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Esta frase la hemos oído miles de veces, a pesar de todo la historia no es así. Las leyes están para ser cumplidas…por los de siempre.Es moneda común ver como los poderosos son dispensados o favorecidos en el cumplimiento de las leyes que, dicho sea de paso, son generalmente aprobadas por la mayoría que representan en los parlamentos hechos a su medida. Por eso las propias administraciones públicas que deberían ser las primeras en aplicar las normas que se legislan hacen de su capa un sayo si esas reglas son “contrarias” a los intereses que detentan el poder. Democracia propagandística, democracia vigilada, franquísimo sociológico, atado y bien atado.

Hace un par de días he visitado la localidad toledana de La Calzada de Oropesa, la intención era visitar las dependencias carcelarias que un día albergó (que eufemismo) a cientos de mujeres condenadas por ser “rojas”. No pude visitar esa instalación pero si pude ver el enorme homenaje a la ignominia, esos monumentos a la colaboración del fascismo y la religión, a esos “valores” impuestos, a esa jerarquía católica cómplice necesaria de los crímenes de lesa humanidad provocados por el franquismo. Una gran cruz preside la parte anterior al recinto del convento, una cruz con la “gallina” franquista y con todos los ornamentos (algunos deteriorados, ver la fotografía) de exaltación al régimen criminal.

La Calzada de Oropesa, una localidad de 634 habitantes, distante 120 kms. de la capital, gobernada por una organización política que fue la que dejó más muertos, asesinados, por el fascismo, que ha aprobado la “deslumbrante” ley de la memoria, que hace jactancia de la izquierda y de las libertades, mantiene ese insulto a la inteligencia y a la veracidad histórica.

¿A qué espera Dª. Ana Mª. Montesinos Muñoz parahacer cumplir la ley, es más, para hacer justicia? Hasta cuándo.