Artículos y Documentos

Un PaPa en el callejero
Emilio Sales Almazán - Talavera 8 de mayo de 2005


Apenas había fallecido el Papa polaco, el Partido Popular inició una campaña para conceder, a su memoria, una serie de calles, plazas y demás lugares públicos el nombre del pontífice. Da igual que en esa ciudad ya exista algún lugar empleado a las supuestas grandezas del príncipe de la Iglesia, se añade otro y si se tercia alguno más.

En general la connivencia con el pensamiento plano y la hipocresía que denota los mandatarios de la res pública, para no molestar a los poderes fácticos, hacen votar con cierta unanimidad tales propuestas. Para que molestarse en debatir, analizar críticamente la figura religiosa, o ser consecuente con los principios éticos de los que algunos presumen y pocos aplican. Hay que medir los votos y el marketing político, o evitar que si te mueves no salgas en la foto.

Hago lectura de la moción que presenta el PP en un Ayuntamiento (puede ser una moción tipo) sobre un homenaje al Papa Juan Pablo II. El escrito parece obra de los llamados Legionarios de Cristo por su carácter reaccionario aunque, suponiéndoles un cierto nivel intelectual, podrían sentirse ofendidos si se les endosa su autoría.

En este documento se aplica por igual el carácter de político, como jefe de estado,  y el de líder religioso, a no ser que se pretenda no distinguir entre una consideración y otra. Dado que se le atribuye, en una visión muy particular de la historia, como “catalizador de la revolución en la Europa del este y vigoroso heraldo del cambio", no se si al aplicar el carácter político estaríamos en una clara intromisión en los asuntos internos de otros estados soberanos, pero si desde el punto de vista de la <posesión de la verdad absoluta> al que se apuntan los dirigentes populares se denotaría como se atribuyen el poder interpretar entre revoluciones buenas o malas. Puestos a la obra de alabar y homenajear a revolucionarios místicos no sabemos si alguien en el hemiciclo se atrevería a pedir iguales honores a otros de confesiones distintas a la oficialmente verdadera. Que decir del máximo guía de la revolución islámica iraní RUJOLLAH JOMEINI. Aunque dentro de los llamados por los ediles populares catalizadores revolucionarios ante el poder de la Europa del este, podrían pedir el homenaje a los líderes talibanes, que aupados económicamente por los amigos del presidente de su partido, argumentaron tomar el poder en Afganistán para librar del diablo soviético, pero que estafaron a sus protectores norteamericanos quedándose con el verdadero motivo de la invasión talibán, los inmensos yacimientos del suelo afgano. Porqué no proponen también al MULLAH MOHAMMAD OMAR.

Arguyen que con la muerte del Papa “desaparece el último símbolo de nuestra civilización" por lo que les urgiría a buscar faro y guía ante ese supuesto desamparo. Desde luego no me incluyo en su hipótesis sobre todo si se aplica el termino civilización al nacional catolicismo.

Es pueril el afirmar que en el reinado de su santidad se “ha transformado el mundo", ya que si ustedes asumen tal teoría deberían retirar este tipo de propuestas ya que en el pecado llevan la penitencia. ¿Quién osaría afirmar que el mundo ha sufrido una transmutación a mejor? Solamente basta mirar al alrededor para comprobar cuales son las grandes diferencias sociales, cual es el abismo cada vez mayor entre ricos y pobres. Cual es la cantidad de guerras, desastres, enfermedades y hambre que asolan el planeta.

La palabra que define todo lo expuesto es la OBSESIÓN. La obsesión es la antítesis de la reflexión, de la tolerancia y de la sensatez. Así se explican actitudes durante el pontificado.

En definitiva, el Papa Wojtyla ha ejercido más como político, como gobernante, que como propagador de los principios del cristianismo. Esos que proclaman la igualdad entre los hombres. Si no explíquenme toda la política dirigida a los países más pobres, a las indefensas poblaciones asoladas por enfermedades como el SIDA, donde ha sido contribuidor neto a la muerte de miles de seres humanos. Por no decir del artero mensaje sobre su generoso dialogo con otras confesiones, cuando no ha permitido en el seno de su propia iglesia, ni la más mínima discrepancia, laminando a cualquier miembro que ha osado discrepar de su política.

