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Los amigos de Manuel Vázquez Montalbán alientan su recuerdo al año de su muerte
EL PAÍS - Cultura - 19-10-2004



Sergio Beser se dirige al público en un momento del homenaje a Manuel Vázquez Montalbán. A su izquierda, Mila Montalbán, Anna Sallés, Joan Clos, Maruja Torres y Joaquim Marco. (TEJEDERAS)


Una placa fue colocada ayer en la casa donde nació el escritor el 14 de junio de 1939

ISABEL OBIOLS  -  Barcelona

La calle de la Botella es una más en la maraña de vías estrechas que da forma al barrio del Raval de Barcelona, el antiguo Chino. Desde ayer, de la puerta del número 11 cuelga una placa en recuerdo de Manuel Vázquez Montalbán. El escritor, que falleció ayer hizo un año en Bangkok, nació en esa finca el 14 de junio de 1939. Numerosos familiares, amigos y admiradores del creador de Carvalho se reunieron ayer allí para rendirle homenaje y alentar su recuerdo. Aunque dejó el barrio de su infancia -en su época, uno de los más humildes y populosos de Barcelona- hace muchos años para instalarse en la parte alta de la ciudad, Montalbán "nunca olvidó sus orígenes", recordó su viuda, Anna Sallés.


"Él siempre decía que era un niño de balcón, que desde el balcón había visto y conocido el mundo, la bondad, la maldad, el sacrificio y la condición humana", afirmó Sallés. En la calle no cabía un alfiler, y cuando Sallés decía esto a más de uno se le iba la vista hacia arriba, hacia esos balcones desde los cuales seguían el acto algunos de los vecinos que ocupan ahora la finca.


Además de Anna Sallés, tomaron la palabra el alcalde de Barcelona, Joan Clos; la escritora Maruja Torres, los profesores de Literatura Joaquim Marco y Sergio Beser, y el director adjunto de EL PAÍS Xavier Vidal-Folch. Entre el público se encontraban el hijo del escritor, Daniel; la veterana agente Carmen Balcells, la autora Carme Riera y el concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell.


Maruja Torres, vecina también del barrio en su infancia, como Marco y Beser, explicó que para compensar la ausencia de Vázquez Montalbán se dedica al "espiritismo laico", es decir, a llevárselo "de paseo" por el Raval. Vidal-Folch recordó su faceta de periodista y lamentó no haber podido leer sus artículos en un año intenso, "con cambio de Gobierno y casi de régimen".


Marco y Beser recordaron al amigo y al autor y trazaron un recorrido en el que se mezclaba vida, obra y geografía. El primero se refirió a Pepe Carvalho, el detective creado por el escritor y que algunos habrán tomado por una suerte de álter ego de Vázquez Montalbán: "Carvalho no era Manolo. El personaje estaba construido a base de aficiones y contrafiguras". Beser habló también de balcones. Y de terrados. Y se refirió a una entrevista que Montalbán mantuvo con un estudioso de su obra, Georges Tyras -autor del libro Geometrías de la memoria-, donde Manolo afirmó que uno es casi siempre "del país de la infancia". El profesor comparó el Raval, lugar de formación de Montalbán, con Vallvidrera, que está a lo alto de la montaña del Tibidabo, donde vivió buena parte de su vida y desde donde "contemplaba" la ciudad "con una actitud crítica".


"Manolo amaba la vida y le gustaba comer y vivir bien en compañía de sus amigos", recordó Sallés. Así, el homenaje -acto que, según el alcalde, el homenajeado habría observado "desde cierta distancia"- se trasladó a uno de sus lugares preferidos, el cercano Casa Leopoldo, donde una actriz leyó el artículo Pasodoble de aniversario, que Montalbán escribió sobre el restaurante para la edición catalana de EL PAÍS en junio de 1999.