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Los socialistas y nuestra memoria histórica
Diario de Cádiz - 18/03/2005

http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1050162&idcat=827


"¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré. Ya conocerán mi sistema: Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volverá a matar". La proclama es de Queipo de Llano, del 23 de julio de 1936.

Vaya por delante una honesta autocrítica por parte de los socialistas. Han sido muchos años y quedan muy pocos supervivientes. Muchos murieron sin comprender el porqué de nuestro silencio. Muchos otros, sí que lo comprendían. Aún saboreaban el miedo de la barbarie y hasta 1981 tuvimos riesgos evidentes de involución. Vaya por delante, en segundo lugar, nuestro respeto y agradecimiento a la comprensión de amigos y familiares por nuestro retraso. Nuestro agradecimiento a investigadores e historiadores, porque gracias a ellos conocemos hoy los datos de víctimas, de fusilados, sin falsear, ni ocultar la realidad. Nuestro agradecimiento a todas las Asociaciones que trabajan para la Recuperación de la Memoria histórica también.

Desde el PSOE debemos, y así lo vamos a hacer, estar presente en todos y en cada uno de los actos que en esta provincia se organicen para el reconocimiento de las víctimas del franquismo. Fueron muchos los socialistas que cayeron víctimas de la sinrazón provocada en 1936. Pronto se cumplirán 70 años del golpe de Estado. Y debemos superar esa asignatura pendiente que aún le queda a nuestra democracia: el reconocimiento a aquellos ciudadanos y ciudadanas que sufrieron las consecuencias del golpe de Estado y la dictadura.

Los datos que hoy conocemos pueden parecer exagerados y probablemente muchos nunca los han escuchado o no se han hecho idea de la gravedad que rodeó la tragedia: De 1936 a 1939, los datos completos de provincias analizadas suman aproximadamente 100.000 personas asesinadas en España. Francisco Caudet, en la Introducción del libro 'El fin de la esperanza', nos da una cifra exacta y escalofriante: 192.684 personas ejecutadas sumariamente o muertas en las cárceles en los cinco años que van desde el 1 de abril de 1939 al 30 de junio de 1944.

En nuestra provincia, los datos son igualmente graves. Según las últimas estimaciones, podríamos estar hablando de entre 3.500 y 4.000 "rojos y rojas" asesinados. Los trabajos de investigación de Jesús Núñez, Alicia Domínguez, Fernando Romero, J. Manuel Algarbani, Fernando Sígler y Antonio Morales nos están permitiendo conocer a fondo la realidad de la violencia política durante la guerra y la dictadura: Cádiz, más de 600 asesinados; San Fernando, 131; San Roque, sobre 110; Tarifa, 50; Algeciras, 200; Alcalá Gazules, sobre 50; Villaluenga, 44; Villamartín, 112; Prado del Rey, 50; Ubrique, más de 200; Benamahoma, 70, casi el 10 por ciento de su población.

Igualmente, desde las asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica, se hace un trabajo responsable y plausible. Nuestro reconocimiento al Foro por la Memoria, Papeles de Historia, a la incansable labor de su presidente, Luis García, Jerez Recuerda y, muy especialmente, al trabajo que desde el grupo de Recuperación de la Memoria histórica de la CGT-Andalucía, realizan personas bajo la coordinación de Cecilio Gordillo y Gonzalo Acosta.

Si comparamos las cifras anteriores, superamos, como provincia, a los desaparecidos o asesinados en Chile durante el golpe de Estado y la dictadura del General Pinochet, unas 3.000 personas. Pinochet ha sido procesado.

Desde el PSOE, vamos a instar, desde nuestras agrupaciones a los distintos ayuntamientos, al desarrollo de las iniciativas que se aprueben o han aprobado como la retirada de toda la simbología franquista, lo que debe servir para hacer justicia histórica con los vencidos y vencidas de nuestra guerra civil. Una retirada que debe tener un sentido pedagógico y sirva para conocer la historia de nuestros pueblos. Que nuestros jóvenes conozcan qué pasó en 1936 y por qué. Que conozcan quiénes eran aquellas personas fusiladas, desaparecidas, encarceladas. Que se pregunten por qué fueron asesinadas, qué representaban, qué perseguían.