INTRODUCCION A LA ANTROPOLOGIA FORENSE
ANALISIS E IDENTIFICACION DE RESTOS OSEOS HUMANOS

JOSE VICENTE RODRIGUEZ CUENCA, Ph.D.
Departamento de Antropología
Universidad Nacional de Colombia
Santafé de Bogotá, 1994
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6. Relación entre la edad y el desgaste dental

Normalmente los dientes se desgastan por su uso conduciendo a una reducción paulatina de la superficie oclusal, inicialmente del esmalte, posteriormente de la dentina, abarcando la cavidad pulpar en casos severos, hasta la destrucción total de la corona. El proceso de desgaste dental tiene dos componentes: atrición, que es el resultado del contacto directo diente contra diente y depende en gran medida del grado de robusticidad del aparato masticatorio y de la intensidad y duración del contacto; la abrasión, producida por el contacto con materiales extraños y depende del grado de abrasividad de los alimentos. Así, el maíz u otros granos molidos en metates de piedra contienen pequeñas partículas desprendidas durante el proceso de molienda, con alto componente silíceo que genera un desgaste de la superficie oclusal de forma cóncava, cavitando las fosas hasta destruir las cúspides. Además de los factores genéticos que condicionan el grado de dureza del esmalte, inciden el pulido durante el sueño (bruxismo), los hábitos alimenticios y las costumbres culturales (mascar tabaco, fumar pipa, destapar botellas con los dientes, preparar materiales o sostener objetos mientras se pesca, caza o trabaja). El desgaste también se produce en las superficies de contacto mesial y distal (interproximales) por el contacto entre dientes adyacentes por el movimiento durante su uso.

A pesar de que el desgaste dental ocurre durante la vida del individuo, la naturaleza de su variación ha dificultado la medición y correlación con la edad de la persona. Desde la escala de cinco grados propuesta por Broca (Alexeev, Debetz, 1964) a finales del siglo pasado, diferentes autores han tratado de medir el desgaste, correlacionándolo con patrones de cambio (Murphy, 1959; Brothwell, 1989), la función y variabilidad cultural (Molnar, 1971), técnicas de medición (Guerasimov, 1955; Zoubov, 1968; Alexeev y Debetz, 1964; Scott, 1979; Lovejoy, 1985), la enumeración de anillos en el cemento (Naylor et al., 1985) y el gradiente del grosor del esmalte (Macho and Berner, 1993).

Generalmente, se toma como punto de referencia la variación intra-individual en las tasas de desgaste, teniendo en cuenta la diferencia de aproximadamente seis años entre la erupción del M1 y M2, y entre M2 y M3. Para comparar las muestras en relación a la tasa de desgaste se computa el rango medio de diferencia o área entre M1-M2, M2-M3 y M1-M3, generalmente de los molares inferiores, calculando su correlación dentro de la misma pobla-ción que se va a evaluar (Scott and Turner, 1988). Por tal razón, se recomienda medir el grado de desgaste de individuos juveniles dentro de la misma población, calculando el gradiente de destruc-ción de la corona entre los 6 años cuando erupcionan los primeros molares, hasta los 12 años cuando erupcionan los segundos mola-res, y entre esas edades y el tiempo trascurrido hasta la apari-ción de los terceros molares.

Guerasimov (1955; citado por Alexeev y Debetz, 1964:38) sugirió la siguiente escala de desgaste de los dientes maxilares:

Grado 0. No existe desgaste.
Grado 1. Desgaste del esmalte.
Grado 2. Desgaste de las cúspides de la corona; en incisivos y caninos se aprecia desgaste de la superfi-cie incisal.
Grado 3. Aparecen puntos aislados de la dentina expues-ta.
Grado 4. El desgaste afecta la cavidad pulpar.
Grado 5. La corona está completamente expuesta.
Grado 6. La corona se aprecia completamente desgastada.

Tabla No. 09. Correlación de la edad con el desgaste dental
(según Guerasimov, 1955, Op. cit.)
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Edad I C P M1 M2 Edad I C P M1 M2

10-13 0 0 0 0 0 25-30 3 2 2-3 2-3 2
13-14 0-1 0 0 0 0 30-35 3 2-3 2-3 3 2-3
14-16 1 0 1 0 0 35-40 3 3 3 3-4 3
16-18 1-2 1 1 1 0 45-50 3-4 3-4 3-4 4 3-4
18-20 2-3 2 2 2 1 50-60 4-5 4 4 5 4-5
20-25 2-3 2 2 2 2 60-70 5-6 5 5-6 5-6 6
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A. A. Zoubov (1968: 173-174) modificó ligeramente la secuen-cia de desgaste dental propuesta por Guerasimov, sugiriendo algunas variantes en el proceso de aparición de los principales componentes de la corona, aunque mantuvo la misma escala de edad.

Premolares y molares:

Grado 0. Ausencia completa de huellas de desgaste, los dientes erupcionaron recientemente.
Grado 1. Se observan facetas de desgaste en algunas partes de la superficie de la corona, las puntas de las cúspides se han aplanado y redondeado.
Grado 2. Aparecen puntos aislados de la dentina en las puntas de las cúspides.
Grado 3. Desgaste de todas las partes sobresalientes de la corona y formación de grandes espacios de dentina expuesta; el esmalte se conserva solamente en surcos y fosas.
Grado 4. Desgaste de todo el esmalte; toda la superfi-cie oclusal está compuesta de dentina expuesta.
Grado 5. Desgaste de la corona hasta la mitad de su altura.
Grado 6. Desgaste de la corona hasta el cuello.

