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Terra Alta. La Fatarella inaugura un osario de víctimas de la batalla del Ebro. El Memorial de Camposines acogerá restos de soldados muertos en la zona
El Periódico - 06/07/2005



Ernest Benach (con corbata), junto a asistentes a la inauguración, en el Memorial de Camposines, ayer. Foto: JOAN PUIG


SÍLVIA BERBÍS
LA FATARELLA

El presidente del Parlament, Ernest Benach, inauguró ayer en La Fatarella el Memorial de Camposines, posiblemente el lugar más emblemático de los espacios que configuran la ruta de la batalla del Ebro, ya que en él se dará sepultura a los restos de combatientes aún esparcidos por el territorio donde se disputó el sangriento episodio bélico que determinó el desenlace de la guerra civil.
El osario está en la colina en que se encuentra la antigua ermita templaria de Sant Bartomeu e incluye una exposición con las historias de la vida de 10 combatientes que murieron en la batalla.
Ernest Benach destacó la importancia de recuperar los cadáveres de jóvenes "con nombres y apellidos". Y añadió: "Como país no podíamos permitir que quedaran en el olvido, se lo debíamos".

IDONEIDAD
El historiador Josep Solé i Sabaté destacó la idoneidad del lugar escogido, cedido por el Obispado de Tortosa, para ubicar el memorial, que simboliza una trinchera construida con piedras del río Ebro. "Desde esta colina se observa el territorio en el que más resistencia hubo contra unas tropas que avanzaban y en el que miles de jóvenes perdieron la vida y fueron mal enterrados o quemados", afirmó. "Hoy tenemos la voluntad de dar digna sepultura a los restos que van apareciendo para que la tierra donde murieron les acoja por encima de cualquier diferencia política", añadió.
Durante décadas los agricultores de las comarcas de la Terra Alta y de la Ribera d'Ebre han encontrado esqueletos y huesos en sus fincas. Es el caso de Francesc Gironés, uno de los vecinos de La Fatarella que acudieron a la inauguración del monumento osario. "Al poco de acabar la guerra, encontré un cadáver mientras araba una finca y lo enterré más hondo para que no volviera a salir. Pero hace unos 20 años, con la maquinaria nueva para trabajar el campo, los huesos volvieron a la superficie y, desgraciadamente, han desaparecido a la intemperie", dijo ayer. Por eso alabó la idea del memorial.

CONVENIO
Lluís Salvadó, delegado del Govern en las comarcas del Ebro, explicó que tras el verano se intentará establecer un convenio con una universidad, posiblemente la Rovira i Virgili, para impulsar el inicio de los trabajos de búsqueda, recuperación e identificación de restos, que serán trasladados al memorial.