«El asesinato de Beniopa fue el crimen de la miseria» Javier Maqua recupera la vida del último fusilado civil de España. El escritor publica la novela «Fusilamiento. Instrucciones de uso»
Levante 27/09/2005

EL AUTOR. MACUA OBTUVO EL PREMIO DE BADAJOZ CON SU NOVELA.

R. F., Valencia

Javier Maqua tropezó con la historia de Pedro Martínez Expósito, el último fusilado civil en España, durante una visita a la Universitat d' Estiu. Allí conoció el documental que un joven llamado Debe, movido por su curiosidad, acababa de rodar. El trabajo giraba en torno a la muerte violenta de dos mujeres en Beniopa en 1971 a manos de un soldado de la misma población. El documental reconstruía no sólo el asesinato sino la vida de su autor, lo ocurrido tras su detención así como conseguía reunir testimonios de personas próximas a él. Pero también la voz de uno de los soldados que formaron parte del pelotón de fusilamiento o del guardia civil que consiguió su confesión.

La historia, que ya había sido llevada al cine, motivo de una tesina así como fondo de una narración literaria, provocó la atención en Maqua quien optó por elaborar una novela muy singular Una obra que narra el propio trabajo documental, el proceso de intercambio de información entre el documentalista y Maqua, la documentación del proceso, las entrevistas con los verdugos y la Guardia Civil, los interrogatorios ...todo menos el sumario militar al que no se pudo acceder.

Fusilamiento, instrucciones de uso es una obra de riesgo, una novela contemporánea que une la narración con la documentación, la crónica con la simple descripción de los hechos e incluso los propios correos electrónicos que intercambiaron Maqua y Debe durante los preparativos de la obra. Pero tratada, como afirma el propio Maqua «desde la distancia» y «sin tomar partido en nada». Maqua califica el caso como «el crimen de la miseria».

Según el interrogatorio inculpatorio Pedro Martínez, hijo de una familia humilde de Beniopa/Gandia entró el domicilio de las dos mujeres una noche de permiso tras dejar la sala de baile. Iba a robar, algo que hacía para ayudar a subsistir a su familia. Según su confesión, fue sorprendido dentro de la vivienda por sus moradoras y con una azada, en un momento de nervios y delirio, las mató. Hubo varios detenidos, pero sólo él confesó. El abogado Sancho Tello creyó en él y lo defendió, pero sin suerte. Fue fusilado al amanecer un año después. Los trece soldados del pelotón acertaron. Fue una de la sorpresas de Javier Maqua quien afirma que si hubiera tenido que escribir él una novela sobre esta historia lo habría hecho desde la psicología del soldado del pelotón. Sobre todo porque al conocerlo cambió su percepción tras descubrir que era un hombre sin complejos.

Según Maqua su novela «no es un alegato contra la pena de muerte porque supongo que la gente está en contra sino simplemente una reconstrucción de los hechos de la que el lector debe sacar sus propias conclusiones» , sostiene

Maqua no piensa ahora hacer una película de la novela, con la que ganó el premio de Badajoz. No sólo porque es una historia que él ha mirado desde la distancia sino porque reniega de «las servidumbres que hay que acatar para poder rodar hoy en España donde el mercado no es transparente», afirma el realizador de títulos como Chevrolet o Carne de Gallina.