Incisivos y caninos:

Grado 0. Ausencia completa de desgaste; en los incisi-vos se aprecian muy bien los mamelones de la superficie incisal.
Grado 1. Desgaste de los mamelones en incisivos; en los caninos se observa ligero aplanamiento y redondeamiento de la punta cuspídea.
Grado 2. Aparece una franja delgada de dentina en los incisivos; en los caninos surge un punto de dentina en la punta cuspídea.
Grado 3. Aparece una amplia superficie de dentina, de forma alargada en los incisivos y redondeada en los caninos.
Grado 4. Desgaste de la corona hasta la mitad de su altura.
Grado 5. Desgaste total de la corona hasta el cuello.

Esta tabla se ha aplicado en la evaluación de la edad de material óseo prehispánico de Colombia, correlacionando los distintos gradientes con la metamorfosis de la sínfisis púbica, la superficie auricular del ilion y la terminación esternal de la cuarta costilla, además de la formación y erupción dental y la sinostosis de los centros secundarios de osificación, arrojando buenos resultados hasta los 35-40 años de edad. Después de este intervalo, como consecuencia del intenso desgaste producido por el tipo de dieta alimenticia, los parámetros de edad se sobresti-man considerablemente, asignándose una edad superior a la real. Al contrario, en material forense contemporáneo la edad se subestima, pues la dieta alimenticia es más blanda y produce poca abrasión, excluyendo los grupos indígenas, particularmente los guajiros, en donde además de continuarse moliendo el maíz en metates la arena levantada por los vientos de la península de la Guajira se introduce en la boca produciendo un desgaste adicio-nal.

S. Molnar (1971) propuso un sistema de evaluación del desgaste que tiene en cuenta la intensidad, la dirección y la forma de la superficie oclusal de la corona, en rangos que varían de 1 a 8. Este gradiente sirve para correlacionar la función asignada a los dientes según la variabilidad cultural, en el contexto de la dieta especializada y la división del trabajo, y el grado y tipo de desgaste.


Tabla No. 10. Gradientes en el desgaste dental según Molnar (1971)
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Categoría Incisivos y Caninos Premolares Molares
del desgaste

 


Categorías de la dirección del desgaste: Categorías de la superficie oclusal:

1. Forma natural 1. Forma natural
2. Oblicua (dirección bucolingual) 2. Superficie aplanada
3. Oblicua (dirección linguobucal) 3. Mitad de la superficie ahuecada
4. Oblicua (dirección mesiodistal) 4. Toda la superficie ahuecada
5. Oblicua (dirección distomesial) 5. Con muescas
6. Horizontal (perpendicular al eje del diente) 6. Redondeada
7. Redondeada (dirección bucolingual)
8. Redondeada (dirección mesiodistal)

C. O. Lovejoy (1985) describió el gradiente de desgaste de una población de cazadores-recolectores procedente del yacimiento arqueológico de Libben site, Ottowa County, Ohio, Estados Unidos. El patrón de desgaste de esta población es muy regular en forma y gradiente, además de pertenecer a un grupo homogéneo. Inicialmen-te cada dentición fue seriada dentro de su grupo (dientes ante-riores, premolares y molares); posteriormente, se midió la tasa de desgaste funcional en los molares con un gradiente de edad de 6,0: 6,5: 7,0 en los individuos subadultos entre 6 a 18 años de edad (132 de 332 especímenes) (fig. 16).

Tabla No. 11. Atrición funcional en el maxilar (modificado de Lovejoy, 1985)
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Fase Edad Patrón de desgaste
M1 M2 P Dientes anteriores

 

Tabla No. 12. Atrición funcional en mandíbula (modificado de Lovejoy, 1985)
_______________________________________________________________________________________________________________
Fase Edad M1 M2 P Dientes anteriores


Lovejoy (Op. cit.:53-54) encontró una serie de regularidades en el patrón modal de desgaste de la población de Libben:

1. El desgaste en los dientes anteriores se acelera después de la exposición total de la dentina, con una tasa de pérdida de corona superior después de los 30 años.
2. La tasa de desgaste es ligeramente superior en la mandíbula que en el maxilar.
3. Predomina el desgaste bucal en premolares, tanto mandibulares como maxilares, hasta el aplanamiento de las coronas; después de esta situación no se aprecian diferencias.
4. El desgaste lingual es más rápido en los molares maxilares mientras que el bucal predomina en los mandi-bulares.
5. El desgaste es simétrico y generalmente uniforme con relación a los lados, excepto cuando existe enfermedad temporomandibular, pérdida unilateral de dientes o enfermedad periodontal, etc.
6. La exposición secuencial de las cúspides de los molares mandibulares es protoconido-hypoconido-metaco-nido-(hypoconúlido)-entoconido. El hypoconúlido es una cúspide variable en su desgaste.
7. La secuencia de exposición de las cúspides de los molares maxilares es protocono-hypocono-paracono-meta-cono.
8. El desgaste molar es más variable en el maxilar que en la mandíbula.
9. El desgaste es regular y simétrico y refleja clara-mente el incremento de la edad cronológica en la pobla-ción. La mayor predominancia en el desgaste es conse-cuencia del proceso masticatorio de los alimentos.

De la revisión de las propuestas metodológicas para la evaluación del desgaste dental y su aplicación en la estimación de la edad de un individuo o de una población, cabe subrayar que su diagnóstico constituye solamente una aproximación, y requiere del conocimiento del contexto poblacional del grupo en cuestión con el fin de evitar el sesgo producido por distintas dietas alimenticias, prácticas culturales, diferencias a nivel de sexo y factores genéticos.

Con el fin de obtener un diagnóstico de edad más aproximado a la realidad, se recomienda aplicar la seriación y el método complejo, es decir, utilizar todas las fuentes de información de edad del individuo, promediando los resultados.

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[José Vicente Rodríguez Cuenca][portada SEIAAL]