Artículos y Documentos

Los contactos secretos de Kennedy. Indalecio Prieto buscó en Washington apoyo oficial de EE. UU. para la oposición española y fracasó en el intento
EDUARDO MARTÍN DE POZUELO - 20/08/2005 - La Vanguardia


LA INTELIGENCIA DE EE. UU. en Barcelona no pudo confirmar si enviados presidenciales trataron con la oposición española

El lunes 27 de marzo de 1961 el viejo líder socialista, Indalecio Prieto, se presentó en Washington para pulsar el sentimiento de la Administración Kennedy respecto a la oposición española en el exilio. Es evidente que a Prieto le conocían y le respetaban, pues fue recibido por el Departamento de Estado donde le trataron con amabilidad. Sin embargo no le dieron ningún motivo de esperanza para pensar que el nuevo gobierno demócrata fuera a cambiar las relaciones de Estados Unidos con Franco. Las bases militares en España seguían siendo prioritarias, los acuerdos de 1953 continuarían manteniéndose y la relación con la oposición seguiría siendo todo lo prudente que exigía no poner en peligro los pactos bilaterales con el régimen español. Así estaban las cosas y así se lo dijeron a Prieto.

Sin embargo es posible que la relación del presidente Kennedy con la oposición española no fuera exactamente como quiso mostrarse en aquel encuentro, pues hay documentos desclasificados de los que se desprende que es más que probable que bajo mano, en secreto incluso para algunos miembros de su propio gobierno y para la Inteligencia americana, John F. Kennedy apoyara, como mínimo moralmente, a Prieto y la oposición.

Tres días después de que Prieto se presentara en Washington, el consejero presidencial Robert H. McBride escribió al embajador en Madrid, John Davis Lodge, para explicarle la visita del socialista con el fin de que estuviera preparado ante la segura protesta del régimen que, como anunciaba en la carta, "inevitablemente se entera cuando uno de los líderes exiliados viene a vernos".

La comunicación comenzaba: "Indalecio Prieto, el antiguo líder del Partido Socialista Obrero Español, vino a vernos. Se encontraba de camino a Toulouse, para asistir a una reunión del Comité Ejecutivo del PSOE y de UGT. Con 80 años, y con problemas de vista, ya no es el joven político mencionado con tanta frecuencia en el libro del embajador Bower, aunque sigue teniendo un considerable prestigio entre los exiliados españoles".

Prieto deseaba tratar la situación española con oficiales de alto rango de la nueva Administración americana, pero no era fácil. "Hemos intentado desanimarle para que no viniera a Washington pero, como puede ver, nuestros esfuerzos no han tenido demasiado éxito. Hemos seguido el procedimiento normal que empleamos en Departamento de Estado al recibir a los exiliados españoles, donde las conversaciones con ellos se tratan a un nivel no superior del oficial de recepción". Así pues, el funcionario que habló con Prieto, un tal Ray relató McBride a Logde- pareció aceptarlo con filosofía". Luego el ex ministro republicano "repitió la acusación acostumbrada de los exiliados y otros opositores del régimen de Franco de que nuestra cooperación con este último está volviendo al pueblo español contra Estados Unidos, haciendo que sea más receptivo a la propaganda comunista masiva que se está emitiendo en España".

Indalecio Prieto le dijo a Ray que había recibido un informe fiable acerca de un encuentro entre don Juan y un emisario secreto del presidente Kennedy para tratar del futuro Gobierno español. Y, mientras el socialista hablaba del padre del Rey, McBride entró en el despacho: "En ese momento aparecí para saludar al Sr. Prieto, a quien había conocido hace muchos años en La Habana, y pude informarle de que sabemos que no existe ningún emisario presidencial que esté tratando nada con Don Juan".

Finalmente, para los norteamericanos, Prieto "no demostró tener nuevos puntos de vista sobre la situación española, no reveló ningún plan ni programa profundo para un gobierno posterior a Franco (que no fuera indicar que su partido cree firmemente en los principios de la Carta Atlántica), e indicó que los distintos grupos españoles de la oposición no estaban más próximos a cooperar que en el pasado. Si bien, obviamente, le atendimos con la mayor cortesía y consideración, se fue, sin que le diéramos nuevas ilusiones respecto a nuestra política española y, esperamos, que sin ningún resentimiento".

En fin, oficialmente una reunión cordial pero un tanto improductiva que contrasta con un informe de inteligencia de 5 de junio de 1961 - de sólo tres meses después del encuentro reseñado- titulado Supuestos contactos del PSOE con la administración Kennedy en el que los propios agentes norteamericanos se muestran desorientados sobre la posibilidad de relaciones con la oposición española no controladas por ellos. El párrafo inicial del documento describe, en jerga de servicio secreto, la situación: "A continuación incluimos información de Inteligencia referente a la oposición española y a los supuestos contactos con la Administración Kennedy, y se hace en memorándum informal en lugar de hacerlo a través de difusión directa de inteligencia a la Comunidad de Inteligencia debido a que no hemos podido comprobar de forma adecuada el contenido de los informes...".

Este extraño asunto parte de la información de "un contacto normalmente fiable de la oposición catalana" obtenida a finales de abril de 1961 en "nuestra base de Barcelona" y que se refería a las negociaciones entre los Cristianos Demócratas españoles, PSOE y la Acción Democrática Republicana Española (ARDE) para crear una coalición de centroizquierda que sería conocida como la Unión Democrática (UD). Indalecio Prieto, firmaría dicho pacto en París y se supone que había estado en EE. UU. "donde se reunió con el presidente Kennedy". Por su parte, la propia fuente "había recibido la visita de dos representantes Demócratas, Chamberlain (fonético) y Fellen (fonético), y por un representante del Departamento de Estado, Fulbright. La fuente (que se cita) dijo que de estas tres entrevistas "había obtenido el soporte extraoficial del Gobierno de EE. UU. y que el presidente Kennedy se había dirigido al Vaticano, a través de un prelado católico americano, con la propuesta de que la Iglesia española se alejara del régimen de Franco. También habría logrado que la Casa Blanca hablara con el Pentágono para que los militares desatinados en España mostraran menos entusiasmo por el régimen de Franco y exploraran los sentimientos de sus colegas ante un cambio político en España.

Investigación: Eduardo Martín de Pozuelo
Edición: Iñaki Ellakuría
Documentación: C. Salmurri, F. Martínez

Mañana: Cuando Kennedy iba por libre / 42