Como hay plumas más avezadas en el análisis de esta y otras cuestiones, me permito trasladar un artículo de Juan José Millás, aparecido en su libro “Todo son preguntas" y que se titula <<ALGO NO ENCAJA>>

“Esos ojos que parecen indagar si hay vida más allá de la muralla cardenalicia pertenecen a un anciano que se hace llamar Juan Pablo II y que está convencido de ser el representante de Dios en la Tierra. No es el único, pero es de los más influyentes. Por su palacio pasan reyes, príncipes, jefes de Estado, primeros ministros, banquero cantantes, empresarios…, y todos le llevan la corriente, como si se tratara de una pretensión absolutamente normal. Lo curioso es que en 25 años de pontificado no ha recibido a un solo mendigo. Claro, que los mendigos tampoco le piden audiencia, cosa rara si pensamos que era la clase social favorita de Cristo. Es todo muy extraño, como que Dios no pueda soportar que la gente se divorcie, que los científicos experimenten con células madre, que los jóvenes usen condón, que los homosexuales y lesbianas tengan los mismos derechos civiles que el resto de las personas, o que los cónyuges hagan el amor con concupiscencia. Cuando un político visita oficialmente Cuba, los periódicos dedican sus primeras páginas y sus editoriales a fustigarlo, pues Castro representa  uno de los rostros más crueles y pintorescos de las dictaduras contemporáneas. Pero cuando ese mismo político visita al Papa, que dirige una institución misógina, machista, homófoba y reaccionaria, nadie dice nada, todavía no hemos logrado saber por qué. El príncipe Felipe y la princesa Letizia, representantes de un Estado laico, fueron a verle y se arrodillaron ante él y besaron su mano. Por si fuera poco, la princesa llevaba mantilla negra y una peineta que evocaba la tétrica imagen de las señoras de todos los ministros de Franco, que solían visitarlos de tal guisa. Se nos pusieron los pelos de punta al pasar la página del periódico porque parecía que estábamos pasando una hoja del álbum familiar.

Más tarde, fue a verle el propio Zapatero, al que riñó por haber negado a la Biblia el mismo estatus científico que a la Biología, y por permitir la venta de la píldora del día después, entre otros asuntos que, increíblemente, también sacan de quicio a Dios. Zapatero, que acababa de inaugurar un Gobierno paritario, no le preguntó, en cambio, por qué las mujeres no pueden ser obispas cuando ya son princesas e ingenieras y escritoras y médicas y presidentas de Gobierno. Pero no es que no se lo preguntara Zapatero, es que no se lo pregunta nadie, no sabemos  si por no llevarle la contraria o por miedo a que les responda y la audiencia se prolongue media hora más. El caso es que cuando piensas en el respeto absurdo (y no correspondido) con el que medio  mundo se dirige al Vaticano y con el que el otro medio se dirige al FMI, comprendes por qué estamos como estamos, o sea, mal.

(Me pregunto qué diría Dios, caso de existir, de estas líneas. Aunque supongo que no diría nada porque son unas líneas inocentes, es decir, perplejas, pero honradas. Los sucesivos representantes de Dios, sin embargo, además de colaborar siempre con las dictaduras más sangrientas, han llevado a la hoguera a miles de personas por  escribir reflexiones más inocuas, si cabe, que la mía. Algo no encaja.)"

Por todo ello, solo me queda decir: ALGO NO ENCAJA.

*Gracias a la pluma eminente de Juan José Millás, el autor que en una obra periodística pudo desentrañar a esos PijosPolíticos que como el Alcalde de Ponferrada enorgulleció a los dirigentes de su partido con el acoso a la concejala de su propio grupo municipal y que encandiló a la entonces señora de Aznar.

Talavera 8 de mayo de 2005

Emilio Sales Almazán
(Miembro del Consejo Político Provincial de IU)

Talavera – Toledo