Pepe Valencia, que exhumó hace unos días los cuerpos de sus tíos en una fosa común de Málaga, se muestra escéptico respecto a la puesta en marcha de la Ley de la Memoria Histórica: “No recoge los deseos del pueblo. Nosotros querríamos un poco más de justicia”. Al desacuerdo de Valencia se sumaron ayer PP y ERC, las dos únicas fuerzas políticas que se mantuvieron al margen del compromiso sobre la ley, creada para la rehabilitación de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo.
 

El Gobierno anunció ayer el desbloqueo de las negociaciones

CONFLICTO. En 2004, el Gobierno creó una comisión interministerial para buscar la “rehabilitación moral y jurídica” de las víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo. El resultado fue un proyecto de Ley aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 2006. Después de dos años buscando apoyos, el PSOE parece haber conseguido los suficientes para que su propuesta sea aprobada en el Congreso. Así lo anunció el portavoz socialista en la Cámara, López Garrido, quien hizo hincapié en “el alto grado de acercamiento” logrado para la tramitación de la ley entre PSOE y CiU, PNV, IUICV, BNG y Na-Bai. PP y ERC se mantienen alejados del proyecto, que, en palabras de Ángel Acebes, supone “rememorar lo peor de la Historia”.

No son los únicos: los principales afectados se oponen a lo que consideran surrealista. “Es como meter en una ensalada chorizo con anchoas”. Así lo manifiesta José María Pedreño, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria Histórica, que añade: “Ya existe un derecho penal internacional aplicable. El resto de las dictaduras son perseguidas, y los culpables, juzgados. ¿Cómo puede ser que Garzón emita un auto contraPinochet por crímenes contra la humanidad y respecto a nuestra dictadura, nada?”.

Pepe Valencia, de 62 años, que sacó hace un par de semanas a dos de sus tíos en la exhumación de una fosa en Villanueva del Rosario (Málaga), se muestra cauto, pero claro. “Quizá querríamos un poco más de justicia”, señala. “Es una ley que no recoge los deseos del pueblo; recoge los deseos de los políticos”.

SUSANA GÓMEZ