Tarde de Memoria y Verdad.
Memoria en El Salvador.
Por Carlos Henriquez Consalvi - Enero 2004
En el corazón vegetal de San Salvador, balanceados por los
vientos decembrinos centenares de globos coloridos se elevaron
al cielo, emergiendo de entre las manos de la multitud emocionada
en el momento en que se develaba el Monumento a la Memoria
y la Verdad dedicado a los civiles caídos en la guerra civil
salvadoreña.
Jóvenes familiares de las víctimas, lentamente fueron levantando
el manto que cubría el memorial, un muro de noventa metros
de largo, donde fueron apareciendo los 25.565 nombres labrados
en mármol negro. Portando rosas avanzó una fila interminable
de familiares visiblemente emocionados iniciaban la búsqueda
de los nombres de sus deudos. Cuando se producía el hallazgo,
la meditación, las lagrimas, se mezclaba con la alegría del
reencuentro. Empieza a caer el intimo peso de un luto postergado,
en algunos casos, desde hace 30 años.
La memoria toma la palabra:
cada uno de esos nombres atesora una historia personal, un
hijo o hija, madre o padre, que un día no retornaron. Detrás
de cada nombre están los rostros, las siluetas, los ojos,
la sonrisa, los sueños de cada uno de ellos, los que fueron
capturados en una esquina, en un paraje solitario. A ellos
se les aguardaba en casa y jamas llegaron.
La practica sistemática de
la desaparición forzada, originó que miles de madres en El
Salvador no tuvieran un lugar para procesar su luto. Como
relata Guadalupe Mejía: 'Para mí como familiar de víctima
es importante este memorial, porque hay familiares de desaparecidos
que no tienen un lugar donde ir a enflorar, al reencuentro
con sus seres queridos. Este espacio nos sirve para dignificarlos
a ellos', Su esposo fue asesinado en Chalatanango, en 1977.
El monumento será un espacio
de la memoria, año tras año. Allí y en todas partes están
ellos y ellas, con nosotros, y con las generaciones futuras,
que vendrán una y mil veces a este Parque Cuscatlan, que de
ahora en adelante se convierte en aula abierta, para establecer
una pedagogía de paz, para recordarnos que la memoria y la
verdad son irrenunciables en la construcción del futuro. Y
de que sin verdad y justicia, la paz es frágil.
En 1993, la Comisión de la
Verdad, recomendó la construcción de un monumento en memoria
de los civiles víctimas de violaciones de los derechos humanos.
Pasaron los años y los actores de los acuerdos de paz no cumplieron
con esta recomendación, el Estado, desoyó este mandato ético
y moral,
Antes esta omisión, en 1997,
del seno de la la sociedad civil surgió el Comité Pro Monumento,
el cual dio inicio la tarea de diseñar, buscar financiamiento
y proceder a depurar el listado de nombres de las víctimas.
El 6 de diciembre del 2003,
fue un gran día para la memoria, cuando fue posible crear
colectivamente ese espacio donde eternamente El Salvador rendirá
reconocimiento, reparación, memoria y agradecimiento a quienes
encarnan los miles de nombres allí labrados para siempre.
COMITÉ PRO MONUMENTO: ASOCIACIÓN DE MUJERES
POR LA DIGNIDAD Y LA VIDA * ASOCIACIÓN PRO BÚSQUEDA
DE NIÑAS Y NIÑOS DESAPARECIDOS * CENTRO PARA
LA PAZ * CENTRO PARA LA PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LOS
DERECHOS HUMANOS "MADELEINE LAGADEC" * COMISIÓN
DE DERECHOS HUMANOS * COMITÉ DE FAMILIARES DE VÍCTIMAS
DE VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS "MARIANELA GARCÍA
VILLAS" * COMITÉ DE MADRES DE DESAPARECIDOS Y
ASESINADOS POLÍTICOS "MONSEÑOR OSCAR ARNULFO
ROMERO * MUSEO DE LA PALABRA Y LA IMAGEN * ASOCIACIÓN
YEK INEME * OFICINA DE TUTELA LEGAL DEL ARZOBISPADO DE SAN
SALVADOR*
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