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Manifiesto en recuerdo de los represaliados del Cementerio de Granada
Foro por la Memoria de Granada - 18 julio 2006


En el setenta aniversario del triunfo del Frente Popular y del inicio de la guerra civil, recordamos y homenajeamos a las miles de compañeros y compañeras víctimas del golpe de Estado y la represión política en Granada. El lugar que hemos elegido para ello no es aleatorio: estamos de pie sobre una enorme fosa común.

Las actuales corporaciones municipales han retomado, en la forma, la senda constitucional: son, por derecho, herederas de la experiencia de 1931-1936. Son, por tanto, deudoras de aquellas instituciones y de quienes fueron represaliados por defenderlas. En estos días, el Ayuntamiento de Granada ha negado esta herencia al rechazar una propuesta para rehabilitar pública e institucionalmente a los trabajadores municipales y al equipo de gobierno represaliados por los golpistas. La propuesta consistía en una batería de medidas concretas: promover las iniciativas de las asociaciones que reivindican la memoria de las víctimas, facilitar la investigación de la represión, y homenajear a todas las víctimas de la represión en general. Hoy es necesario hacer extensiva esta propuesta a todos los ámbitos de la represión, a todos los sectores sociales que la padecieron por ser contrarios sus intereses a los de la oligarquía. Porque hoy recordamos a todas las víctimas: trabajadores municipales, concejales y alcalde del Frente Popular, trabajadores sindicados y sindicalistas, militantes de las organizaciones políticas antifascistas y de los colectivos sociales afines, militares leales, intelectuales revolucionarios, familiares y amigos de las víctimas de la represión y, en última instancia, todos los trabajadores, víctimas de las políticas económicas del nuevo régimen. Todos ellos fueron deshabilitados para ejercer su oficio, depurados de las instituciones, expropiados sus bienes, encarcelados, ejecutados o desaparecidos.

El Ayuntamiento de Granada no ha reconocido esta realidad. El Ayuntamiento de Granada recuerda y prepara cada año homenajes a los conquistadores del Reino de Granada y de América Latina, un hecho que tuvo lugar hace más de quinientos años. Sin embargo, da la espalda a la historia reciente de este país, ignora el sufrimiento de varias generaciones de españoles y estimula el desconocimiento de los hechos. La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas sustenta la reconstrucción de la memoria colectiva en cuatro pilares: el derecho inalienable de toda sociedad a conocer y divulgar los hechos traumáticos de su Historia; el derecho a la justicia como respuesta a los crímenes de lesa humanidad; el derecho a la reparación pública y material de las víctimas; y el establecimiento de garantías para la no repetición de estos crímenes.

Es obligación del Ayuntamiento de Granada velar y disponer los mecanismos jurídicos y políticos que garanticen el ejercicio real de los derechos que hemos enumerado. Para empezar, el Ayuntamiento de Granada debería proteger la fosa común del Patio de San José con el estatus de Bien de Interés Cultural, ordenar la exhumación de los restos de los miles de ejecutados-desaparecidos y ponerlos a disposición judicial, e implicar a la sociedad civil en todas estas tareas para asegurar el conocimiento y divulgación de la verdad de los hechos como derecho colectivo. De esta manera, evitaríamos la tragedia que ha sacudido a la sociedad valenciana con la destrucción parcial de las fosas comunes del Cementerio General de la ciudad, ordenada por su propio Ayuntamiento. Una tragedia que se puede reproducir mañana en el suelo que pisamos hoy.

En este Año de la Memoria, proclamado por el Congreso de los Diputados, es nuestra obligación identificarnos en la lucha de nuestros abuelos, de nuestros amigos, de nuestros compañeros, recoger su testigo y denunciar a quienes hoy se sienten más herederos de Isabel la Católica que de la experiencia republicana de 1931-1939.