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Noticias - Caso Mauthausen versión imprimir Enviar esta noticia a un amig@ Convertir a PDF
La Audiencia Nacional encuentra una «puerta trasera» para investigar los crímenes del franquismo
La dictadura guardó silencio ante cinco avisos de los nazis de que miles de «rojos españoles» iban a ser llevados a los campos de exterminio si no eran acogidos por el Gobierno de Madrid
(La Voz de Galicia, 15-05-2009)


Melchor Sáiz-Pardo | Colpisa

 

A setenta años del final de la Guerra Civil y seis meses después de que el juez Baltasar Garzón desistiera de su intento de someter al franquismo a una revisión judicial, los ecos de aquel conflicto vuelven a resonar en los pasillos de la Audiencia Nacional. El tribunal de la calle Génova ha encontrado una «puerta trasera» para volver a investigar los crímenes de los primeros años de la dictadura. Una denuncia de la Fundación Acción Pro Derechos Humanos (FAPDH) contra el franquismo por su aquiescencia con los crímenes nazis contra los exiliados republicanos españoles en Francia puede abrir de nuevo la espita a la depuración de responsabilidades.

 

La denuncia por la aprobación tácita de Franco a la persecución y asesinato a manos de las tropas de Hitler cayó en un principio en manos del Juzgado de Instrucción número 17 de Madrid, que no tardó en inhibirse a favor de la Audiencia Nacional, donde desde julio de 2008 un juez, Ismael Moreno, investiga el asesinato de no menos de 4.300 españoles en los campos de concentración de Mauthausen (Austria) y Sachsenhausen y Flossenbürg (Alemania) entre 1942 y 1945.

 

Moreno, que tiene como imputados en esa causa a cuatro miembros del Batallón de la Calavera (Totemkopf-Sturmbann) de las temidas SS que todavía viven, decidió unir la causa de la anuencia franquista a la del holocausto de republicanos.

 

Y ahí está la «puerta trasera». Moreno lleva desde el mes de abril investigando si sigue vive alguno de los responsables de la dictadura franquista que supieron y toleraron el asesinato masivo de españoles capturados por las tropas alemanas que invadieron Francia en la primavera de 1940.

 

Hay una prueba de cargo contra esos responsables de la dictadura, sobre todo los que ocupaban cargos relevantes en el Ministerio de Exteriores por entonces. La FAPDH ha aportado la copia de cuatro notas verbales remitidas por la embajada de Alemania en Madrid entre el 20 de agosto y el 3 de octubre de 1940 en las que el Gobierno del III Reich preguntaba en un principio qué hacer con «2.000 españoles rojos que actualmente se hallan internados en Angoulême».

Luego, la embajada cuestionó al Ejecutivo de Madrid si estaba «dispuesto a acoger, además de los 2.000 mencionados rojos, a los 100.000 rojos españoles que en total se hallan en los campos de concentración instalados en los territorios franceses ocupados por las tropas alemanas».

 

Aunque Berlín instó a Madrid a una contestación urgente y advirtió que su intención era deportarlos fuera de Francia, jamás hubo respuesta de Franco. El dictador, según los denunciantes, mantuvo un silencio cómplice sabedor del negro futuro que aguardaba a los republicanos en manos de las tropas alemanas.

 

Connivencia

Esta tesis de la connivencia se ve apuntalada por otro escrito, también en poder del juez Moreno, en el que el entonces embajador de España en París, José Félix de Lequerica, pedía en diciembre de 1940 instrucciones al Ministro de Asuntos Exteriores ante la inminencia de que «varios millares de españoles serán internados en campos de concentración que se están preparando a este efecto».

 

Los expertos jurídicos que están detrás de esta última querella y de la demanda contra los guardias nazis que custodiaron a republicanos creen probable poder acusar a altos cargos del franquismo de Exteriores si todavía están con vida. Y recuerdan que Baltasar Garzón sólo abandonó su investigación sobre el franquismo a favor de los jueces locales (para continuar con las exhumaciones de fosas comunes) cuando tuvo confirmación fehaciente de que Franco, los 39 integrantes de sus primeras juntas militares y todos los miembros de las cúpulas directivas de la Falange entre 1937 y 1951 habían fallecido.

 

 

 



http://www.lavozdegalicia.es/espana/2009/05/15/00031242396032690634798.htm