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Villava restaura la memoria de los 17 fusilados y represaliados de 1936
noticiasdenavarra.com - 03/03/2004

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UPN se sumó a la propuesta de EA-Atarrabia, PSN, IU y Aralar, y revocó dos acuerdos de hace 68 años

ANA IBARRA - Villava

"Libertad, justicia y democracia fueron las demandas de los asesinados; recuerdo, homenaje y justicia reclama ahora la memoria de sus familiares. Por fín, 68 después podemos decir que estamos ante un acto de justicia": Acompañada de su madre (Dolores Labat), Elena Belzunegui, nieta de Miguel Labat, uno de los diecisiete villaveses asesinados tras el alzamiento de 1936, tuvo la oportunidad de agradecer ayer a los trece miembros de la Corporación municipal de Villava el homenaje que ayer rindieron a los asesinados y represaliados por la Guerra Civil en un emotivo acto al que acudieron miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra. Los cinco concejales de UPN sumaron sus votos a los ocho que blindaron EA-Atarrabia, PSN, IU y Aralar en la propuesta consensuada por estos cuatro grupos. Cabe recordar que los regionalistas se habían abstenido en acuerdos similares presentados ante el Parlamento y el Ayuntamiento de Pamplona.

A través del acuerdo adoptado por los cinco grupos políticos, el Consistorio villavés pasa una página negra de su historia y salda una "deuda histórica" con los villaveses represaliados, "huyendo de cualquier manipulación partidista o espíritu revanchista, como paso previo que favorezca la total conciliación entre los villaveses y la superación definitiva de esta sombra en nuestro pasado". La propuesta se enmarca en la celebración el próximo primero de abril de los 65 años del fin de la Guerra Civil española. Durante los primeros meses de la contienda y en el contexto de una "feroz represión", muchos villaveses fueron encarcelados y 17 de ellos "brutalmente asesinados", la mayoría de ellos en la "saca" del 26 de noviembre de 1936 por el único delito de su "disidencia política". Los nombres de todos los muertos tuvieron su homenaje en el Pleno, que también manifestó su solidaridad con los familiares y sus víctimas.


Dos acuerdos revocados


Con toda la carga simbólica que suponía rectificar 68 años después, el Consistorio derogó dos acuerdos adoptados el 27 de agosto y el 15 de septiembre de 1936 contra el que fuera alguacil de la localidad, Miguel Labat Velasco y que sería asesinado ese mismo año. El que fuera alguacil y recaudador al servicio del Ayuntamiento durante 14 años, adepto a la República, fue acusado en pleno régimen republicano de malversación de fondos públicos por parte de un Ayuntamiento de derechas, y fue detenido, encarcelado y fusilado tras el alzamiento militar.

En uno de esos acuerdos relacionados con el despido de Labat al que ya se había suspendido de empleo y sueldo, se pretendía sustituir su vacante por el de una persona de "intachable conducta y afecto al Movimiento", y se acordaba el desalojo de la habitación que ocupaba en el tercer piso del edificio consistorial. El segundo acuerdo ordenaba el deshaucio por no haber abandonado la vivienda.
Lápida


El Consistorio también instalará, en cumplimiento del acuerdo, una lápida en el cementerio municipal con el lema "Villaveses muertos en la Guerra Civil" con el fin de recordar a todos aquellos vecinos de ambos bandos fallecieron en el conflicto. Asimismo, el Ayuntamiento ha solicitado a la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra las gestiones necesarias para localizar la fosa común en la que aún reposan la mayoría de los villaveses asesinados en 1936. A través de archivos y de testimonios se presume que esta fosa podría situarse en Ripa de Latasa (Valle de Odieta). Los cuerpos fueron sepultados allí mismo, y permanecieron en una "triste cuneta hasta que hace unos pocos años se les trasladó al interior del cementerio de Ripa". La pretensión de los grupos es trasladar los restos hasta el cementerio de Villava. Este punto contó con la abstención de UPN que esgrimió no haber consignada una partida presupuestaria para ello.


Fusilados


A la Ripa de Latasa fueron conducidos y fusilados el 26 de noviembre de 1936 los villaveses Cruz Ameztoy (30 años), Fermín Bubea (38), los hermanos Teodoro y Julio Gariza (34 y 24años), Lino Goñi (24), Maximino Arriola (27), Blas Noáin (21) y Cecilio Villanueva (23). Miguel Labat murió en la puerta de la cárcel, cuando intentó despedirse de su hija Margarita, también presa. Otros jóvenes fallecieron presumiblemente con los anteriores: Benigno Pérez de Nanclares (43 años), Ángel y Silvestre Esparza (27 y 39 años), Eusebio Igarabide (24), Saturnino Induráin (22) y Felipe Nuin (21). Los cuerpos de todos ellos fueron sepultados allí mismo.

Asimismo, el 4 de septiembre de 1936 mataron al joven Esteban Muñoz Oset, un carlista que se afilió a la Casa del Pueblo tras una disputa familiar.
 

EMOCIONANTE DEFENSA DE LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA


Peio Monteano (EA-Atarrabia) destacó que, después de 65 años de olvido, no mueve el rencor ni el odio sino el deseo de "restituir el buen nombre de unas personas que no fueron unos delincuentes". "Recordamos para no cometer el mismo horror. También queremos devolver la dignidad a un pueblo que permitió un acto indigno para una sociedad civilizada, víctima de la intolerancia y pedir perdón por el hecho de haber mirado a otro lado". "Recordemos a dónde condena la intolerancia y la violencia política", recalcó.

El portavoz socialista, José Luis Úriz, que dedicó su intervención a la figura de su abuelo materno, fusilado durante la Guerra Civil, dijo que Villava había saldado una deuda con su historia. Asimismo, se solidarizó con las familias de los represaliados que habían sufrido durante muchos años "la humillación y el olvido". Úriz dijo no compartir la "violencia fascista" ni la de aquellos que apoyan una "guerra cruel e injusta". "No olvidemos a dónde el odio irracional y el sectarismo conducen", resaltó.

También Pablo Archel (IU) habló de que la "memoria colectiva no olvida" y de la importancia de "restituir la honorabilidad" de los villaveses fusilados que murieron por la defensa de unos valores.

Igualmente, el edil nacionalista Ángel Larraya, de Aralar, reflexionó sobre la división entre "buenos y malos", que hoy se repite entre "buenos, constitucionalistas y cristianos, y los separatistas, violentos y ateos". Señaló que la auténtica paz pasa por "dignificar a los dos bandos, reconocer los errores y pedir perdón".

Finalmente, la regionalista Marta Díaz aseguró que su grupo se declaraba contra "todo género de violencia" y respaldaba una moción en la que se reivindicaba el "derecho fundamental a restablecer el buen nombre de 17 villaveses".

Al finalizar la sesión, la nieta de Labat, Elena Berástegui, pudo tomar asiento para leer un sentido comunicado que arrancó las lágrimas de los presentes en su agradecimiento al homenaje. "Son 3.000 en Navarra, 17 en Villava los que nos arrancaron de las entrañas. El daño moral que se les ha hecho durante tiempo es innegable, ya que los familiares tuvieron que sufrir además de la pérdida de un ser querido, un sinfín de insultos, afrentas públicas (cortes de pelo y paseos...), robos (expolio de sus propiedades), humillaciones e incluso la situación de incertidumbre de los desaparecidos", señaló.

En la sesión plenaria estuvieron presentes representantes de la plataforma ilegalizada Ultzama y de Batzarre. Iñaki Redín, miembro de Batzarre de Villava, destacó en una nota de prensa que este homenaje tardío es un acto de justicia con todos los villaveses.