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Tres maestras gallegas, en la élite de la renovación pedagógica
La Voz de Galicia, 25 de marzo de 2005


«Cuadernos de pedagogía» selecciona a treinta docentes que destacaron en la enseñanza
Entre sus méritos figuran innovaciones didácticas y la defensa de aprender en el propio medio
 
Joel Gómez | santiago

Las maestras gallegas María Barbeito y Cerviño, Antonia de la Torre Martínez y Ermitas Fernández Fernández figuran entre treinta renovadoras de la escuela española en las etapas de la segunda república, franquismo y época actual, destacadas en una publicación de Cuadernos de Pedagogía , conmemorativa de tres décadas de esta revista especializada. Sus nombres hombrean al lado de otras que se han convertido en referencias más reconocidas y divulgadas en el Estado, como María Zambrano, Rosa Sensat, Carmen de Burgos o Gimena Menéndez Pidal.
Pero las tres gallegas, aunque menos conocidas y entresacadas de otras muchas posibilidades, realizaron una labor que en absoluto desmerece a ninguna, y son representantivas de tres modelos innovadores de enorme interés. Aurora Marco, catedrática de Didáctica de la USC afirma que junto a ellas podrían estar otras docentes, inspectoras o profesoras de Magisterio, como las coruñesas Mercedes Tella y Celia Brañas, coetáneas de María Barbeito; Isolina Muiños, quien destacó en la enseñanza de la geografía e incluso elaboró un atlas en 1914, en el que la mitad de las láminas eran sobre Galicia y ayudaban a conocer y aprender por el entorno más próximo; o la mindoniense Andrea López, que resaltó en la emigración, como maestra en el Centro Galego de La Habana.
Aurora Marco indica como especialmente importante la etapa del Instituto Libre de la Enseñanza, cuando maestras gallegas, como del resto de España, empezaron a salir al extranjero y a familiarizarse con metodologías renovadoras que después adaptaron a la realidad del país. Su metodología se basaba en que el alumnado aprendiese desde su entorno, y ellas se implicaban muy directamente en tareas sociocomunitarias y con una escuela muy activa y libre.

MARÍA BARBEITO Y CERVIÑO (A CORUÑA, 1880-1970)
 
Una coruñesa que traspasó fronteras, duramente represaliada por el franquismo

Cultura y TV

La coruñesa María Barbeito alcanzó tal resonancia que hasta Federico García Lorca se interesó en conocerla cuando vino a Galicia en 1932. Aurora Marco resalta que esta mujer «se convirtió muy pronto en una referencia inexcusable para todas y todos los que supieron apreciar su intensa y constante dedicación a causas nobles: la educación e instrucción, la renovación educativa, la defensa de los derechos de las mujeres, la justicia, la libertad, el progreso: una mujer con un gran sentido de lo social». Entre otros méritos, adaptó a Galicia, en la escuela Da Guarda de A Coruña, las metodologías de Maria Monterssori y Decroly, y defendió el estudio individualizado de niños y niñas o el diálogo en el aula. El franquismo la represalió con dureza y la apartó de la docencia en 1937. Calificada como «una de las glorias más indiscutibles del profesorado español», se la compara por su labor con Rosalía o Concepción Arenal.

ANTONIA DE LA TORRE MARTÍNEZ (PORTO DO SON, 1894-NOIA, 1969)
 
Ejemplo de adaptación a una unitaria rural donde impartió un ambicioso programa

Formada en A Coruña y Compostela, antes de cumplir 22 años se desplazó Antonia de la Torre a Fruime, pequeña localidad del municipio de Lousame, donde permaneció 48 años. Aurora Marco, autora de su semblanza, afirma que en ella se homenajea la labor anónima de numerosas maestras en zonas rurales gallegas, donde enfrentaron situaciones de enorme atraso durante décadas, cuando no había luz, ni transporte, ni otros medios. Aún así, en su escuela desarrolló un programa que «parece demasiado ambicioso para aquel tiempo en un medio rural: Lengua, Aritmética, Geografía, Historia, nociones de Historia Sagrada y además rudimentos de Derecho, nociones de Geometría, Ciencias físicas, químicas y naturales, Higiene y fisiología, Dibujo, Canto y Educación Física». Teorizó sobre la enseñanza, defendió las bibliotecas, la relación escuela-familia o la recuperación de la cultura popular, y se la recuerda aún diciendo que «non houbo por aquí persoa como ela».

ERMITAS FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ (CASTROVERDE, 1945)
 
De Preescolar na casa a educar al ser humano desde antes de su nacimiento

La única de las tres aún activa, Ermitas Fernández, defendió en más de tres décadas de ejercicio profesional que hay que ayudar a que los niños que residen en las zonas rurales descubran su medio rico y estimulante, con colaboración entre escuela y familia, según el perfil que elabora la pedagoga Gena Borrajo. En A Fonsagrada se enfrentó a 52 escolares de edades entre 6 y 14 años «y no le quedó más remedio que buscar recursos para enfrentarse a un trabajo en principio difícil», y ahí descubre su vocación docente, en la que se valió de los modelos de escuela de Freinet o Paulo Freire. Bien conocida por su labor en el programa Preescolar na casa, que ha transformado para adaptarlo a las exigencias de las consellerías de Educación y Familia, ahora defiende que «la educación del ser humano debe empezar antes de su nacimiento» y resalta la importancia de educar también a los futuros padres y madres de familia, para que tomen conciencia de lo que supone un hijo.