - escribieron- asume votos de castidad, de pobreza y obediencia. Muchas personas de este grupo viven en casas comunitarias (de las que hay unas 20 en España) y aportan a la sociedad todos sus ingresos más allá de lo que necesiten para mantener su estatus profesional. Un segundo grupo, que es mayor que el primero y que se conoce con el nombre de Supernumerario asume alguno de los votos tradicionales, aunque no todos, dependiendo de la situación personal del individuo. Un tercer grupo, los colaboradores no toman en votos. Este grupo se supone que incluye a la mayor parte de los miembros del Opus Dei".

A los norteamericanos les dijeron que en España había entre "5.000 y 250.000" personas pertenecientes a la Obra."Probablemente ambas cifras son exageradas" por ser el número demasiado pequeño o demasiado grande, y añadieron que trataron de calcular el número por otra vía: "Las cifras de circulación de una publicación enviada a los miembros del Opus Dei sugiere que el número actual de miembros puede estar en torno a 50.000 o 60.000; y es bien conocido que que la mayoría de los miembros son laicos".

Pero, ¿cómo describir al Opus? Los autores lo intentan: "Sería una simplificación excesiva clasificar al Opus Dei como una sociedad secreta - dice el informe- aunque no publican sus actividades y hay un cierto aura de conspiración alrededor del mismo. Parece ser una organización de elite, generalmente limitada a personas intelectuales y profesionales. En lo referente a su celo y entusiasmo, sus miembros se parecen algo a los jesuitas, quienes, no obstante, son sus mayores enemigos, en parte porque ellos han perdido su antigua preeminencia en su favor".

Según el informe, los líderes del Opus Dei sostenían que pertenecían a un amplio espectro político, pero para los americanos "hablando en general" la agrupación había sido "colaboracionista con el régimen" y recogía la expresión "masonería blanca" expresada por los enemigos de la Obra.

Investigación: Eduardo Martín de Pozuelo
Edición: Iñaki Ellakuría
Documentación: C. Salmurri, F. Martínez
Mañana: A EE. UU. le interesaban los ´lópeces´ / 39