España, en el juicio de la historia
Xornal - 28/07/2005

http://www.xornal.com/article.php3?sid=20050728211420

Rogelio Diz *

(jueves 28 de julio de 2005)
Amnistía Internacional presento su ultimo informe con relación a España, bajo el titulo “España: poner fin al silencio y a la injusticia, la deuda pendiente con las victimas de la Guerra Civil y del régimen franquista".

El Director de esta organización Esteban Beltrán declaro a la BBC, (Que tanto gusta a Fungueiriño) que el gobierno español siga las directrices y principios de Naciones Unidas sobre los derechos de las victimas, como en otros países tienen que aplicarse reparación, reconocimiento y restitución. Sin embargo es insólito que España sea el único país donde no se ha avanzado prácticamente nada 70 años después de la Guerra Civil (1936-1939).

Muchos países de América Latina han enjuiciado a exmandatarios por crímenes de lesa humanidad, otros por lo menos lo han intentado, y aun cuando muchos de ellos por razones humanitarias debido a su edad o a su precaria salud han librado la cárcel, no así el juicio de la historia que los ha puesto en su sitio, como lo que realmente fueron, unos asesinos que truncaron la vida y la libertad para imponer una nación a su medida.

España por su parte, si ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, al pedir la extradición de Augusto Pinochet y condenar al exmilitar argentino Adolfo Scilingo aplicando el principio de jurisdicción universal. Pero no ha sido capaz de ofrecer verdad, justicia y reparación para las victimas de su propio país durante la Guerra Civil y el régimen franquista, denuncio la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, donde estima que especialmente en los primeros años del conflicto se produjeron al menos 30.000 desaparecidos forzadamente, miles de ejecutados extrajudicialmente o en Consejos de Guerra y decenas de miles de refugiados y exiliados, es por eso que estas cifras convierten a la Guerra Civil española en una de las grandes tragedias del siglo XX.

Todos los procesos de investigación, búsqueda y exhumación de fosas comunes, han sido hechas por parte de asociaciones privadas, la mayoría de los integrantes de estas asociaciones descendientes de los mismos ejecutados en búsqueda de sus restos, sin que ningún gobierno desde la transición haya apoyado de alguna forma con recursos públicos este tipo de iniciativas, en cambio si ha puesto diferentes obstáculos administrativos y judiciales para tratar de impedirlos.

Esto pudiera ser entendible en los primeros años de la transición cuando gobernaba UCD, incluso en los ocho años del gobierno del PP, encabezados por el Sr. Aznar, pues de alguna manera ellos son los herederos del pensamiento franquista. Pero tampoco en los trece años del PSOE con Felipe González, ni ahora con Rodríguez Zapatero las cosas han cambiado, no se ha movido un dedo para corregir esta situación que nos afecta a decenas de miles de ciudadanos, pues es verdaderamente preocupante que la legalidad emanada del franquismo sea considerada igual a la emanada de un Parlamento democrático.
Mientras esto pasa, otras organizaciones de claro color azul, reciben millones de euros en ayudas públicas, como es el caso de la Fundación para el Análisis y Estudios Sociales (FAES) que recibió apoyos en los tres últimos años por más de siete millones seiscientos mil euros. Y mas preocupante es la ayuda publica que recibe también la Fundación Francisco Franco, para el enaltecimiento de su figura disfrazado de referencia histórica, imagínense que en Alemania hoy en día, pudiese existir una Fundación legal dedicada a Hitler, ¡impensable verdad!, pues en España es posible.

Fuera de España, ningún otro país en el mundo ha seguido este modelo de olvido completo y de impunidad absoluta y dejar además que la única verdad oficial fuera la del régimen franquista. Albornoz, Madariaga, Pió Moa, Cesar Vidal por citar algunos son las referencias históricas en que se basa gran parte de nuestra juventud, con pasajes como este: en 1941, Carlos Groocke, Jefe de Información e Investigaciones, (policía de la Falange) declaraba a un testigo favorable, refiriéndose a los niños acogidos en los hogares de Auxilio Social: “Comprende usted…. estos niños no son responsables. Y representan a la futura España. Queremos que lleguen a decir un día: Sin duda la España falangista fusilo a nuestros padres pero fue porque lo merecían. En cambio ha rodeado nuestra infancia de cuidados y comodidades. Los que, pese a todo, a los que veinte años después nos odien todavía, serán los que no tengan valor alguno. Los desperdicios".

Según Amnistía Internacional “ las normas internacionales son claras y el Estado no pude elegir dar un poquito de verdad, nada de justicia y algo de reparación, no es algo que se pueda elegir como un menú a la carta", hasta hoy el gobierno ha incumplido las fechas de la comisión interministerial que no ha sacado un proyecto de ley sobre la reparación a victimas del franquismo, como había anunciado en las reuniones mantenidas con Amnistía Internacional en 2004.

Por desgracia, siguen habiendo en España, no solamente victimas de primera y de segunda, también de tercera y de cuarta. Nosotros como siempre, ocupamos el último escalón, y tenemos que seguir oyendo que debemos pasar pagina, ladrar nuestro rencor por las esquinas. Les molesta ha algunos que sigamos contando nuestras batallitas, al cabo para ellos somos la escoria, los desperdicios, mientras esconden la verdad detrás de la careta actual, “demócratas de toda la vida".

Nuestros muertos no interesan, aun a pesar que son mil veces mas que los de ellos; nuestras voces molestan, aun con la verdad; muchos se indignan ante las fosas comunes en los Balcanes o en Irak, y ni se inmutan ante las encontradas a lo largo y ancho de nuestro territorio; se sienten impotentes y enrabietados por las muertes en Nueva York, Madrid o Londres, y su digestión no se les corta ante el genocidio cometido en Bagdad, Faluya o Kabul; se dan cuenta ¡que si somos los últimos en el escalafón!.

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* Rogelio Diz es analista político en México (Rdiz51@yahoo.com.mx)