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Han transcurrido ya varios días sin que tengamos conocimiento del paradero de la placa de homenaje a las Trece Rosas que retiró la Fundación homónima para instalar la suya, en un acto forzado y protagonizado mediáticamente por Leire Pajín y Tomás Gómez.

Las últimas declaraciones de los autores de este atropello demuestran, no sólo que no estan arrepentidos o tengan intención alguna de sustituir de nuevo su placa por la que era de todos, sino que anuncian su colocación "junto a ella".

Es probable que la perplejidad ante una acción así y por representantes de un partido que tiene mucha sangre derramada en ese lugar, haya retardado la presentación de la correspondiente denuncia, pero ante el silencio cómplice y la ausencia de respuestas deberíamos plantearnos esta medida para recuperar la placa y, de paso, la razón común.

La placa secuestrada es patrimonio de todos y, desde luego, de la historia de la lucha por la libertad de este país, de quienes no dudaron, dudan, ni dudarán en entregar lo mejor de si, aunque a cambio reciban muerte, diáspora, prisión, tortura, tragedia familiar y desprecio.

Las disculpas, cuando se exigen, sirven de poco, pero de menos sirven cuando ni siquiera se producen. Poco anima pensar que tenga que ser finalmente la policía y la justicia quienes recuperen una parte de este expolio, sin que el otro daño provocado (a la unidad y la coherencia de las ideas comunes y el trabajo coordinado de quienes luchamos por recuperar en la igualdad de su lucha y destino a nuestros antepasados republicanos), dependa de su capacidad de meditación.

Son numerosas las personas que han reaccionado, en pleno periodo vacacional, para intentar resolver lo antes posible el atropello sin sentido al sentido común del pasado 5 de agosto.

Compañeras, familiares y amigos de las víctimas, historiadores, asociaciones y colectivos memorialistas, organizaciones de la izquierda, así como luchadores, populares y anónimos, estamos demandando al unísono una rectificación, una reposición y una disculpa.

Quizá los más meritorios y animosos apoyos, son los que provienen de los militantes y simpatizantes del partido cuyos representantes han intentado capitalizar y tergiversar la historia, el presente y el futuro de nuestros sentimientos y deseos y persisten en su actitud.

Sería conveniente, además de contar con vuestro apoyo. saber vuestra opinión y asesoramiento.

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Familiares y amigos de Víctimas de los fusilamientos franquistas en Madrid