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La Generalitat estudiará la ilegalidad de las leyes franquistas
La Vanguardia - 15/10/2005


Bargalló anunció un informe sobre la ilegalidad de las leyes franquistas y un estudio del coste humano de la Guerra Civil y la posguerra, en la presentación de un libro de Josep Benet sobre el fusilamiento de Companys

JOSEP MARIA SÒRIA - 15/10/2005
BARCELONA

"Franco fue un criminal de guerra" afirmó el abogado, historiador y político Josep Benet en la presentación de su último libro, El president Companys, afusellat (Edicions 62), realizada ayer, precisamente a la misma hora que hacía 65 años el tribunal militar que le juzgó le condenaba a muerte, sentencia por la que fue ejecutado al día siguiente en el mismo Montjuïc.

Durante el acto, que presidió el conseller primer de la Generalitat, Josep Bargalló, Josep Benet pidió al Govern que promoviera la redacción, por parte de juristas e historiadores, de "un informe para demostrar que Franco fue un criminal de guerra". Benet escribe en el prólogo del citado libro y repitió ayer que "Franco no fue juzgado por razones obvias y tampoco puede serlo ahora. Como tampoco hoy no es procedente revisar la causa contra el president Companys, ni contra las docenas de miles que existen contra otras personas. Porque ¿quién debería formar los tribunales que revisaran estos millares de causas? ¿Bajo qué legislación se revisarían? Tampoco tiene ningún sentido pedir la anulación de la causas", según Benet. En cambio, es posible elaborar un informe riguroso y amplio sobre la realidad de la represión de la posguerra en Catalunya. "Sería como el acta de acusación ante la opinión pública de lo que debería haberse presentado ante un tribunal penal internacional".

El conseller Bargalló, ante un numeroso público en el que se encontraban, entre otros, los presentadores del libro Josep Maria Castellet y Josep Fontana, así como Josep Lluís Carod-Rovira, Antoni Tàpies, Josep Carbonell, Oriol Bohigas, Gregorio López Raimundo y un nutrido grupo de historiadores, dijo que "haremos el informe. Nos pondremos a trabajar en ello". En conversación con los periodistas, matizó después que el objetivo del informe es demostrar jurídicamente la ilegalidad en derecho internacional de las leyes franquistas y poder poner en marcha los procesos de rehabilitación de los condenados.

Lo que sí aceptó, también a petición de Josep Benet, es que el Centre d´Història Contemporània se encargue de realizar un banco de datos sobre el coste humano de la Guerra Civil y la posguerra. De hecho, la citada entidad de Presidència ya tiene muy avanzado este bancos de datos y, según su coordinador, Ferran Toledano, el trabajo puede estar terminado en el 2007.

El autor del libro presentado dijo que es preciso no esconder nada sobre la guerra civil en Catalunya. "Es cierto que se mató a mucha gente, pero también lo es que se salvaron a otras muchas personas. De los puertos catalanes partieron muchos barcos repletos de refugiados, gente de derechas. Y de esto fue responsable Companys. De la España franquista no partió un solo barco".

Josep Benet lamentó no haber podido incluir en el libro las dos últimas fotos del presidente Companys, realizadas por el capitán Gonzalo Fernández Valdés del servicio de información del Ejército, en un descanso del consejo de guerra que le condenó y al final de éste. Asimismo, anunció que también se había localizado el célebre pañuelo que llevaba el presidente en el momento de la ejecución. Tanto Benet como Bargalló aseguraron que el Gobierno les hizo entrega verbal de estos objetos históricos, pero que habían desaparecido del lugar en el que los tenían localizados. "Los encontraremos y los traeremos", prometió Bargalló. El catedrático emérito de la UPF, Josep Fontana, elogió a Josep Benet por "su fidelidad comprometida y su rigor histórico". "Conviene recordar, como hace Benet, este asesinato, uno de los más monstruosos de la historia, cometido contra un hombre que vivía la tragedia de sentirse responsable de una derrota, de estar acusado de la división de los catalanes y con la angustia por la salud de su hijo", según Fontana. "La entereza y serenidad con que afrontó el final merece el respeto de todos", a pesar de que hubo quien, en el exilio, le siguió criticando incluso después de conocer su muerte.

Josep Fontana aseguró que hay todavía "demasiadas cosas que se ignoran de la historia reciente de Catalunya". Citó el papel de Lluís Companys en el 6 de octubre de 1934, "por el que tanto se le criticó y sigue criticando", o el que desempeñaron algunos catalanes durante y después de la guerra. En este sentido, recordó que Miguel Mateu, el dels ferros,pudo salir de Catalunya gracias a Companys. Sin embargo, lamentó Fontana que el mismo Mateu, que era alcalde de Barcelona cuando sometieron al presidente de la Generalitat al consejo de guerra que le condenaría a muerte, "no movió un dedo, que yo sepa".